La política venezolana se encuentra enajenada ante la crisis económica y de salud que se vive a nivel mundial, sumando a ello la creciente desigualdad de ingresos entre la oligarquía socialista y el pueblo llano, millones de venezolanos continúan subsistiendo al vilo de la precariedad. Desde Unidad Visión Venezuela consideramos que este año es crucial para el país, pues las decisiones que tomemos por las elecciones determinarán el futuro de las generaciones venideras, porque en materia de desarrollo nuestro atraso es difícilmente reversible dadas las circunstancias que predominan en el sistema internacional; sin embargo, nuestros recursos pueden apalancar una recuperación económica, energética y ecológica, tal como está concebido en la vía de las 3E, mencionada en mi artículo de hace dos semanas https://bit.ly/3huvSul.
Estamos a tiempo de cambiar el modelo político y económico que hace agonizar a un país con recursos potenciales en energía y biodiversidad, activando un freno al empobrecimiento de la nación, ya que los primeros diez años festivos de la revolución han dejado una resaca de 12 años en decrecimiento, mostrando un ranking con la cifra más vergonzosa a nivel planetario.
Pedir a los gobernantes el manejo de una economía estable, diversificada y que garantice seguridad alimentaria para todos, es un derecho, un deber de los ciudadanos; sin embargo, para poder exigir debemos conocer y entender el frágil techo que sostenemos ante la inminente hambruna y desnutrición que tortura a la generación actual. Esta materia, convenientemente evadida en el discurso de ambos extremos (quienes entretienen a los electores con temas sensacionalistas como la guerra económica, el bloqueo, la intervención, la injerencia, entre otros) es tema pendiente en un país donde la falta de gobernanza y el declive institucional están a la orden del día.
Sobrevivimos en medio de un Estado fallido y un sistema político incapaz de ofrecer soluciones que estén a tono con la situación que se vive a nivel mundial; por lo tanto, según lo que entendemos del discurso extremista podemos dilucidar que, para estos grupos, llegar al poder o permanecer en él, no garantiza ningún triunfo real para la sociedad, debido a la desconexión, incapacidad e indiferencia que tienen sobre la realidad nacional. Es deber de la ciudadanía reconstruir un centro unido y plural que represente el sentir de las mayorías y minorías que no se ven reflejadas en los extremos, de quienes padecen en carne y hueso las consecuencias de la precariedad política, económica, energética y sanitaria que conmueve a la nación.
Transformar el país no es una tarea que la sociedad deba dejar en manos exclusivas del gobierno; la ordenación constitucional del sistema económico venezolano establece en el artículo 299 que “el Estado conjuntamente con la iniciativa privada debe promover de forma armónica el desarrollo de la economía nacional…”. Sobran ejemplos para demostrar a los electores que es posible alcanzar mejoras en el mediano plazo, siempre y cuando la sociedad participe activamente antes, durante y después de cualquier elección de sus representantes. Es imperativo que se comprenda para qué, por qué y a quiénes se elige como gobernadores, alcaldes, legisladores regionales y concejales.
Para citar un ejemplo enmarcado dentro de la vía de las 3E, podemos proponer sendos debates sobre las iniciativas que promueve la bioeconomía, como alternativa paliativa a la recuperación de la crisis de la industria petrolera y eléctrica del país. La bioenergía, biotecnología, biodiversidad y servicios ambientales, son temas que deben desarrollarse para que las regiones gestionen de manera autónoma e inteligente sus territorios. Urge la necesidad de dar un giro al debate político nacional para trascender la mediocridad mediática en la cual se ha incrustado en los últimos años. En Unidad Visión Venezuela propiciamos un debate político, donde todo aquel que tenga el conocimiento, la voluntad y la responsabilidad para actuar con respeto, pluralismo y compromiso, está invitado a participar y juntos limpiar el sendero que nos permita trazar una nueva vía.
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@OmarAvilaVzla
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