OPINIÓN

Leo y Neymar, ¡gracias por ese abrazo!

por Luis Vicente García Giliberti Luis Vicente García Giliberti

Creo que coincidirán conmigo que la final de la Copa América 2021 fue un juego de una gran intensidad, fuerza, de mucha estrategia y de gran calidad futbolística. También fue un juego donde el fair play estuvo presente –a pesar de algunos momentos intensos y de tensión– pero propio de una final de esta calidad.

Sin embargo, hubo algo que sucedió luego de finalizar el partido, después de los saltos de alegría, el sollozo de esa emoción o el llanto de tristeza por no haber ganado. Y eso fue el abrazo entre Leo Messi y Neymar Jr.

Hoy sabemos que cuando abrazamos o recibimos un abrazo liberamos estés, ansiedad y nos aumenta el nivel de oxitocina, lo que mejora nuestro estado de ánimo. Además, un abrazo también mejora nuestra salud física porque mejora el sistema inmunológico, hace que mejore el ritmo cardiaco y nos calma de una manera diferente. Y más importante aún es lo que sucede a nivel emocional, pues los abrazos reducen la preocupación, ayudan a transmitir tranquilidad y en el caso del deporte, elevan nuestra autoestima porque equilibran nuestro sistema nervioso.

El abrazo entre Messi y Neymar fue un abrazo largo, sentido, emotivo y que creo denota que dentro de una gran rivalidad y de alta competitividad, hay también una gran amistad y un gran respeto. Un abrazo sincero demuestra amor y cada uno le da un significado extra muy personal que depende del momento único en que se está produciendo. Ese abrazo en ese momento luego de la final de la Copa América fue único y seguro será recordado por ambos jugadores y por quienes lo vimos por mucho tiempo.

Ese es el fútbol, ese es el deporte, así es la vida, pero a veces se nos olvida. Por ello quisiera mencionar lo que para mí significa ese gran ejemplo.

No importan:

¡Este abrazo significa mucho!

Este abrazo es un honor a:

En los deportes vemos que los jugadores se abrazan con motivo de una buena o mala actuación, cuando hay una pausa en la acción o cuando hay esfuerzos excesivos; esas son fuerzas aparentemente opuestas que se unen para formar el espíritu deportivo.

Un abrazo es como un bumerán: lo recuperas de inmediato. “Cuando abrazamos y nos abrazan todos los órganos de nuestro sistema se activan: el corazón, el cerebro, los sensores de nuestra piel y nuestro sistema endocrino. Este gesto nos beneficia con una energía extra y una sensación de paz y equilibrio”, sostiene José Antonio Serrano, musicoterapeuta.

Si bien la final de la Copa América fue un partido que cerró un evento de gran emoción en el que el equipo de Argentina ganó el torneo luego de 28 años, también nos deja muchas lecciones. Y una de ellas es que no importan las diferencias o las rivalidades, como mencioné anteriormente. Cuando hay respeto, cuando hay valor, cuando hay valentía, un abrazo tan sentido es reflejo de la amistad, el cariño y la admiración por el otro. En un abrazo sincero, como pudimos ver todos por la televisión, no hacen falta palabras. Disfrutamos de ese silencio que no dice nada y que lo dice todo. Leo y Neymar, ¡gracias por ese gran ejemplo que nos dieron en la cancha!

@LVGarciaG