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Lo bueno, lo malo y lo feo del Premio Oscar 2025

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Anora Premios Oscar

Foto AFP

En una ceremonia que se distinguió por un ritmo errático, el humor brillante de Conan O’Brien y el triunfo sorpresivo de Anora de Sean Baker, el Oscar demostró de nuevo su importancia en el mundo del espectáculo. Pero también el hecho de que todavía necesita encontrar una manera de evolucionar para enfrentarse a una audiencia más universal, heterogénea y exigente. 

La ceremonia de la 97 entrega de los premios Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, será recordada como una de las pocas en la última década, en que no había un panorama de ganadores claro. Con un circuito de premios que comenzó en mayo de 2024 en Cannes, las diferentes cintas destinadas a triunfar en la noche, parecían haber recorrido un camino muy largo — y en algunos casos, escarpado — para llegar a la gran noche de Hollywood. 

Del auge y caída de Emilia Pérez (2024), que pasó de ser la absoluta favorita a un nombre incómodo en la industria, al meteórico ascenso de Anora (2024), que terminó por ser la gran triunfadora de la noche. Lo cierto es que el Oscar mostró la conclusión de una temporada de premios irregular, llena de baches, controversias y puntos oscuros. También, la necesidad imperiosa de una renovación — y en el mejor de los casos, evolución — en su tono, discurso y alcances. Algo más que notorio a medida que la ceremonia se alargaba por casi cuatro horas, confirmando, de manera más o menos exacta, los pronósticos de las semanas anteriores de los posibles ganadores.

Pero lo que más se echó en falta en la premiación fue la sensación de que la ceremonia resultaba algo más que un espectáculo entretenido. Atrás quedaron las décadas en que el Oscar era una referencia obligada para el séptimo arte mundial. Mucho más, en que sus ganadores aseguraban una carrera de triunfos o alcanzaban a encumbrar una vida de esfuerzos. En la actualidad, reducido a un homenaje entre iguales y conocidos, la gran pregunta es si el Oscar ha perdido relevancia, importancia y peso. Un punto que la entrega 97 dejó en claro y que sin duda traerá un debate amplio y complejo acerca del estado de ánimo contemporáneo del mundo del espectáculo.

Con todo, la ceremonia dejó a su paso varios momentos para el recuerdo, otros para el análisis e incluso algunos para la vergüenza. Una combinación que marca otro hito en la historia de la Academia y, sobre todo, su repercusión venidera. Pero más allá de eso, una colección de situaciones singulares, que demuestran que la ceremonia es tanto una instantánea del mundo del entretenimiento, como parte de una vieja tradición del cine espectáculo. O, en el mejor de los casos, un manjar para fanáticos de la cultura pop y parte de la historia del cine.

Lo bueno del Oscar 2025

Sin duda, uno de los puntos altos de la ceremonia fue la conducción de Conan O’Brien. El comediante estadounidense logró mantener un equilibrio entre la comedia y el show en estado puro, que resultó novedoso por su buen hacer y capacidad para ser universal. Más allá de chistes y referencias locales, O’Brien era consciente de que el Oscar es uno de los espectáculos más vistos, por los que sus monólogos y juegos de palabras tuvieron un marcado acento para una audiencia más allá de la estadounidense.

Pero más que eso, el humorista demostró que es posible conducir el Oscar y brindar a la ceremonia personalidad, dinamismo y vigor. Del monólogo de apertura, que comenzó con un clip de O’Brien parodiando a La sustancia (2024) a su forma de abordar el espinoso tema de Karla Sofía Gascón. Lo cierto es que el presentador derrochó carisma, agudeza, pero en especial una soltura que marcó un estándar alto para el próximo encargado de llevar adelante los premios de la Academia. 

Por otro lado, la ceremonia destacó por su brillante uso del apartado musical. La noche comenzó con un dúo en vivo entre Cynthia Erivo y Ariana Grande, ambas nominadas al Oscar por sus respectivos papeles en Wicked (2024). La interpretación deslumbró por captar lo mejor de la cinta y en particular, por poner el énfasis en su conexión emocional con la inmortal El mago de Oz (1939). Una combinación que convirtió los primeros minutos de la gala en una celebración a su propia historia.

Premio Oscar Cine Hollywood

Otro espectáculo que emocionó fue el homenaje a la franquicia James Bond. Para la ocasión, Margaret Qualley encabezó una coreografía opulenta que sirvió de abrebocas para la interpretación en vivo de los principales temas de la franquicia, con adaptaciones de Lisa de BLACKPINK, Doja Cat y Raye. El segmento no solo demostró el revitalizado interés por la franquicia de Ian Fleming. También, su considerable aporte a la cultura pop y al cine, todos elementos que fueron celebrados por el espectáculo. 

Por último, la gala dedicó un sentido homenaje a los fallecidos durante el último año. Con «Lacrimosa» de Mozart de fondo, la Academia despidió a varios de sus nombres más conocidos, entre ellos Gene Hackman. Uno de los momentos más solemnes de la ceremonia y sin duda, el más emocionante en años. 

Lo malo del Oscar 2025

El Oscar continúa teniendo verdaderos problemas para estandarizar su duración y en especial, lograr que un espectáculo tan prolongado resulte entretenido para una audiencia internacional. A pesar del buen oficio de Conan O’Brien y el renovado entusiasmo en los números musicales, la ceremonia de la entrega de premios pasó por puntos bajos y otros, directamente tediosos. Algo que incluyó los extensos y desordenados agradecimientos de los ganadores. 

Del equipo de compositores de Emilia Pérez, cantando en un apresurado agradecimiento a capella que tuvo mucho de provocación a los largos cinco minutos que Adrien Brody exigió para explicar sus sentimientos luego de triunfar. La ceremonia tuvo que lidiar con la posibilidad de volverse complicada de manejar — cosa que ocurrió — y convertirse en un espectáculo interminable y tedioso.

Brody rompe récord del discurso más largo de los Oscar en una gala con baja de audiencia

La producción pareció lidiar como pudo y no siempre con habilidad, con la necesidad de ser más flexible, rápida y amena. Lo que llevó a cambiar el orden de las presentaciones en al menos dos ocasiones, además de acortar los discursos de los actores sobre el escenario a lo mínimo. No obstante, a pesar de los esfuerzos, la gala no logró equilibrar sus momentos más entretenidos con la necesaria espontaneidad de los premiados. Una combinación complicada que fue un plomo en el ala para la celebración. 

Otro punto incómodo fue la evidente necesidad de minimizar cualquier impacto político de la ceremonia. A diferencia de otras ocasiones, apenas el discurso de los ganadores al mejor documental por No Other Land y uno que otro chiste sarcástico de O’Brien, la ceremonia pareció extrañamente rígida y neutral. Un punto preocupante en una época en que la necesidad de la reivindicación política en Norteamérica parece más pertinente que nunca.

Lo feo de la ceremonia del Oscar 2025

La gala de la entrega número 97 del Oscar, estuvo marcada y en maneras incómodas por Emilia Pérez. Eso, a pesar de que Conan O’Brien intentó disipar la tensión bromeando, casi desde el comienzo, con el escándalo de reputación de Karla Sofía Gascón. Pero al parecer no fue suficiente y fue evidente que la participación de la actriz española se limitó a lo mínimo. Lo que fue más llamativo — e incómodo — que una eventual postura más neutral con respecto al escándalo que le precedió.

Pero la larga estela de Emilia Pérez persiguió a todos los involucrados. Hubo un notorio silencio luego del anuncio de varias de sus candidaturas — más que evidente por los aplausos que los presentes dedicaron al resto — y al momento del triunfo de Aún estoy aquí (2024), como mejor película de habla no inglesa, la cámara enfocó a un serio y contrariado Jacques Audiard.

Todo pareció volverse un poco más serio, cuando Zoe Saldaña recibió el galardón a mejor actriz de reparto por su papel como Rita. En el escenario, la intérprete agradeció por su nombre a casi todo el equipo de la cinta, pero ignoró de manera deliberada a Karla Sofía Gascón. Lo que dejó claro la opinión de Hollywood sobre lo ocurrido y lo complicado del terreno alrededor del tema, 

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