Entre los nuevos modelos de negocios que van a instalarse en el mundo, y en el hemisferio concretamente, están los relacionados aquellos de generación de H2V (hidrógeno verde).
Ya tenemos anotado en anteriores análisis que el H2V es un combustible limpio que se produce utilizando como fuente principal a la energía renovable (solar y eólica); a través del proceso técnico de separación de la molécula del agua H2, y se realiza en equipos llamados “electrolizadores”.
Ciertamente aún falta algo de tiempo (algunos años) para llegar al momento crítico en que esa industria pueda ser sostenible, cubrir sus costes, tener una tecnología de punta y empezar a cooptar nuevos mercados y satisfacerlos.
Sin embargo, de ello, trabaja con mucho ahínco el organismo Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), en posicionar al hidrógeno y para ello estima que el hidrógeno (y sus sub-derivados) podrían satisfacer más del 15% de la demanda mundial de energía final para 2050.
Recientemente otro organismo, IEA International Energy Agency en su informe sobre proyectos destacados de hidrógeno en LATAM destacó que existe el potencial para alcanzar y superar 90.000 MW (2030).
Actualmente, para ceñirnos en LATAM, existen 15 proyectos de producción de hidrógeno (mediante electrólisis). 6 en Chile, 4 en Colombia, 2 en Brasil, 1 en Argentina, 1 en Costa Rica y 1 en Perú.
Para que LATAM sea una región atractiva para ésta nuevas industria, debe cumplir con ciertos requisitos mínimos: 1) desde los estados estimular la inversión privada en la constitución de empresas privadas innovadoras en desarrollo de tecnología, en generación de H2V y en construcción de infraestructura apropiada; para ello debería hacer cero impuestos y cargas estatales a toda iniciativa para el sector, al menos por los próximos 10 años; 2) en LATAM se debe fomentar a lo que IEA denomina “modelos empresariales específicos” y que yo tengo ampliamente sugerido en mi texto empresarial “Señor Chairman”: es importante que las nuevas start ups empresariales de iniciativas privadas puedan tener el apoyo del estado: el mejor apoyo del estado es dejarlas respirar, no ahogarlas con impuestos y permitir la inversión en la industria; 3) LATAM debe convertirse, además de un nuevo hub de H2V, en un hub de tecnología; porque el desarrollo de hidrógeno verde va de la mano, necesariamente, de nuevos esquemas y modelos de tecnología que ayuden a reducir costes y a ampliar el uso del H2V en nuevos consumidores. Esa transición energética requerirá un verdadero cambio de paradigma en la sociedad e industria; 4) finalmente la coordinación internacional: más que nunca urge que los organismos de LATAM coordinen regulaciones mínimas para industrias transfronterizas en la nueva industria de H2V y promuevan, nuevamente, que los capitales privados lleguen a los países y no estén sometidos a los sobresaltos e inseguridades que “ofrece” la ideología socialista.
Creemos que, en ésta nueva hora de Latinoamérica, Panamá, Uruguay, Paraguay, Costa Rica y la emergente Argentina tienen la mejor chance de liderar escenarios de atracción de capitales privados globales para ésta industria energética. El hidrógeno será, en algún tiempo, elemental en la nueva economía para la construcción de una nueva sociedad que cada vez requerirá más electricidad/energía, con la irrupción de la IA inteligencia Artificial en la industria y la vida cotidiana.
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