OPINIÓN

Llegaron las primarias, gran oportunidad para Venezuela

por Oscar Hernández Bernalette Oscar Hernández Bernalette

“Hay que cuidar las primarias” fue el título de un artículo que escribí hace unos meses cuando se creó la Comisión Nacional de Primaria. En ese momento di mi voto de confianza al excelente grupo de ciudadanos que generarían confianza en un camino tortuoso y lleno de  obstáculos, como hemos podido  atestiguar durante estos meses. El profesor Jesús María Casal y la mayoría de su su equipo han demostrado honestidad y compromiso. Los candidatos han demostrado vocación democrática. Esta es la primaria de la única oposición frontal al gobierno.  Como hemos afirmado, esa  oposición tiene rostro, es la perseverante en su lucha, con muchas  virtudes y la que ha cometido errores. Insistimos, la que representa las aspiraciones de las mayorías que quieren un cambio. Así como no hay dos gobiernos, no hay dos oposiciones. Los primeros quieren a toda costa seguir gobernando después de veinte años. Los segundos, aspiran al poder para transformar el país. Aspiración legítima y necesaria. De allí la importancia de fortalecer la unidad y especialmente a partir del próximo domingo 22.

Quienes juegan medias tintas quedarán fuera. El gobierno hará lo imposible por no perder el poder y la oposición seguirá su camino virtuoso de luchar por rescatar a esta Venezuela golpeada. Es así de simple.

Venezuela necesita un cambio, es obvio. Lo que queda de cimientos democráticos se restablecerá solo y cuando se cambie la gobernanza actual. Hay buenos candidatos y candidatas. Después de las  elecciones vendrán nuevos consensos que unirán más a los venezolanos. Serán tiempos de reencuentros. Abrir la nación al futuro, no seguir en el pasado como si lo único que tuviéramos por delante fuera un retrovisor. Las primarias de la oposición  el próximo domingo deben ser un éxito. Apostamos una vez más, por el bien de esta nación que tanto queremos, a que la política buena se posicione sobre la oscura, que quienes aspiran a dirigirnos tengan el mayor de los atributos de un buen político: vocación de servicio.

El país necesita votar y en pocas horas tendremos una vez más la oportunidad de ejercer el más noble de los actos democráticos, el derecho a elegir con transparencia y que nuestra voz se escuche.