Apóyanos

Lo incognoscible contra María Corina Machado

    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

Entre tantas medidas en su contra, María Corina se ha conseguido con estaciones de servicio a las que le cortan el servicio eléctrico para que no puedan surtir de gasolina a los vehículos en los que ella y su equipo se trasladan

Lucha contra fuerzas oscuras y esperanza en democracia.

“Lo incognoscible” se refiere a lo que no se puede conocer o comprender plenamente. Es un término que a menudo se utiliza para describir conceptos o fenómenos que están más allá de nuestra capacidad de comprensión o análisis. Por caso, un dogma de fe o las “fuerzas oscuras”, de carácter espiritual y político, que utilizaría el régimen para permanecer en el poder.

El título de este artículo sugiere un enfrentamiento entre fuerzas desconocidas y la figura política de María Corina Machado en el actual escenario político electoral, referido a las tácticas y estrategias opacas utilizadas por el régimen en su pretensión de mantenerse en el poder, las cuales, día con día, se han hecho manifiestas, v.gr.: las empleadas contra el empresario que la alojó en el Táchira.

María Corina Machado es el objetivo de estas fuerzas oscuras, por ello enfrenta un desafío significativo en su carrera política, implícito en una lucha intensa y desafiante en el ámbito político, que ha caracterizado como “lucha espiritual”, no meramente electoral.

Si bien, el uso de “fuerzas oscuras”, entendidas como energías negativas que pueden afectar tanto a nivel espiritual como físico, sería una realidad, según el periodista David Placer y el historiador Agustín Blanco Muñoz, también existirían otras categorías en la “historia del Espíritu” de Hegel, que resultarían aplicables a procesos de cambio o transición como el planteado en esta tierra de gracia.

En el actual escenario político electoral en Venezuela, han adquirido relevancia acusaciones de uso de “fuerzas oscuras” por parte del régimen para permanecer en el poder, no ya brujería, palerismo o santería, sino de procedimientos gubernamentales opacos que, en la perspectiva de la dialéctica hegeliana, se hacen inocultables, al manifestarse con carácter virulento, en: persecución política, in crescendo en los últimos días. Implica acciones opacas del régimen orientadas a obstaculizar la participación política de María Corina Machado y la de todos aquellos que multitudinariamente se suman a su lucha, más que electoral, espiritual. En la que subyace abuso de poder, por comportar métodos ilegítimos y poco transparentes por parte del régimen para atacar a la líder opositora, su equipo y todo aquel que colabore con ella.

No en vano, sostiene José Ángel Borrego: “El abuso, la arrogancia, la mentira y la represión, sustituyeron el hecho de gobernar. La campaña destapó los pocos nodos oscuros que estaban ocultos”. Otros, menos sutiles, hablan de “tácticas abusivas de intimidación”.

Cuando un régimen recurre a tácticas oscuras u opacas para mantenerse en el poder, se erosiona el principio de representación proporcional y se limita la capacidad de la oposición de participar en elecciones justas. Obvio en nuestro país, máxime en la persona de María Corina, como expresión extrema del debilitamiento de la democracia.

De tal manera que, en un contexto de autoritarismo electoral, innegable en Venezuela, impregnado de opacidad, las instituciones democráticas como los órganos electorales pierden independencia y autonomía, permitiendo abusos que se suceden sin cesar y representan obstáculos para participar en elecciones libres y justas.

La restauración de la democracia en Venezuela, en el combate contra el uso de “fuerzas oscuras”, requiere fortalecer el Estado de Derecho, la transparencia y la rendición de cuentas. Esto sería posible a partir de las elecciones presidenciales del 28 de julio, tomando en consideración que los sondeos de opinión y la percepción generalizada proyectan una victoria de la oposición, con Edmundo González Urrutia como candidato presidencial.

Por ejemplo, el fortalecimiento del Estado de Derecho implica garantizar que las leyes se apliquen de manera justa e imparcial, y que los derechos y libertades de los ciudadanos sean protegidos. Esto se lograría mediante la implementación de reformas legales y judiciales que promuevan la independencia del poder judicial, la igualdad ante la ley y el respeto a los derechos humanos, aspectos ajenos a decisiones que en todas las instancias del sistema de administración de justicia se emiten a diario.

Las elecciones presidenciales del 28 de julio, sin duda alguna, podrían ser un punto de inflexión en la restauración de la democracia en Venezuela. Que la oposición obtenga una victoria significaría un cambio en el liderazgo político y la implementación de reformas democráticas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la consolidación de la democracia no depende únicamente de los resultados electorales, sino también de la voluntad política de los actores involucrados y del compromiso con los principios democráticos, como el respeto a los derechos humanos y la separación de poderes.

El tema del uso de “fuerzas oscuras” por parte del régimen contra María Corina Machado, y más precisamente, contra todo lo que ella representa, es un reflejo de la complejidad y la intensidad de la situación política en Venezuela. No se trata de algo casual, sino que es consecuencia directa de la postura crítica de ella hacia el régimen y su incansable lucha por la restauración de la democracia en el país. Estos esfuerzos han logrado despertar la esperanza en esta tierra de gracia, donde la gente anhela un cambio y una oportunidad para un futuro mejor.

@jolcesal

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional