La Comisión Nacional de Primarias acaba de instalarse luego de un arduo proceso de consultas que permitió conformar un grupo equilibrado, imparcial y con notable peso específico, que le dará legitimidad a un proceso tan complejo como ese. Al final, se constituyó un equipo presidido por el respetado jurista Jesús María Casal e integrado por compatriotas que gozan del aprecio de los distintos sectores de la oposición, que han manifestado interés en participar en la consulta de la cual saldrá el candidato unitario para las elecciones presidenciales que deberán efectuarse en 2024.
Las labores de ese equipo son en extremo exigentes y delicadas. Tendrán que determinar el cronograma electoral, que corona con la fecha de la convocatoria a las votaciones; lograr que los aspirantes sientan que el organismo actúa con firmeza y ecuanimidad ante cualquier abuso o exceso por parte de alguno de los participantes; depurar el Registro Electoral Permanente con el aval de los aspirantes y organizaciones que los respaldan; acreditar los representantes de los distintos aspirantes y comprometerlos con las tareas que deben cumplirse antes, durante y después de la cita; garantizar que el candidato surgido de la consulta no pueda ser impugnado por algún grado de parcialización del organismo conductor.
Las labores que debe llevar a cabo la CNP, de las cuales solo he hecho una rápida e incompleta lista, combinan aspectos técnicos, operativos, jurídicos y políticos de alta complejidad. Lo más conveniente sería que los partidos y candidatos la dejen trabajar sin presiones indebidas ni amenazas o chantajes. La CNP deberá resolver si busca el apoyo técnico del Consejo Nacional Electoral para llevar a cabo la consulta comicial. Si es factible que los venezolanos que se encuentran en el exterior voten. Hasta dónde, con los recursos y las condiciones existentes, resulta factible garantizar una votación confiable más allá de nuestras fronteras, sin levantar suspicacias o evidenciar cierto ventajismo de tal o cual aspirante u organización.
Estos temas, y otros similares, por su complejidad, deberían ser materia exclusiva de la CNP, sin la interferencia de los actores del proceso. Por supuesto que la CNP deberá contar con canales de consulta con las organizaciones políticas y los candidatos, para resolver asuntos tan espinosos como el del respaldo técnico del CNE o el voto en el exterior. Sin embargo, lo que no me parece conveniente es que los dirigentes sigan ocupándose públicamente de esas cuestiones una vez que la CNP ya se ha constituido y está comenzando a trabajar y a formar los equipos específicos que se colocarán frente a cada uno de los nudos que debe desatar. Si una de las metas del proyecto de recuperación democrática reside en rescatar la independencia del CNE, la realización de las primarias constituye una excelente oportunidad para demostrar, a través de la CNP, que la oposición sí sabe resguardar esa autonomía.
A partir de ahora, quien pretenda convertirse en candidato de la oposición debe dar a conocer sus ideas, sus propuestas fundamentales de gobierno, las razones por las cuales considera que es él, o ella, quien debe salir favorecido por el voto de los electores. Debe señalar cuáles son los proyectos que ha diseñado para reconstruir el Estado y la sociedad, y rescatarlos del nivel de ruina en el que los ha hundido el régimen durante el cuarto de siglo que ha controlado el poder.
La oposición, mediante las primarias, tiene la extraordinaria oportunidad de demostrar que puede preservarse compacta en medio de las diferencias y el contraste de opiniones. Que puede mantenerse unida a pesar de la diversidad. Que no le teme a ventilar en público sus diferentes concepciones porque la democracia consiste en confrontar puntos de vista dentro de una atmósfera de respeto por el contrincante.
En la actualidad, el porcentaje de venezolanos opositores o, en todo caso, desencantados del régimen, dispuestos a participar en las elecciones primarias ronda el 40%. Esta significativa cifra podría elevarse de forma sensible si la CNP realiza el trabajo transparente y eficaz que se espera de ella; y los candidatos se dedican a animar a los electores recorriendo el país con proposiciones sensatas y atractivas.
Cada quien debe dedicarse a hacer lo que le corresponde, sin obstrucción ni injerencia.
A la CNP hay que apoyarla y fortalecerla. El entusiasmo que despierten las primarias podría ser un anticipo de lo que ocurriría en 2024, si vamos con un líder escogido por el pueblo que busca un cambio democrático.
@trinomarquezc
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