Rosario Santander Estaba, es nuestra invitada a la presente entrega de “Las caras de quienes construyen ciudades en América Latina” -y la primera de este cuarto ciclo que inicia hoy y abarcará el año 2021-, a quien agradecemos infinitamente por haber aceptado la invitación a participar de esta entrevista, que espero sepan apreciar tanto como nosotros, por la pasión que le imprime a todo lo que hace y por el sensible tema que tocaremos: la seguridad vial.
Rosario es venezolana y de profesión comunicadora social, titulada en la Universidad Central de Venezuela (Caracas, Venezuela). Cuenta con especialización en gerencia de proyectos de responsabilidad social, empresarial y comunicaciones. Se desempeña como Coordinadora de Proyectos de la Fundación Seguros Caracas, labor en la cual se viene desempeñando desde hace diez años, teniendo entre sus responsabilidades directas los programas de responsabilidad social, con el impulso a proyectos absolutamente exitosos como lo son la publicación del libro verde de Armando Scannone para personas con diabetes: Mi Cocina Ligera; la creación de la Red Venezolana de Seguridad Vial y la concepción y publicación de la revista técnica Aportes Viales, que lleva dos ediciones.
Cabe destacar, que la Fundación Seguros Caracas, como lo indican en la página web de la empresa aseguradora Seguros Caracas, forma parte del esquema de responsabilidad empresarial de la misma, y funge como una fundación sin fines de lucro que nace en el año 2008 del compromiso con la sociedad, siendo que se trata de una empresa de mucha tradición con más de 70 años de historia en Venezuela. Esta organización, tiene la misión de “promover vidas más sanas y seguras”, y para cumplir con este objetivo ha articulado la generación de redes de valor en prevención y atención de la seguridad vial y la diabetes, considerando que son de las principales causas de siniestros en el país. Se han comprometido en el desarrollo del trabajo conjunto con entes públicos y privados y, a realizar esfuerzos que contribuyan a generar aún más conciencia sobre estos problemas que representan amenazas de salud pública en crecimiento.
En el marco de esta descripción, se desarrolla esta interesante entrevista, que traemos este mes a la columna, siendo que Rosario, por sus actuaciones a través de hechos tangibles, aporta a la transformación positiva de las localidades en las que ha tenido oportunidad de laborar y, por ello la considero una persona clave para el desarrollo de la movilidad segura y sustentable en Venezuela y Latinoamérica. Es un honor poder traerles la opinión especializada de esta profesional, que transcribo en lo adelante de este artículo.
—Siendo usted la representante de una fundación que nace de una aseguradora, inicialmente promovida por la empresa de origen estadounidense Liberty Mutual, y que está orientada a la prevención de la diabetes y la promoción de la seguridad vial, en Venezuela, y estando involucrada con tantas asociaciones y organizaciones, sobretodo de índole ciudadano, ¿qué opinión le merece el momento que viven las ciudades venezolanas con la crisis política actual, que ha venido a exacerbarse con la pandemia del Coronavirus? Y ¿cómo esto se ve reflejado en los índices de inseguridad vial, si fuera el caso?
—Las ciudades venezolanas están viviendo una cotidianidad de muchas dificultades en donde los servicios básicos no están disponibles continuamente y, mientras más lejana está la ciudad de la capital del país, más severo es el acento de la desatención. En cuanto a la data encontramos ausencia de registros públicos de incidentes en las vías, pero con las informaciones de las noticias que se publican, podemos inferir que hay muchos. En ellos el exceso de velocidad tiene un gran acento debido, sobre todo, a la soledad de las vías en la cuarentena, que incita a la imprudencia.
—¿Cómo visualiza las ciudades, luego de pasado este período de turbulencia al que ha estado sometido Venezuela? ¿Hay planes debidamente estructurados para ello, para evitar la improvisación?
—Imagino ciudades en las que se fortalezca una movilidad sustentable y segura, en las que los ciudadanos tengan sus servicios cercanos y, así, estimular la micromovilidad. No conozco de planes en el país para el reacomodo de los requerimientos de movilidad a partir de la pandemia y esto es un problema serio. Se han generado usos de movilidad como el de la bicicleta, patinetas, caminar. Sin embargo, ni los conductores ni los otros usuarios de las vías tienen la infraestructura y hábitos que garanticen el éxito de esta novedad.
—Reconociendo que existe un rezago en la introducción de medidas de carácter estructural para la seguridad vial en el desarrollo de infraestructura de movilidad en las ciudades venezolanas, ¿cómo pudiera abordarse ese desarrollo para que se convierta en algo sostenible en el tiempo? ¿cuáles vendrían a ser esas acciones prioritarias que, a su juicio, tendrían que aplicarse de forma inmediata?
—El rezago es una realidad complicada de abordar debido a las circunstancias tan particulares que se viven en Venezuela, pero una buena opción sería articular acciones conjuntas desde las ONG hasta la gestión pública para lograr acuerdos idóneos y una mejor labor que impacte en los reclamos más importantes de los habitantes.
—En el caso específico de Caracas, ¿cuáles cree son las mayores deudas en materia de seguridad vial?, y también, ¿cuáles aciertos en últimos 15-20 años han podido posicionarse como acciones, que incluso han podido resistir los embates de la crisis?
—Los pendientes: mantenimiento de la infraestructura vial, estrategia oportuna de vialidad, conectividad peatonal de la ciudad, transporte público eficiente e instituciones que velen por el cumplimiento de las normas de tránsito. En cuanto a los aciertos se puede hablar del desarrollo de las rutas del metro, incluyendo la de Los Teques, Metro Cable, Bus Caracas, el Ferrocarril de los Valles del Tuy, todas en franco deterioro; la creación de la Red Venezolana de Seguridad Vial que aglutina a las instituciones públicas, a empresas y a organizaciones no gubernamentales.
—¿Qué factores son los que se han arrastrado por décadas, que no han permitido encausar una gestión metropolitana de Caracas, de manera integral, sino por “parcelas”? ¿Acaso el problema recae en la insuficiencia del marco jurídico, o se trata más bien de un problema político?
—Apuntaría a un problema político; con voluntad siempre hay la posibilidad de articular iniciativas para hacer la gestión más eficiente a pesar de la falta del marco jurídico. Existe legislación y ordenanzas municipales que no se cumplen ni se desarrollan los controles necesarios para su cumplimiento.
—Cuáles organizaciones civiles deben destacarse en materia de seguridad vial en Venezuela y qué aportes han hecho?
- Asotránsito: asesoría a víctimas y educación en prevención vial.
- Red Venezolana de Seguridad Vial: articulación de distintos sectores interesados en movilidad sustentable y segura. Empresas, organismos públicos y ONG.
- Observatorio de Seguridad Vial: seguimiento de data de siniestros a través de métodos creativos a pesar de la opacidad de los organismos públicos.
- Avepae: seguimiento a siniestralidad a través de prensa y formación en prevención vial.
- Observatorio Ciudadano de Movilidad Urbana Sustentable y Segura: llamado a la conciencia vial, prevención vial.
—¿Hay algunos logros de activismo social y sociedad civil organizada que podamos destacar en estos últimos años, que han logrado vencer los obstáculos que ha interpuesto el régimen venezolano?
—Más que grandes logros, hay iniciativas puntuales de comunidades para mejorar su entorno vial. Acciones de escuelas para procurar una mejor gestión del tránsito en los institutos educativos, comunidades que han bajado siniestralidad en sus urbanizaciones con ajustes estimulados por los vecinos.
—¿Siente que la Fundación Seguros Caracas ha venido a cubrir el vacío que muchas instituciones de carácter oficial no han hecho, en cuanto a la promoción de campañas de concienciación, publicación de material educativo e informativo, entre otras acciones?
—La Fundación Seguros Caracas ha hecho foco en fortalecer las iniciativas y organizaciones que tienen muchos años trabajando en Venezuela, por estimular una movilidad segura y, sobre todo, en generar redes para que estas organizaciones potenciaran su experiencia. De allí, el valor vital que le damos a la Red Venezolana de Seguridad Vial. Promovemos este apoyo sin el ánimo de sustituir o reemplazar las iniciativas de los organismos oficiales.
—En Venezuela existe un ente rector del transporte a nivel nacional, que es el Instituto Nacional de Transporte y Tránsito Terrestre. ¿En materia de seguridad vial que está haciendo en este momento dicho organismo?
—Sé que se han hecho muchas campañas de prevención con el uso del cinturón, foco en la vía y consumo de alcohol y estupefacientes. Pareciera que no hay suficientes recursos para hacerlo a escala nacional y de manera masiva. Sobre todo, no hay posibilidad de hacerle seguimiento al cumplimiento de las normas en las vías por falta de funcionarios y recursos para acompañar su labor.
—Anteriormente nos quejábamos de los elevados niveles de congestión en nuestras principales ciudades venezolanas, y buscábamos paliativos para ello. Ahora que la situación ha cambiado, es poco recurrente este fenómeno, ¿cuál cree que ha sido el beneficio de ello, si es que lo hay?
—En el mundo se ha disminuido el impacto nocivo de las emisiones de carbono debido a la disminución del tránsito, un descanso y renacer de la flora y la fauna. En el caso nuestro por efecto de la cuarentena, ausencia de suministro de gasolina y falta de conexión peatonal las comunidades se encuentran casi aisladas. Se está gestando un fenómeno en el que los vecinos no salen de su comunidad, lo que ha generado el fortalecimiento de servicios en sus comunidades y estimulado la micro movilidad, pero sin acompañamiento estratégico de políticas públicas.
—En un contexto de desafíos, como el que se nos presenta con la Pandemia del COVID-19, seguramente se abre un contexto de progreso para todos en el corto plazo, pero en especial para América Latina, que seguramente deberá reinventarse en su economía, pero también en sus formas de movilización, entendiendo que la prioridad no dejará de ser la seguridad (sanitaria, ciudadana y vial). A su parecer, ¿qué características pudiéramos mencionar que deberían distinguir a las soluciones de transporte -entendido como algo integral- que se apliquen al momento de superar los estados de alarma?
—Las organizaciones hemos hecho muchos intentos para bajar significativamente la data brutal de fallecimientos por siniestros viales; necesitamos un reseteo para la interpretación de lo que está pasando y buscar posibles soluciones. Estimular comunidades que propicien que sus habitantes puedan solventar sus requerimientos de manera cercana en donde la micromovilidad sea una opción y una práctica exitosa.
—¿Son la pacificación del tránsito y el urbanismo táctico, formas de abordaje que pudieran aplicarse en cualquier contexto de las ciudades venezolanas, y beneficiar a la seguridad vial?
—Cada comunidad es específica y tiene sus particularidades, la utilización de tácticas a pequeña escala puede ser lo recomendable. Definitivamente se trata de propiciar la pacificación con seguimiento de la data a través de observatorios y estimulando que los observatorios de distintas ciudades y países homologuen los indicadores para hacer seguimiento y obtener soluciones, después de entender qué es lo que está pasando, en favor de salidas pertinentes.
—El compromiso de responsabilidad social en las empresas es notorio en Venezuela, si lo comparamos con sus pares en otros países de la región latinoamericana. ¿Cuál cree Ud. que ha sido la razón para que se de ese fenómeno positivo en el país y cómo potenciarlo para sumar cada vez a muchas más empresas y organismos en esa tarea, sobretodo enfocada al tema de la seguridad vial?
—Las comunidades están ávidas de obtener soluciones y el acompañamiento de las instituciones gubernamentales es tan frágil que se hallan en la necesidad de buscar apoyo en el acompañamiento privado para resolver sus problemas vitales. Hay tierra fértil para la organización y hacer presión a la gestión pública.
—¿Será que es posible hacer más visible para la población el quehacer de las acciones ejercidas por muchos organismos, que han venido venciendo también la censura mediática, apuntalados en las redes sociales?, pero todavía más, de cara a la comunidad internacional, porque pareciera que no se dice nunca lo bueno, sino noticias muy desesperanzadoras y eso hace que se cree una opinión de que “no se está haciendo nada”. ¿Hay documentos compilatorios de ello?
—Estoy de acuerdo en que hay una oportunidad de mejora, en hacer más eficiente la tarea de divulgar a través de las RRSS las maravillosas iniciativas que, desde el tercer sector con apoyo del sector privado y acompañado por el sector público, se han realizado. Muchas veces la emergencia no hace visible el trabajo abnegado e importante.
¿Necesitamos proyectos promovidos o financiados por organismos como Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial, ONU Hábitat, CAF, entre otros ¿Cuál cree que es la mayor deuda que siguen teniendo los entes multilaterales con las ciudades venezolanas, si es que la hay, en materia de seguridad vial sobre todo?
—El acompañamiento de los organismos multilaterales es vital y requerido, pero entiendo que las circunstancias tan particulares que vive nuestro país no han facilitado el apoyo a proyectos y financiamientos.
—Si usted tuviera la oportunidad de reunir a los alcaldes de las principales ciudades y municipios de Venezuela, para hacer de su conocimiento lo que deberían hacer en materia de seguridad vial, ¿qué les diría?
—Promover observatorios que nos permitan identificar qué está pasando, propiciar homologación de estos observatorios para poder tener data comparable. Al tener una buena identificación es más probable dar respuestas oportunas. Apuntar a la pacificación desde la planificación estratégica.
—Pensando en los barrios, que reúnen tantas oportunidades de mejora, ¿qué acciones serían las prioritarias al momento de superar el período actual?
—Son comunidades de tan difícil accesibilidad que hay que articular un plan de acción con los integrantes de la comunidad para hallar propuestas que sean soluciones de largo alcance y que se puedan ir integrando al sistema de movilidad global.
—¿Sería necesario extender la acción en seguridad vial a seguridad ambiental y seguridad sanitaria, para que ello brinde un mejor resultado en las acciones que se deben ejercer en el inmediato y corto plazo en nuestras ciudades?
—Es impensable realizar cualquier iniciativa sin hablar de movilidad sustentable y segura.
—Hablemos de la inseguridad personal ¿cómo repercute en la inseguridad vial?
—La inseguridad personal aumenta significativamente la siniestralidad. Las formas de abordaje, secuestros, ataques para detener los vehículos, la falta de presencia policial en las vías potencia la vulnerabilidad de los viajantes, mas no se consigue data que ayude en la solución posible. Si bien es cierto que la data arroja que, en la mayoría de las causas de los siniestros en la vía, el error humano tiene mucho peso, nos toca asumir que el problema es más holístico, hay que repensar las apuestas de solución dando prioridad a los grupos más vulnerables, protección de los gobiernos por procurar una movilidad segura y con acciones estudiadas después de la data arrojada por los observatorios de seguridad vial.
¿Podemos echarle la culpa de todos nuestros problemas en movilidad a las autoridades?
—No, nunca un sector es el único responsable, es un compromiso de todos los involucrados moderar esta tragedia global, pero definitivamente, los entes rectores deben propiciar las condiciones oportunas para bregar una movilidad sustentable y segura.
—¿Tiene algunos referentes a la hora de plantear soluciones en materia de seguridad vial para las ciudades u orientar acciones en la Fundación? ¿Cuáles?
—La Fundación Redux (promovida por Telefónica) y el Observatorio Ciudadano de Movilidad Urbana Sustentable y Segura (Venezuela).
—¿A quién olvidamos en esta entrevista? ¿Hay algún actor o temática que no hayamos mencionado, que debería considerarse como relevante en los temas de ciudad?
—No.
—Siendo consciente de su rol en la sociedad latinoamericana como actor relevante en el desarrollo urbano, ¿cuál considera puede ser su aporte en este momento? ¿Qué le falta por explorar y cuál cumbre conquistar?
—Procurar explicar la situación tan particular que vive Venezuela y de cómo ésta hace que, la tragedia por la falta de seguridad en nuestro país, se convierta en un suceso alarmante.
Concluye esta precisa e interesante entrevista con Charo –como se le conoce coloquialmente- a esta determinada mujer, y me quedo con la impresión de un trabajo hecho sin aspavientos exagerados, más bien desde la humildad y queriendo siempre sumar. Eso simplemente, es hacer ciudad. Y agradezco el esfuerzo, que siempre ha llevado a cabo la Fundación Seguros Caracas por revertir situaciones de riesgo para los habitantes de los espacios urbanos, con un mensaje reflexivo y en positivo, a pesar de las situaciones adversas. Cierro con la frase acuñada por Rosario: “Apuntar a la pacificación desde la planificación estratégica”. Absolutamente clave, sigamos impulsando desde la seguridad como eje transversal. Agradezco mucho la confianza y disposición de parte de nuestra invitada. Espero haberles contribuido, ¡hasta la próxima entrega! ¡Y Feliz 2021!
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