OPINIÓN

Liderazgo e innovación intrínsecamente entrelazados

por David Somoza Mosquera David Somoza Mosquera

El liderazgo y la innovación dentro de una empresa están intrínsecamente entrelazados y representan grandes desafíos. ¿Por qué? Porque alcanzar el nivel óptimo en innovación depende, básicamente, de la calidad del liderazgo: mientras las organizaciones cuenten con líderes fuertes y decididos, la innovación fluirá y será más desarrollada.

Para muestra, los resultados de una encuesta que la Conference Board publicó en 2016. El estudio se realizó entre los CEO de las empresas más importantes y el propósito era identificar aquellos desafíos más críticos en la gestión de sus organizaciones.

Uno de los hallazgos más importantes de ese estudio: el ganador, por unanimidad, fue el capital humano, específicamente el liderazgo. El segundo fue la innovación, que a nivel mundial estuvo entre los cinco temas de mayor relevancia.

Dicho de otro modo, el líder es responsable de fomentar en su equipo el compromiso de aceptar una mentalidad innovadora y de guiarlo hacia óptimos resultados de rendimiento. Pero para ser efectivo es necesario que acepte las diferencias de las personas y conecte esas diferencias con el fin de obtener mejores beneficios.

Otro aspecto relevante es que promueve un clima organizacional productivo y crea valor competitivo en la empresa y condiciones para que surjan nuevas ideas que propicien el desarrollo empresarial.

Esto implica que debe estimular a su equipo para que se vea como un laboratorio, en el que se desafían las ideas, se construye confianza y se intercambian propuestas para plantar las semillas para futuras innovaciones.

Además, un líder entiende la importancia de sumarse a las tendencias del momento para mantenerse a la vanguardia, porque una empresa que no innova deja de ser competitiva y pierde su presencia en el mercado.

Así que expertos se han dado a la tarea de definir las competencias esenciales de un líder que promueve la innovación y que no se refieren solo a su capacidad para generar ideas, sino también a sus habilidades gerenciales y valores personales.

A continuación, presentamos algunas de esas características:

-Íntegro. Debe haber consistencia entre lo que predica y lo que hace y transparente en cuanto a la gestión de los recursos.

-Confianza en sí mismo. Tiene la suficiente confianza para llevar adelante las nuevas ideas y propuestas. Además, debe construir confianza y colaboración.

-Comunicador. En su forma de comunicarse impulsa el pensamiento en una variedad de direcciones que llevan a las nuevas innovaciones.

-Dirige equipo. Tiene la habilidad de organizar el trabajo, distribuir las tareas y delegar autoridad. Promueve oportunidades de desarrollo para todo su equipo e integra distintos equipos de trabajo en torno a objetivos y proyectos.

-Capacidad para gerenciar el cambio. Explica la situación mostrando los beneficios, riesgos y la forma de hacerlo posible. Es capaz de comunicar las ideas de cambio a todos los miembros de la organización.

-Tiene conciencia organizacional. Vigila el cumplimiento de las políticas y protocolos dentro de la organización y propone nuevas prácticas para el beneficio de la empresa, logra su aceptación y aplicación.

-Tiene una visión compartida del negocio. Posee la capacidad de canalizar su conocimiento de la cadena de valor del negocio, así como los actores y condiciones del mercado, para crear nuevas oportunidades o mejoras.

-Es innovador. Destaca por su potencial innovador. Es perceptivo, intuitivo y ve oportunidades que otros no ven, además de proponer soluciones originales y factibles.

De manera que para que los equipos innoven, los líderes deben incentivar a cada miembro del equipo, motivándolos a pensar más críticamente y buscar mejoras continuas. Son ellos los llamados a tomar las riendas y desempeñar un papel importante en la creación de algo nuevo que repercutirá en el mejor funcionamiento de la empresa.