En esta semana voy a escribir sobre uno de los eventos olímpicos que captan las miradas del mundo, tanto de la audiencia televisiva como de los expertos en la materia, como los miles de medios que están siguiendo el evento, donde los patrocinadores no dudaron en invertir en este megafiesta olímpica como regalo para el mundo.
Lo que más impresiona no son los récords olímpicos, o récords paralímpicos, ni sus mejores tiempos nacionales e internacionales de cada uno de los deportistas, sino lo que más impresiona a la audiencia y observadores en directo desde las mismas instalaciones deportivas en Francia es el espíritu optimista que aportan estos auténticos luchadores de las distintas disciplinas donde se baten como héroes para los que padecen alguna discapacidad como para toda la humanidad.
La mayor lección que se lleva el mundo, en especial en aquellos lugares donde se está pensando en conflictos, guerras y todo tipo de acciones contra la paz, que existen miles y millones de espíritus jóvenes que están dándolo todo por mejorar cada vez más sus debilidades, sus limitaciones, sus flaquezas, como un verdadero ejemplo para todos.
Donde no son sólo son héroes los ganadores de medallas, sino todos los participantes en general, impresionantes espíritus llenos de alegría, sonrisas, optimismos y fuerzas que ni los más expertos en temas de autoayuda los podrían transmitir y enseñar como estos espíritus llenos de vida.
Además de que enseñan a todo el mundo que cualquier limitación no es obstáculo en ningún ámbito de la vida, incluso hay participantes que son potentes modelos de la moda internacional.
Otra lección de vida para todos mientras en el mundo existen grupos que insisten en los derroteros contra la paz, por otro lado existen millones de seres humanos especiales, que aún con todas las limitaciones se yerguen como únicos, invitándonos a todos a luchar no sólo por sí mismos, sino por ser referencia mundial para todos, en no dejarse vencer ante las condiciones que puedan aparecer en la vida.