«La maledicencia escrita es inofensiva. El tiempo es un sepulturero ecuánime: entierra en una misma fosa a los criticastros y a los malos autores. Mientras los envidiosos murmuran, el genio crece; a la larga aquellos quedan oprimidos y éste siente deseos de compadecerlos, para impedir que sigan muriendo a fuego lento».
José Ingenieros – El hombre mediocre
I Introducción
El tiempo precisa las cargas, y las cargas solo quedan para aquellos que jamás lograron distribuirlas en los procesos de evolución de la vida. Por ello, es que tal vez, algunos siguen sin comprender los efectos que tuvo la economía del siglo XVIII, cuando apareció la revolución industrial y los planteamientos de Adam Smith sobre aquel capitalismo, o las ideas que Karl Marx entroniza en El Capital durante el siglo XIX, las cuales los comunistas matizaron con el nombre del marxismo; sin comprender que tanto las fuerzas de ese capital, como las de los trabajadores y la sociedad, cambiaron vertiginosamente después de la II Guerra Mundial, y más aún, después que apareciera la internet hacia finales del siglo XX, y que hoy, en pleno siglo XXI, algunos siguen sin detallar el aspecto de la suprageocomunicacionalidad {1} como un elemento tecnológico que trastoca, por no decir, refundó los aspectos de la complejidad del pensar, y por ende, aquellas teorías y conceptos de hace 200 años solo deben ser valoradas como elementos geohistóricos y geoeconómicos; pero desvinculados del plano político contemporáneo.
II Cuando el neototalitarismo desconoce la economía y niega las sociedades
Uno de los aspectos que los economistas y estudiosos de las ciencias sociales, no han logrado alcanzar en espacios de equilibrios dentro de los Estados, centros y periferias, están en que siguen invadidos sobre situaciones no proporcionales de lo que sería la neoesclavitud, o lo que es lo mismo, esas economías incrustadas en falsos esquemas que algunos llaman “socialismo”, cuando son regímenes neototalitarios que no permiten avanzar sus economías, y sólo incrementan males sociales como la pobreza y la emigración; y básicamente por no tener acuerdos constitucionales y jurídicos sólidos, así como una institucionalidad que puede dirimir en algún momento histórico, las diferencias que por una u otra causa, pueden surgir en cualquier sociedad, como parte de que jamás habrá pensamientos únicos, salvo precisamente en aquellas naciones donde las cúpulas hegemónicas del poder no aceptan, por ejemplo, que temas como los de la soberanía, no son imposiciones de los Estados hacia los ciudadanos, sino que son normas que están ajustadas con las necesidades que tiene los ciudadanos en sus espacios biológicos, educativos, asistenciales, culturales y, con mayor medida en este siglo, tecnológicos, porque en esencia, nuestra vida, desde escribir un mensaje, hasta poder encontrar la salvación ante una enfermedad, se encuentra en buena medida, ante los avances científicos de la biotecnología.
Así tenemos que en América Latina hay tres naciones que están bajo esquemas neototalitarios: Cuba, Nicaragua y Venezuela. En esas tres naciones además que están gobernadas por individuos que jamás ganarían una elección presidencial en comicios que sean auténticamente libres, lo que predomina son salarios depauperados o nulos, como en Venezuela, donde el ingreso mínimo es de 4 dólares, es porque son regímenes donde lo único que se multiplica ante la miseria, es la emigración como factor de salida social, porque se ha perdido el sentido de la esperanza, la emoción de un mejor futuro, y por el contrario, solo se conjuga en sus habitantes, tristeza, melancolía y pérdida del sentido de la vida.
Verbigracia, estas son las realidades donde los Estados o regímenes neototalitarios al negar que los orígenes de las sociedades han estado en sus luchas por la libertad, y son oprimidas, se resquebrajan todas las condiciones de desarrollo económico, y por ende, se mutilan las posibilidades de desarrollo social, porque no habrá progreso económico, y menos que ésta última variable encuentre la articulación con la amplitud tecnológica del siglo XXI, lo cual coloca a tales naciones en cuadros de atraso en los planos de la educación, el conocimiento, la investigación, la salud, que son por esencia, las bases de lo que en realidad son la identidad y la soberanía, conjugadas en los avances de sus pueblos hacia una mejor calidad de vida, o sea, la felicidad de las personas.
III Las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) en Honduras construyen una economía societaria y soberana para la gente
Ante lo descrito, si los Estados no tienen nuevas concepciones sobre el funcionamiento de la economía que ha llegado hasta los niveles de las monedas y las transacciones financieras digitales; así como un mundo donde la educación, la producción, la ciencia, la investigación y la biología están articuladas con la tecnología en todos sus aspectos procedimentales contemporáneos, no sólo es desconocer el cómo se mueve el mundo desde Asia, Europa y Estados Unidos y Canadá.
Y sin que esto signifique convertirse en un seguidor en la aplicación de sus tesis económicas, tampoco es menos cierto, que naciones como China, Singapur, Malasia, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, entre otras, son las que han adoptado desde el ejemplo de la Unión Europea cuantiosas inversiones desde el capital privado para erigirse con las ZEDE como grandes protagonistas en las transformaciones de sus economías, y sin obviar que contrario al discurso, que en algunas ocasiones se multiplica con seudo analistas y desinformación, estos proyectos generarían en Honduras y América Latina una “pérdida de la soberanía”; cuando precisamente, sobre la base del concepto de soberanía se robustece el tema social, en el plano de que la economía comienza a generar los suficientes bienes y servicios que requiere una sociedad determinada, que a su vez, multiplica los empleos, y aumenta de manera significativa los salarios de los trabajadores, en perspectiva con los emprendimientos que motorizan el dinamismo de las economías desde sus nomenclaturas internas, es decir, los proyectos no sólo de las empresas, sino las ideas de la gente materializadas en sus iniciativas de producción y desarrollo comercial, o de servicios.
IV Las ZEDE como promotoras de empleos, educación, identidad y soberanía: testimonios de nativas y trabajadores de Próspera
Sobre la base de lo anterior, y con una fortaleza histórica y epistemológica, es obvio que la praxis que se ejecuta en tales nomenclaturas, se orienta hacia el éxito como máxima norma de la economía en sus pueblos, y que mejor respuesta que los testimonios de quienes desde sus pueblos han encontrado en las ZEDE una forma de vida, con esperanzas y sentidos que generan expectativas contrarias con la pobreza y la migración que, han sido la constante de la mayoría de países de América Latina, y que en Honduras, desde Crawfish Rock y Roatán expresan en sus palabras, el cómo otra realidad si es posible, cuando las economías trascienden las sociedades en beneficios de sus trabajadores y sus naciones.
Así, desde Prospera, una de las ZEDE en Honduras, una docente expresa: “Khan Academy surgió aproximadamente en 2020, empezó con alrededor 10 estudiantes de la comunidad…es el nombre del programa que está en internet, donde los niños vienen y se inscriben reciben una dirección de correo electrónico…es un programa en línea… que está disponible para los niños de Crawfish Rock” (Prospera HN, 2023, 0m 3s), y luego un representante añade: “Khan Academy…ha sido la diferencia en la vida de mi hijo…vivimos en una comunidad donde la educación es deficiente, especialmente en inglés, y desde que llegó Khan Academy ha ido evolucionando mucho y aprendido mucho…» (Próspera HN, 2023, 0m 31s). Es decir, las ZEDE son proyectos que entienden que la tecnología no sólo es una vinculación indispensable para la constante de sus actividades económicas, sino que son complementadas con la educación de los hijos de los residentes y trabajadores de sus espacios; porque se comprende que es el cambio de paradigma y el avanzar para la gente y sus comunidades, por ello, en este caso, el aprendizaje de idiomas y otras complexiones del currículo educativo, fortalece la educación y la cultura de los niños en las comunidades mencionadas.
Otro testimonio que señala el cómo una digna mujer -Mauren-, no sólo afianza su espacio como trabajadora, es que su identidad cultural religiosa, la hace pública en una concepción de encontrar lo que tal vez, había desaparecido, lo que al final fortalece los valores y la idiosincrasia de los pueblos, o sea, la soberanía no vista en abstracto, sino como una ejecución de variables que en cada una de sus palabras se convierten en una oración. Por consiguiente, la señora Sánchez nos habla: “…Bendigo al que tuvo la idea de este proyecto tan hermoso. Le doy gracias a Dios porque este proyecto es muy bueno; y al igual que mí, muchas personas somos beneficiadas, eso es lo que necesita este país, y esta ciudad (lágrimas)…personas que tengan una visualización de ayudar al que menos tiene”…(Próspera HN, 2023, 0m,1s).
Y cuando las realidades adversas son superadas desde la migración como una constante que se ha ido incrementando en América Latina, y donde Honduras no es la excepción, la narrativa autóctona, y sobre todo sincera de Francisco López resulta infranqueable: “…Había gente aquí que no tenía trabajo, que ahora está trabajando…¿Adónde iríamos a buscar trabajo, si no hay? Pero, si hay empleo, si hay desarrollo, entonces, aquí no más lo tenemos” (Prospera HN, 2023, 0m,12s). Sin duda, que los territorios marcan un antes y un después, más, cuando han sido poblaciones olvidadas por los Estados y sus gobiernos, pero encuentran en los proyectos de transformación económica, un respeto y equilibrio entre lo ambiental y humano, que luego se ve fortalecido por las grandes dinámicas de una articulación económica y tecnológica; pues esa es la evolución y consolidación de los desarrollo, y en consecuencia, de más y más empleos, que benefician a los trabajadores, profesionales y emprendedores.
Y si el problema de la migración ha sido una constante en los países de la región, y Honduras no ha sido la excepción, Kennet en su rol de nativo de Roatán, no sólo explica la realidad, sino que hace implícito ese antes y después como parte de su vida y las de otros. En síntesis, su apellido Watler que forma una identificación de quienes allí residen menciona: ”La novia de Honduras de vuelta. Soy carpintero…ya la inversión y todo eso aquí genera empleo. Ya la gente no va a tratar de emigrar como antes cuando empecé a trabajar con Próspera” (Próspera HN, 2023, 0m,1s).
En conclusión, las ZEDE no son una teoría en discusión de grandes auditorios académicos porque sus desarrollos están generando inversiones y empleos en la mayoría de países que han adoptado estas formas de producción primaria, así como de bienes y servicios. En Honduras son realidades que ya están basadas en los testimonios y formas positivas de vida de nativas y trabajadores de Crawfish Rock y Roatán que están marcando otros caminos para una economía sustentable en la patria de Morazán. Próspera es una de ellas.
@vivassantanajav
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Referencias
López, Francisco. [Prospera HN]. (2 de noviembre de 2023). Desempleo en La Ceiba: La Razón Detrás de la Migración Hondureña. [Archivo de Vídeo]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=FnqrYQRy64c
[Próspera HN]. (30 de octubre de 2023). Trazando el Futuro Brillante de la Educación en Roatán con Khan Academy | Próspera ZEDE. [Archivo de Vídeo]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=P4c1pwxi1tk&t=22s
Sánchez, Mauren. [Prospera HN]. (4 de septiembre de 2023). Descubre el poder de la prosperidad. [Archivo de Vídeo]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=eXmuduLJM2M
Watler, Kennet. [Prospera HN]. (10 de noviembre de 2023) Transformación en La Ceiba: La Historia Inspiradora de Kenneth, Carpintero en Próspera Satuyé. [Archivo de Vídeo]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=KfZZjZHl1SM