Durante todos los tiempos, las migraciones se han vivido en todos los seres vivos desde los partículas más infinitesimales del átomo y de la célula hasta las más grandes y en todas sus formas son un proceso de transmisión de aportes necesarios para el desarrollo de la vida en constante cambio y evolución.
A propósito de las migraciones, existen pasajes de la Tora o del Antiguo Testamento como mejor se conoce en Occidente, que son una prueba documental, geográfica y arquitectónica de la riqueza sobre la transferencia cultural de las migraciones en el alma de las naciones de acogida.
En ese sentido, las pirámides no se hubiesen podido construir si no fue por el ingenio y mano de obra de los israelitas que participaron en tales megaconstrucciones, e incluso su participación también queda registrada en Babilonia y otros pueblos de nuestra historia universal, como el hecho de su participación en las grandes catedrales góticas de la Europa medieval, tanto en el aspecto financiero, como creativo, eso sin olvidar la estrecha relación, entre judaísmo y cristianismo, no en balde se denomina judeocristianismo la fe dada por el Gran Kabir Jesús Rey de los judíos.
Lo que sí es absurdo es que, conociendo todo el drama del Antiguo Testamento del pueblo hebreo, se sigan cometiendo los errores históricos de animadversión, rechazo y repudio contra el extranjero, reincidiendo en las equivocaciones de los primeros siglos de la historia narrada en el libro más traducido por todas las lenguas como lo es la Biblia.
De todas las formas, las migraciones en todos los tiempos han enriquecido la cultura, el carácter e incluso han permitido fortalecer las relaciones humanas en toda la globalidad.
En tal sentido, piense lo que se piense fue y es el cristianismo el sistema de pensamiento que mejor explica y fácil de entender las diferencias culturales y de todas las maneras como son las migraciones, un proceso de fortalecimiento del mundo en el marco de los derechos fundamentales para las efectivas relaciones humanas universales de respeto por el otro en pro del desarrollo de la civilización de cara a la globalización.
En los últimos días se pudo observar tanto en los Juegos Olímpicos como ahora en los Paralímpicos, frente a la mirada de todas las naciones del mundo, cómo las delegaciones de los equipos deportivos del mundo están conformadas por una considerable presencia de deportistas, instructores, técnicos, árbitros y maestros extranjeros de todas las latitudes del planeta. Esto igual pasa en todas las ciencias, artes, la filosofía, la música, la religión, la justicia, entre todos los ámbitos y escenarios del desarrollo de la civilización de todos los siglos.
Para concluir, la humanidad se encuentra adentrándose en un escenario de globalización inusitada, donde no sólo terminarán las fronteras, por lo poco lucrativas de tales formas, sino que además se abrazará la humanidad como nunca antes visto.