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Juzgando la gestión de Hugo Chávez Frías, concluimos que fue una gestión fracasada en todos los niveles y que ha sido continuada con resultados aún más perversos por el presidente Nicolás Maduro.
Chávez traicionó vilmente al pueblo que en las elecciones democráticas de diciembre de 1998 lo eligió presidente constitucional confiando en él para que dirigiera al país a un futuro más digno, más honesto y más próspero….
Hipócritamente llamaron “bolivariano” a su movimiento para no cumplir las máximas de Bolívar, quien dijo:
“El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.
Evaluación de resultados
Al utilizar esta herramienta de evaluación de empresas, podemos concluir que el Chavismo no inventó nada bueno, ni mejoró nada, solo empeoró exponencialmente todos los defectos de la cuarta república, conduciendo a Venezuela y a su pueblo a la situación actual de ruina y a la miseria moral del denigrante “rebusque”.
La Venezuela actual, más que la de otros tiempos, es la Venezuela “del rebusque de los bachaqueros y de las bolsas CLAP”, en que ha convertido a casi todos los venezolanos, chavistas y no chavistas.
El socialismo del siglo XXI de Chávez y Maduro no acabó con los ricos, hizo ricos a sus segundones y para lograrlo acabó con un altísimo porcentaje de la clase media trabajadora, tirándolos por un precipicio hasta el nivel de clase pobre.
Al negarle una educación de calidad convirtió al venezolano en un analfabeto funcional y logró su objetivo de hacer que la gente esté pendiente de una bolsa de comida y no pueda pensar en las necesidades superiores de Maslow, como cultura, entretenimiento sano, tiempo para disfrutar de la vida…
La generación de mis hijos ha sido obligada a no trabajar en su profesión (estudios universitarios), exponiéndolos al hampa más cruel y sanguinaria de todos los tiempos. En resumen, les arruinó la vida.
Gestión económica de la quinta república
Con ingresos exclusivamente de la venta de petróleo superiores a más de 900.000 millones de doláres durante los 20 primeros años de gobierno de Chávez y Maduro, desde 1999 hasta 2018, la fracasada “revolución bonita” ha logrado la ruina de Venezuela y de la gran mayoría del pueblo.
Devaluación del bolívar
Difícilmente resulta explicar y más difícil entender como la moneda de un país rico en recursos naturales, entre ellos petróleo, oro y coltán, que no está en guerra contra nadie, que no ha sido invadido ni bombardeado, que no ha sufrido ninguna catástrofe natural como terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, sufra una devaluación de tal magnitud con la consecuencia de una hiperinflación.
En marzo de 1999, al inicio del gobierno de Chávez, para comprar un dólar se necesitaban 583 bolívares.
El 19 de octubre 2020 para comprar un dólar se necesitaban 460.000 bolívares.
Si le ponemos los 8 ceros que le ha quitado la revolución bolivariana al bolívar de la cuarta república mediante las llamadas “reconversiones monetarias”, se necesitarían solo 46.000.000.000.000, 47 millones de millones, 47 billones de bolívares para comprar un dólar.
Ese es el “milagro” bolivariano de la revolución bonita admirada por el vicepresidente de España Pablo Iglesias, su ministro comunista Alberto Garzón y el líder Juan Carlos Monedero Fernández-Gala, además del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente Pedro Sánchez, miembros estos dos últimos del “ala bolchevique del PSOE” .
En resumen:
Logros bolivarianos
- Destrucción de la industria petrolera, hasta el nivel de que Venezuela actualmente es un país no petrolero que importa gasolina de Irak.
- Destrucción por falta de mantenimiento del sistema hidroeléctrico de Guri y como consecuencia de ello de la industria electrodependiente, como la del aluminio de la CVG y el acero de Sidor, además del colapso de todo el sistema eléctrico evidenciado en los “apagones” similares a los de una posguerra.
- Destrucción de la agroindustria al aplicar el “exprópiese” y llevar a la ruina a los productores del campo con la lógica secuela del desabastecimiento alimentario y la aparición del “bachaquero dolarizado”.
- Caída de las reservas internacionales.
- Aumento de la deuda externa.
- Disminución del cerca de 80% de la importación de bienes y servicios.
- Unificación del salario real, igualándolo con el salario mínimo para todos los empleados públicos (médicos, maestros, funcionarios administrativos, agentes de todas las fuerzas del orden, etc), que a esta fecha de octubre 2020 es equivalente a menos de un dólar mensual.
- Generalización de la economía informal denominada “bachaqueo” con precios de venta al público en dólares, cuando todos los empleados públicos y privados cobran en bolívares devaluados.
- Las medicinas, todas importadas, las cobran en dólares.
- Fracaso total en el control de la delincuencia común a la que le han sumado la delincuencia política y el atentado continuo contra los derechos humanos, ejecutados por las fuerzas represivas de la GNB, el Sebin, la Dgcim y desde 2016 la FAES o Fuerza Armada de Extermino, denunciados el 18 de septiembre de 2020 por la ONU como ejecutores de delitos de lesa humanidad responsabilizando a las autoridades encabezadas por Maduro y señalándolos como reos del Tribunal Penal Internacional.
- Presos políticos a quienes se les niega los derechos constitucionales.
- Opositores políticos incluidos en “listas negras” de todo tipo, incluida la prohibición de presentarse como candidatos electorales.
- Emigración forzada por hambre y Fuga de cerebros de más de 5 millones de personas jóvenes… pero “esa es otra historia que después será contada”.
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Fragmento de mi libro Venezuela Siglo XXI.