2025 se viene a paso gigante. Ya estamos en diciembre de 2024 y a estas alturas hay varias compañías globales que tienen portafolios de inversión y proyectos para la nueva revolución energética del hidrógeno verde, y Latinoamérica será, sin duda, punto neurálgico para estas nuevas iniciativas.
Vean un poco el informe Proyectos de Hidrógeno Verde en América Latina y el Caribe (online, en Google), y podrán comprobar que LATAM es una región privilegiada en el globo por su calidad y abundancia de recursos renovables (eólicos y solares), combinadas con espacio territorial disponible y acceso al agua, factores clave en industrias de hidrógeno de escala.
El hidrógeno verde no emite dióxido de carbono y tiene, hasta el momento en que se desarrolla la investigación de su utilidad, varios usos finales como: industriales, por su fácil almacenamiento, calefacción y para sistemas de transporte, además para refinación (apoyo a la industria de gas y petróleo), producción de fertilizantes, petroquímica y siderurgia. El hidrógeno verde también estaría destinado para el transporte (podría utilizarse en vehículos con pilas de combustible o en la producción de combustibles sintéticos basados en hidrógeno), de manera que, en su momento, podría sustituir al diésel y la gasolina.
No olviden que el mundo necesita más y más electricidad cada día. Y por ello es importante diversificar las fuentes de generación.
Siempre digo e insisto que el hidrógeno debe ser producido, obviamente, desde fuente eléctrica renovable (solar, hidro o eólica) pero naturalmente para lograr alcanzar el punto de uso comercial y en volumen del hidrógeno verde aún falta investigación, reducción de costes de producción e inversiones en infraestructura.
La muy bien afamada Asociación Mexicana de Hidrógeno, que siempre debate y propone líneas maestras de la una Estrategia Industrial de Hidrógeno, indicó que en México se tienen proyectos de inversión y sus respectivas autorizaciones en proyectos que, en conjunto, requerirán inversiones mayores a 20,000 millones de dólares.
Latinoamérica básicamente tiene oportunidades en desarrollar nuevas industrias del hidrógeno, en esta revolución energética, en:
- producción de hidrógeno verde,
- producción de amoníaco verde,
- construcción de plantas y centros de almacenaje,
- desarrollo de infraestructura tecnológica adecuada,
- programas de capacitación y de intercambio de best practices en LATAM.
Todo dependerá de cuán viable es contablemente la producción y venta de hidrógeno verde, sencillamente cuánto cuesta producir y cuál será el precio de venta al consumidor final.
La ecuación tiene muchas variables:
- viabilidad del negocio,
- estabilidad del país en donde se realiza la inversión,
- incentivos estatales, entendiendo que no existan trabas e impuestos estatales que ahoguen la industria,
- costos de producción, costos de construcción de soluciones de almacenamiento y costos de transporte.
Actualmente, aunque las cifras van a variar en breve, el costo nivelado del hidrógeno verde se encuentra a nivel mundial entre 4,50 y 6,50 $/kg (fuente: Consejo Mundial del Hidrógeno).
Muchos analistas y expertos indican que para que el hidrógeno sea competitivo su costo debe estar en el rango de 1 y 2 $/kg.
De momento Chile tiene el mayor número de proyectos de hidrógeno (desde 2021 alrededor de 60 proyectos) y muchos de ellos se prevé que entren en funcionamiento antes de 2030.
Brasil tiene 42 proyectos; Colombia 27 proyectos, Argentina 11, México 9, Costa Rica 7, Uruguay 6 y Perú 5.
En cuanto a proyectos ya operativos de hidrógeno, un par de ejemplos: en Colombia, por ejemplo, una iniciativa para sustituir el hidrógeno gris por hidrógeno renovable en refinería de Cartagena de la empresa petrolera colombiana Ecopetrol, mediante utilización de un electrolizador de 50 kW para producir 20 kg diarios de hidrógeno (Fuente: Google) y Costa Rica con su proyecto piloto de Ad Astra produce 2,5 kg de hidrógeno renovable al día utilizando un electrolizador de 5 kW para alimentar el combustible.
Lo que urge en el hemisferio es una regulación transparente, iniciativas estatales de cero impuestos a desarrollo de plantas y tecnología de hidrógeno y principalmente fomento a alianzas entre privados que inviertan en países con estabilidad y seguridad jurídica a la inversión.
El autor responde comentarios sobre sus análisis en sus plataformas: Instagram @borissantosgomezuzqueda y X: @BorisSGomezU