Vivimos ya el pasado de un sistema político y se ha estructurado un liderazgo nacional con visión de futuro.
Sin este no es posible el cambio, el cual se va forjando en recurrentes crisis. No son necesarias las alabanzas. Se distingue por su actuación en un momento histórico determinante para el país. Examinarlo exige precisión, ante la voluminosa producción ambulante. Requiere rigor científico. Proliferan las teorías para tratar de explicar la noción de liderazgo. También otras, que son retratos de trepadores y negociantes, que no interesan al efecto de esta nota.
Investigadores de la Pontificia Universidad Javeriana y numerosos centros de investigación mundial dedican ingentes esfuerzos al tema referido. Recomiendan leer a Sartori o Kuschera, a objeto de comenzar por buen sendero. El doctor Kissinger lo plantea a partir de su consideración de estadistas, brillantes e inteligentes, cuyos aciertos y errores redefinieron la geopolítica a finales de siglo y comienzo del nuevo curso de la humanidad.
Las características del liderazgo de esta época se nutren multidisciplinariamente. Por ejemplo el psicólogo estadounidense Lawrence Kohlberg desarrolla la teoría moral, indispensable cuando los razonamientos y decisiones se producen en sociedades secuestradas y confiscadas por indecentes tiranos.
Un líder debe ganarse el respeto moral. Ciulla lo llama poder referente. “La gente sigue voluntariamente a los líderes que a su vez saben respetar”.
Investigaciones de Constanza, Correa y Aguilar de la ya referida casa de estudios, caracterizan al líder. Extrapolando los planteamientos básicos, se consigue adaptarlos específicamente a nuestra realidad, ello ha significado despertar y avance de una mayoría- país. “La respuesta es: si en realidad estamos en presencia de un buen líder, tiene que ser cierto que esa persona es eficaz y ética”.
Se requiere un alto sentido de dignidad, lealtad y compromiso. “Debe asentarse en buenas costumbres, creencias firmes, ideas sólidas, incuestionables y principios inatacables”.
Planeación estratégica. Respeto a los acuerdos, la Constitución y las leyes. Los Tratados Internacionales son sagrados para la convivencia mundial. Los acuerdos firmados merecen respeto, civilidad. Humada habló del liderazgo transformacional.
No se centra solo en la individualidad. Es un equipo que incluye seguidores, organizadores, trabajo en proyectos consensuados.
La actividad debe basarse en las tecnologías de información avanzada. “Los comanditos” por ejemplo, requieren la organización de equipos virtuales, para su eficacia, generadora de cambios en sus entornos.
La palabra es sagrada. Es ley, decían nuestros abuelos. Ayudará según Bahá’u a leer la realidad en términos concretos. Los últimos días ante el asalto constitucional y legal se ofrecieron suficientes demostraciones al respecto. Comportarse con seguridad, moderación y coherencia. Confiada y serena ante la incertidumbre.
McKinsey señala, entre otras situaciones, comunicar continuamente y con entusiasmo.
Burns plantea la efectividad del liderazgo, mediante un proceso a través del cual líderes y seguidores alcanzan un nivel superior de motivación y moralidad.
90% de los venezolanos ha reconocido este inédito liderazgo representado por María Corina Machado. Por allí avanza el camino de la historia.