Introducción
Los terribles acontecimientos ocurridos en las repúblicas de Turquía y Siria, a causa de un sismo de magnitud 7,8 y sus sucesivas réplicas, son un recordatorio para todos los países que no han tomados medidas para la atención de desastres naturales de tal gravedad, cuya ocurrencia es imprevisible y por lo tanto obliga a planificar en términos arquitectónicos, económicos y sanitarios.
Las Naciones Unidas han señalado desde hace muchos años la impostergable necesidad de atender estas emergencias y de hecho fijaron un Día Internacional de Ciudades para celebrar discusiones, acuerdos y debates sobre estos temas. Se conmemora cada 31 de octubre y tiene por finalidad :
“El Día Mundial de las Ciudades se estableció con el objetivo de promover el interés en la urbanización y fomentar la cooperación entre los países para aprovechar las oportunidades y afrontar los desafíos que plantea el urbanismo, así como para contribuir al desarrollo urbano sostenible en todo el mundo.”
Ver: https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N13/453/82/PDF/N1345382.pdf?OpenElement
En este sentido es importante acotar las siguientes informaciones:
“Cerca de 3 de cada 5 ciudades del mundo con al menos 500.000 habitantes corren un alto riesgo de padecer un desastre natural, advierte el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DESA) en su último informe… En conjunto, estas ciudades albergan a 1.400 millones de personas, es decir, alrededor de un tercio de la población urbana del mundo. La publicación, lanzada con motivo del Día Mundial de las Ciudades que se celebra cada 31 de octubre, reveló que 679 de las 1.146 ciudades son vulnerables a ciclones, inundaciones, sequías, terremotos, deslizamientos de tierra o erupciones volcánicas, o a una combinación de estos fenómenos. Un claro ejemplo son grandes centros urbanos como Manila, Tokio, Santiago de Chile o la Ciudad de Guatemala, que están expuestas a 4 o 5 tipos de los desastres naturales previamente mencionados. Entre las ciudades con más de 10 millones de habitantes, únicamente Moscú, El Cairo y Kinshasa tienen un bajo o nulo riesgo de sufrir alguno de los seis riesgos que analiza el estudio.”
Fuente: https://news.un.org/es/story/2018/10/1444682
Lecciones
Antecedentes históricos
En el caso de Turquía y Siria, atendiendo a los reportes de la BBC, podemos referenciar lo siguiente:
“El último seísmo importante en la falla, magnitud 7,4, se había producido el 13 de agosto de 1882 con consecuencias catastróficas. Muchos municipios de la zona quedaron devastados y se contabilizaron más de 7.000 muertos solo en la ciudad siria de Alepo. Las réplicas continuaron a lo largo de todo un año, generando muchos más daños.”
En el hipotético caso de Venezuela, podemos decir lo siguiente:
“El 26 de marzo de 1812 era Jueves Santo, A las 16:05 horas empezó un remesón de tierra que duró 26 segundos, al final de este, los edificios estaban en ruinas y miles sepultados; escenas similares se produjeron en otras urbes. En La Guaira no quedó edificación en pie, a excepción de la casa de la Aduana y las murallas.3 Horas antes, a las 14:30 tembló en Santa Cruz de Mompox y al día siguiente en San Vicente, donde el volcán La Soufrière entró en erupción… El mayor general John Studholme Hodgson, gobernador de Curazao, afirmaba que el fuerte y los almacenes de La Guaira fueron destruidos… ”
Si estas crónicas son pavorosas y trágicas, debemos honrar la memoria de sus víctimas recordando también, lo siguiente:
“El historiador Francisco Javier Yanes dijo que el total de muertos fue de 15 millares. Sin embargo, las fuentes no se ponen de acuerdo. Los viajeros franceses H. Poudenx y F. M. Mayer escriben sobre la Caracas de los años 1811 a 1814, Mémorie pour servir à l’Histoire de la Révolution de la Capitainerie Générale de Caracas depuis l’abdication de Charles IV, jusqu’au mois d’Août 1814 (1815), estimando el número de fallecidos en 20.000 en todo el país, destacando la capital con 8.000 y La Guaira con 2.500 quinientas. El capitán Thomas Forrest de la fragata inglesa HMS Cyane, indica que toda la mitad de Caracas se derrumbó y murieron 10.000 personas, y La Guaira y todos los pueblos costeros hasta Puerto Cabello acabaron en el suelo; en total de 15 a 20 millares. Después se dirá que en La Guaira desaparecieron 4.000 personas. El francés Jean-Baptiste Boussingault, quien visitó Venezuela una década después, dice que fallecieron 12.000 personas solo en la capital. El político Antonio Muñoz Tébar afirmaba que en Caracas casi todos los templos se redujeron a escombros, dos tercios de las casas también y de las que seguían en pie todas estaban agrietadas, y que se perdieron 6.000 a 7.000 vidas. También que en La Guaira de las 80 casas que habían solo quedaron 2 en pie y murieron 4.000 personas, en San Felipe más de la mitad de sus 7.500 pobladores encontraron su fin y en Mérida fallecieron muchos vecinos. Hodgson estima el total de muertos en 15.000 a 20.000 en la capital y su puerto. En Mérida inicialmente se creyó que padecieron 1.500 personas, incluyendo su cuarto obispo, Santiago Hernández Milanés, pero muchas bajas de la guerra se confundieron con las del terremoto, incluso hubo rumores de hasta 5.000 muertos, más que la población total de la ciudad en esa época; estimaciones modernas reducen el número a 800 víctimas. Los más alcistas hablan de 26.000 muertos distribuidos por Caracas (10.000), La Guaira (3.000), Mérida (5.000), Barquisimeto (4.000-5.000) y San Felipe (3.000). Muchos de los cadáveres estaban tan putrefactos al momento de ser rescatados de entre las ruinas que debieron quemarse en montones.”
Ingeniería & Urbanismo
En este campo, se destacan 2 variables fundamentales como son:
Las edificaciones
En el caso de Turquía y Siria, se puede referir lo siguiente:
“Desafortunadamente, es muy poco común que haya infraestructuras resistentes en el sur de Turquía y especialmente en Siria. En este momento, salvar más vidas depende de una rápida respuesta. Las próximas 24 horas son cruciales para encontrar supervivientes. Después de 48 horas el número de supervivientes disminuye drásticamente», apunta Carmen Solana, profesora adjunta de vulcanología y comunicación de riesgos en la Universidad de Portsmouth. Pero, además, este terremoto ocurre en una región donde hacía más de 200 años que no había un sismo de estas magnitudes y ni siquiera ha habido en este tiempo alguna señal de advertencia, por lo que el nivel de preparación es menor que en una zona que esté acostumbrada a temblores… Aún así, Arancha Izquierdo, sismóloga de la Red Sísmica Nacional de España, apunta que «para una magnitud de 7,8 es muy difícil construir algo que lo resista, casi todas las construcciones no están preparadas».
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-64544634
En el caso de Venezuela, es muy obvio el predominio de construcciones informales en la mayoría de las 100 ciudades más grandes de Venezuela, donde habitan entre 85% -90% de sus habitantes, por lo cual un evento sísmico de grandes proporciones puede tener consecuencias “dantescas” , que inutilizarían el funcionamiento normal del país, durante muchos años, considerando que no existe en la actualidad recursos financieros ni siquiera para mantenimientos en condiciones normales en buena parte de nuestra infraestructura.
Sistema de alerta
En el caso de Turquía, según la misma fuente anterior, se destaca lo siguiente:
“Y, en este caso, el país carece de un sistema de alerta sísmica al estilo de México, donde unos sensores monitorean permanentemente los movimientos de la tierra y, cuando detectan alguno que pueda convertirse en un sismo de 6 en la escala de Richter, emiten inmediatamente una señal de radio. En el caso de Ciudad de México llega a una central que la retransmite a estaciones de radio, televisión e incluso está en aplicaciones para teléfonos celulares. Estos segundos previos de aviso pueden hacer la diferencia y que la gente logre salir de sus casas y ponerse a salvo. ”
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-64544634
En el caso de Venezuela, sobran las palabras, pues todo lector que conozca nuestra particular realidad nacional entiende que existe la necesidad perentoria de evaluar todos los sistemas de protección civil, a objeto de darles lar recursos financieros para poder afrontar todo tipo de desastres, como los ocurridos en el estado Aragua, en Maracay y Las Tejerías.
Conclusiones
Se hace indispensable la constitución a nivel de gabinete ministerial de un Ministerio de Emergencias y Administración de Desastres, para desarrollar por municipios y estados los planes de contingencias específicos que deben existir y en conocimiento de la población para saber qué hacer en caso de desastres.
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