OPINIÓN

Lo que podemos esperar de Rusia para los próximos decenios

por Jonathan Benavides Jonathan Benavides

Siglos de tensiones no resueltas

Resulta muy común que al referirnos a Estados Unidos se reconozca la tensión entre «aislacionistas” e “intervencionistas». Rusia también ha sido siempre poseída por una dicotomía: «¿somos parte de Europa o de Asia?», y la misma tiene una historia que puede decir se inicia con Pedro el Grande aunque no responde a una mirada aislacionista de Rusia sino a tratar de definirse como nación.

Un país donde el Lejano Oeste siempre quedó «al Este»

Conviene ver el mapa de la Rusia hoy. Aclaremos que los mismos no muestran los oblast tomados a Ucrania y que indefectiblemente se suman al oeste de su actual frontera ni Crimea (hay que ser extremadamente ingenuo para creer que eso no sucederá). Esa inmensidad de territorio es el resultado de siglos de luchas que en general en Occidente son absolutamente ignorados.

Hoy no es nuestro foco hacer historia de la manera en que Rusia tomó su actual forma en punto a sus límites, pero es bueno ver cómo empezó desde el Siglo XIV con el Principado de Moscú hasta Catalina la Grande en el Siglo XVIII. Cinco siglos: ¿comprendemos la dimensión de ese tiempo?.

Continuidades y rupturas en la construcción de Rusia

Las continuidades en Rusia son profundas y como siempre expresamos en nuestros análisis, incluso hace ya unos años atraviesan los diferentes tipos de administraciones: Zares-Secretarios Generales-Presidentes que se han sucedido con lentitud en los siglos de zarismo y con «velocidad» entre 1917 y la actualidad.

Las principales continuidades son:

– La escasez de recursos humanos frente a la inmensidad casi infinita del territorio.

– La pulsión por expandirse hacia el Este y asegurar esas fronteras.

– La necesidad de romper el bloqueo geográfico que la congelación de los puertos le impone.

– El evitar las fuerzas centrífugas: Rusia siempre ha sido «imperial» en punto a albergar diversidades culturales muy profundas.

– El considerarse una suerte de «pater familias» para todo el mundo eslavo.

– Conciencia que desde el «Oeste» han venido las principales amenazas: Livonios y Teutones en los siglos XVI y XVII, los suecos en el siglo XVIII; Napoleón en el siglo XIX; Alemania dos veces en el siglo XX; EE.UU. y la OTAN también en el siglo XX. Esto es algo absolutamente incomprendido para una región como Latinoamérica, donde el pasado hace décadas ha dejado de ser una fuente de aprendizaje.

Las rupturas son a nuestro juicio las siguientes:

– Somos un país asiático y Europa no nos interesa: muy propia de sus etapas iniciales.

– Somos parte de Europa y como tal intervenimos en ella: arbitrariamente arranca con Pedro el Grande.

– Somos la avanzada internacionalista de la revolución: menciono este período muy corto post 1917 que fue importante pero a nuestro juicio no tiene valor más que a título de reconocer su existencia.

Las continuidades han sido siempre la piedra angular sobre la que Rusia se construyó mientras que las rupturas fueron la manera en que la elite que ejercía o pugnaba por el poder observaba al país en relación con el mundo exterior.

Pero, ¿qué es Rusia?…

No pretendemos más que dar nuestra aproximación a una respuesta:

1) Rusia es el producto de las elites eslavas que conducen el país. En ellos Moscú es en cierta medida una heredera de la Roma antigua. Esa Roma que desaparece y Constantinopla se consideró como su heredera.

2) La Iglesia Ortodoxa que nace en Constantinopla se «traslada» hacia Rusia y su influencia es tan fuerte y vital que resulta imposible entender a Rusia sin ella.

3) Se ha dicho y es cierto. Czar es una derivación eslava de la palabra «César…»;  Rusia lo dijimos más arriba se considera «responsable» de los pueblos eslavos (acá entra todo lo que conocemos como Balcanes y tratar ello nos llevaría mucho tiempo…).

4) Rusia es a la vez parte de Europa, al menos en aspectos como:

– Su cultura y la influencia de ella en Europa

– La manera en que sus acciones influyeron en la historia europea y fuera de ella

– Los lazos familiares que los Zares tenían con las principales casas reinantes europeas

– Sus desarrollos tecnológicos y científicos

– Su pertenencia a las corrientes expansionistas que toda Europa simultáneamente llevó a cabo en distintas partes del Globo.

5) Al mismo tiempo Rusia no es exactamente una nación europea si nos atenemos a los conceptos propios aplicables hasta no hace mucho: buena parte de su población y cultura son propias del Asia más profunda incluyendo en ello pueblos que son musulmanes.

6) Quizás podríamos volver a esa palabra «imperio» para comprender a Rusia: un territorio gigantesco, con una elite eslava que ejerce el poder donde siempre luchó por integrar minorías diversas bajo el control de Moscú.

Finalmente ¿hacia dónde va Rusia?…

Creo que quienes me leen y escuchan desde hace años tienen esto muy claro. Rusia va hacia el «Este» no por desconocer su pertenencia a Europa, sino por considerar que poco o nada puede lograr siendo parte de ella. La elite rusa, no Putin, y esto va dirigido a los simplificadores de barras licoreras, percibe algo como lo que a continuación detallamos:

– Europa y Occidente no tomarán en cuenta las demandas de seguridad rusas y en punto a ello no existirán posibilidades de evitar un congelamiento de las relaciones por al menos dos décadas. Esto no significa guerra pero si un prolongado lapso de distanciamiento el que no excluye, a nuestro juicio, aproximaciones de carácter bilateral basadas en necesidades energéticas impostergables.

– En el Este están China e India, y la aproximación que pretende Rusia es distinta aunque observa en ambos oportunidades.

– Con China, un viejo enemigo, la apuesta es arriesgada. La élite rusa cree que puede actuar a la par de China en términos estratégicos, algo que consideramos inicialmente posible aunque tenemos serias dudas a largo plazo; basado ello en la comunidad de intereses en punto a disminuir la influencia de EE.UU. particularmente aprovechando las debilidades que desde hace décadas Washington viene demostrando particularmente desde fines de 2001.

– Con India la apuesta se apoya en la independencia con la cual Nueva Delhi siempre se ha movido en la arena internacional. Ello le da a Rusia no sólo un mercado importante para su producción sino una palanca política que equilibra a su vez la propensión china como actor crecientemente global.

– Al Este está África, donde Rusia está activa en temas de seguridad y lucha contra el extremismo islámico, habiendo desplazado a Francia en la última década, algo que los “expertos” que pululan por las redes de estas coordenadas lisa y llanamente ignoran.

Culminamos acá. Rusia como dijo Winston Churchill en 1939 definió a Rusia como «Un acertijo, envuelto en un misterio, dentro de un enigma».  Es que resulta muy difícil poder definir a un país que es el más extenso de la Tierra, que se consideró heredero de, y la Tercera Roma, que se sabe a la vez parte de Europa y de Asia y que considera que todavía tiene mucho que hacer en los asuntos de seguridad globales. Sólo tratamos de acercarles una pequeña aproximación a lo que Rusia es al menos para nosotros. Creo sin embargo que el dictum de Winston es mejor que nuestro aporte.

@J__Benavides