OPINIÓN

Las caras de quienes construyen movilidad en América Latina: Javier Leal

por Jesús Uzcátegui Jesús Uzcátegui

En esta nueva entrega de la tercera edición del ciclo “Las caras de quienes construyen movilidad en América Latina”, traemos una entrevista a un invitado de la nueva camada de líderes de ciudad en la región, que se erige como una valiente y entusiasta generación de relevo. Es un talento mexicano, nacido en tierras regiomontanas, apasionado por la transformación de las ciudades en favor de la bicicleta.

Se trata de Javier Leal Navarro, quien es Arquitecto de profesión, egresado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey –mejor conocido como Tec de Monterrey-, con Maestría en Planeación de Ciudades en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). Se ha desempeñado laboralmente como diseñador arquitectónico, diseñador urbano y director de Diseño y Planificación para importantes despachos privados en Monterrey, México, al igual que ha fungido como asistente docente en la casa de estudios de la cual emergió, para luego asumir responsabilidades diversas en el municipio de San Pedro Garza García (en el área metropolitana de Monterrey) hasta alcanzar una posición muy relevante, la cual ejerce actualmente, como Director General del Instituto de Planeación y Gestión Urbana, formando parte del equipo de Gestión del alcalde Miguel Treviño (administración municipal 2018-2021).

Entre los proyectos de importancia que se suman al corto pero fructífero camino profesional transitado por Javier, están la Dirección Creativa para la planeación de las nuevas fases de “Arboleda” (un complejo de usos mixtos de primera categoría, que reúne cuatro pilares: seguridad, diversión, diseño bajo certificación LEED, ubicación en el corazón del municipio de San Pedro, Nuevo León, y cuenta con área comercial, residencial y espacio público, todo conjugado en una macro parcela que abarca parte del Distrito de Valle del Campestre), al igual que un hito que recientemente acaba de lograr como lo es la implementación de la Ciclovía emergente del municipio de San Pedro Garza García, siendo la primera del área metropolitana regia y de las pioneras en México, producto de la situación que se vive con la pandemia de covid-19.

Este brillante joven profesional, nos ha hablado de un escenario urbano esperanzador, en una entrevista muy bien elaborada, con respuestas inteligentes y de suma pertinencia. Es un mexicano valioso, que por sus actuaciones a través de hechos tangibles, aporta a la transformación positiva de las ciudades en las que ha tenido oportunidad de laborar y, por ello lo considero una persona clave para la movilidad en Latinoamérica. Es un honor poder traerles la opinión especializada de Javier, que transcribo en lo adelante de este artículo.

—Siendo Ud. un profesional del transporte y la arquitectura, que además tiene bajo su responsabilidad la Dirección General del Instituto de Planeación y Gestión Urbana del municipio más rico de México y de Latinoamérica, ¿qué opinión le merece el momento que vivía el tema en el mundo, antes de la crisis del Coronavirus?

—El mundo y las ciudades ya estaban en crisis antes de la pandemia. Crisis en la de desigualdad y discriminación, falta de accesibilidad en la ciudad, a la vivienda digna, la movilidad justa, mala calidad del aire en las ciudades, violencia hacia las mujeres, muertes y lesiones prevenibles por hechos de tránsito y sobre todo, la de cambio climático. La realidad es que antes del Coronavirus tampoco estábamos bien. Lo que pienso es que el Coronavirus no discrimina y todos somos vulnerables, además, los efectos, a diferencia de otras problemáticas como la mala calidad del aire, son demasiado rápidos y muy visibles. Creo que ha demostrado que como humanidad somos capaces de organizarnos en atender problemas complejos, profundos y de escala mundial y nos da esperanza de que podemos cambiar el rumbo del resto de las crisis que vivimos.

—Hasta ahora, ¿qué estatus pudiera decir que tiene la temática de la movilidad urbana sustentable? ¿Cree que se trata de una moda, una necesidad temporal o tiene un asidero en algo más que defina un antes y un después de lo que se ha vuelto a veces una especie de cliché?

—Creo que hoy más que nunca nos damos cuenta de lo valioso que es para las ciudades contar con diversidad de oferta de movilidad. Ya lo habíamos visto en el terremoto de la Ciudad de México del 2017. La bicicleta se convirtió en un vehículo vital para el traslado de herramienta, material, personas y víveres mientras parte de la ciudad estaba prácticamente destruida. Y no debería de sorprendernos. La bicicleta es un vehículo barato, accesible para la gran mayoría de la gente, se impulsa con la propia energía de quien la maneja, es pequeña entonces te permite circular por espacios reducidos y no necesitas mucho espacio para guardarla o estacionarla.

Por otro lado, tenemos el transporte público, que si bien es uno de los lugares en donde hay mayor riesgo de contagio, el tener un buen sistema de transporte público masivo, te permitiría administrar la oferta de vehículos para mantener las recomendaciones de distanciamiento físico entre personas.

Aquí la lección es que la oferta y diversidad de movilidad genera resiliencia, y tiene el potencial de que las ciudades puedan recuperarse más rápido. Hoy es el Coronavirus, mañana quien sabe que vendrá. Hay que estar preparados y esta es la perfecta oportunidad para probar nuevas formas para movernos

—En un contexto de desafíos, como el que se nos presenta con la Pandemia del COVID-19, seguramente se abre un contexto de progreso para todos, pero en especial para América Latina, que seguramente deberá reinventarse en su economía, pero también en sus formas de movilización, entendiendo que la prioridad no dejará de ser la seguridad (sanitaria, ciudadana y vial). A su parecer, ¿qué características pudiéramos mencionar que distinguirán a las soluciones de transporte -entendido como algo integral- que se están aplicando para la región, al momento de superar los estados de alarma?

—Justamente por la situación especial que se vive, muchos han asomado la posibilidad de aplicar el famoso “urbanismo táctico”, que ha sido tendencia en los últimos años en el mundo, que básicamente pacifica el tránsito e incorpora y da primacía a modos de transporte más sostenibles. ¿Cree que ese modelo pudiera ser aplicable en todos los contextos urbanos? ¿y en San Pedro Garza García?

—Definitivamente. El urbanismo táctico es una herramienta perfecta para los ciudadanos y gobiernos de probar rápido y a muy bajo costo el funcionamiento de un espacio reconfigurado. En el caso de San Pedro, lo realizamos con la Biciruta Emergente, en donde usando conos y pintura, confinamos dos carriles para probar una ciclovía.

En este contexto de crisis, debemos actuar rápido y ser muy sensibles de los recursos porque no sabemos que pueda cambiar en las próximas semanas. El urbanismo táctico es una gran herramienta que permite probar nuevas formas de salir de esta emergencia y de vivir y movernos en la ciudad.

—En ese sentido, ¿qué viene trabajando el municipio que Ud. Representa?

—Implementamos una ciclovía emergente de 6.5km en el poniente (oeste) del municipio. Esta ciclovía conecta dos partes de la ciudad, cruzando el río Santa Catarina. Utilizamos pintura, conos, separadores, colocamos señalética vertical y horizontal y, se reforzó la presencia de elementos de tránsito para controlar velocidades y evitar que automóviles invadan el carril exclusivo para ciclistas.

Igualmente, este próximo domingo 21 de junio, les comento que estaremos implementando una vía recreativa de 10 km para proporcionar de un espacio seguro y que personas puedan salir a pasear o hacer ejercicio en la calle.

Adicionalmente, estamos evaluando qué otras calles tienen potencial de ser transformadas de forma emergente tanto para ser ciclovías o banquetas (aceras) emergentes.

—Pero hace unos años, hace dos gestiones, se hizo un intento de establecer una red de ciclovías en San Pedro, que no resultó exitoso. ¿Cuál fue la razón de ese fracaso? ¿Y por qué ahora considera que si es el momento?

—Las condiciones son muy distintas y resalto algunas de ellas:

—¿Es la bicicleta el transporte del futuro, como algunos se atreven a decir?

—Debe ser nuestro objetivo.

—¿Puede la bicicleta sustituir al transporte público colectivo y masivo?

—Si transformamos la ciudad alrededor de desplazamientos en bicicleta y a pie, sin duda.

—Existe en la actualidad, según los expertos, una coyuntura de las ciudades y regiones metropolitanas latinoamericanas, que comparten problemas asociados al crecimiento de su población, acelerado incremento en la propiedad y uso de vehículos privados, aumento sustancial de la congestión de tráfico y de accidentalidad, y caída relativa en el uso y en la provisión de servicios de transporte público, todo lo que tiene una fuerte incidencia negativa para el logro de un transporte sustentable en los ámbitos urbano y suburbano de las ciudades de distinta escala. Ante eso, ¿cómo es posible armar una hoja de ruta, más o menos estándar, para el abordaje de estos problemas asociados al transporte?

—Yo pienso que ya existe. Es buscar la accesibilidad urbana.” La ciudad de 15 minutos”, como dicen en París. El Desarrollo Orientado al Transporte (¡a la bicicleta!), sin olvidar los mecanismos de vivienda asequible.

—A su parecer, si tuviera que ordenar de mayor a menor estos problemas –y otros que no se hayan nombrado, ¿cuáles serían los 5 problemas más resaltantes de la movilidad urbana en Latinoamérica, de mayor a menor?

—Y en el mismo orden de ideas, pero en sentido contrario, ¿cuáles son los 5 mayores logros en la materia en la región?

—Siendo que Ud. Es mexicano y radica en México y por ende, tiene vasto conocimiento, ¿cómo califica a México en materia de movilidad, accesibilidad, seguridad vial y planeación urbana? ¿Cómo cambiar la tendencia de movilidad, que no con tanto éxito –a pesar de la gran inversión- se ha venido implementando en sus ciudades? ¿Algún caso de éxito, y por qué?

—Lo calificaría como un país que está en materia de movilidad está encaminándose hacia un futuro más justo y sostenible. Nos falta mucho, pero vemos cómo en ciudades como Guadalajara, Ciudad de México, León, Puebla, La Paz, con sus debidas proporciones guardadas, se está avanzando con proyectos sobresalientes de movilidad peatonal, con inversión en trenes ligeros, en kilómetros y kilómetros de ciclovía.

Pienso que la tendencia va cambiando. Es difícil borrar lo que por años se ha construido con el auto en mente. No sólo a la forma de las calles, sino a la forma de la ciudad. Esto es en gran parte gracias al trabajo de ciudadanas y ciudadanos activos que, desde la calle, una organización o una función pública han impulsado el cambio de rumbo.

Me gusta pensar mucho en la Avenida Alcalde en Guadalajara. La nueva forma que está distribuido el espacio, y la calidad en la ejecución, cambia por completo la lógica de lo que puede ser el espacio público.

—¿Qué tan importante para la evolución de la movilidad y las ciudades, es poder garantizar transparencia en la ejecución de los recursos que se ejercen en los países y en especial en México, que es el mercado natural para el que ejerce responsabilidades en la empresa que representa?

—Siempre es importante mantener total transparencia en los recursos. Entre muchas cosas, es valioso para que la comunidad pueda hacer sus evaluaciones y proponer mejoras.

—Generalmente nos hacemos la pregunta: ¿Cuál es la mejor solución, para cuál tipo de ciudad? Siendo así, ¿Es esta una buena forma de hacernos el planteamiento del problema cuando planeamos mejorar el transporte en nuestras ciudades, siendo que debe pensarse como un traje a la medida?

—Cada ciudad es única, pero en todas viven humanos. Pienso que hay muchas prácticas que pueden aplicarse, siempre y cuando exista un buen trabajo en equipo de análisis e implementación.

—Hay ciudades en Latinoamérica y más allá de este ámbito geográfico, en el que se cuenta con infinidad de planes maestros, planes directores, planes de desarrollo urbano, planes de movilidad y pare de contar, y no se pasa del dicho al hecho. ¿Cómo poder dar ese paso de manera acertada, sin descuidar el planear ni el hacer? Háblenos de su experiencia al respecto, en San Pedro.

—No entendí bien a cuál paso se refiere la pregunta. Pero en cuanto al urbanismo táctico y planes de movilidad. En San Pedro Garza García, el trabajo que hicimos con la ciclovía emergente está basado en un plan elaborado en 2013. Lo interesante aquí es que el paso se da de forma rápida pero basado en un proyecto que traía todo un trabajo detrás.

—¿Cree que hace falta darles más fuerza a los municipios en materia de transporte en México? ¿De qué depende?

—Si. Depende de una política pública de movilidad sostenible federal. Con recursos asignados.

—¿Cuáles son los mejores ejemplos de movilidad, accesibilidad y procuración de seguridad vial que Ud. considere referencias para incorporar a las acciones que emprende desde su despacho?

—Las ciudades europeas tienen tiempo trabajando en la transformación de calles para hacerlas más humanas, seguras y accesibles. Por otro lado, la ciudad de Nueva York es un buen ejemplo de rápida transformación.

—¿Qué opinión le merecen acciones de gobierno en favor de las ciudades, como por ejemplo las que se llevaron a cabo en Nueva York bajo la gestión de Janette Sadik-Kahn en la dirección de transporte entre 2007-2013? ¿Pudiera verse algo así en Monterrey?

—Primero es un entendimiento clarísimo de que la ciudad y el espacio público debe favorecer a las personas. Y segundo en que se puede trabajar de forma incremental, progresiva, sin esperar a tener los recursos para implementar un proyecto en su etapa final, sino que se puede hacer de forma rápida y barata. El hecho de que se pueda hacer en Nueva York nos indica que se puede hacer en muchas otras ciudades en el mundo y Monterrey no debe ser la excepción.

—¿Qué proyectos / medidas considera que se han implementado en el Área Metropolitana de Monterrey (AMM) en los últimos 20 años, que pudieran impulsar la movilidad sustentable?

—Desafortunadamente hay pocos proyectos en el AMM que hablen de movilidad sustentable en los últimos 20 años. Hemos visto lo contrario, con mucha inversión en infraestructura que incentiva más desplazamientos en auto como carreteras urbanas y pasos a desnivel. Además de la regeneración de la calle Morelos en el Barrio Antiguo, los proyectos más ambiciosos y sobresalientes han sido impulsados por grupos privados como lo son: el Distrito Tec y el Distrito Valle del Campestre, con la regeneración y dignificación de calles, banquetas (aceras) y mejoramiento de espacio público con una escala humana.

—¿Qué es lo más amable que podemos encontrarnos en una ciudad que no conocemos y nos queremos mover en ella sin ayuda de un local?

—Senderos peatonales cómodos, activos y referencias (landmarks) como edificios o montañas.

—¿Conoce de algún caso en ciudades que ya podamos catalogar que cuenten con soluciones de “Urbanismo Táctico”?

—San Francisco, Nueva York y Santiago de Chile de este lado del continente son las referencias.

—A veces pareciera que la tendencia es también satanizar el vehículo automotor. Quizás el problema está en el enfoque del binomio urbanismo-movilidad que ha estado desvinculado mucho tiempo, sobretodo en ciudades latinoamericana que han recibido mucha influencia norteamericana. ¿Qué opinión tiene al respecto?

—Definitivamente un problema es que hemos querido resolver temas de forma aislada. Y nos falta reconocer e integrar en los procesos de planeación el pensamiento sistémico. La movilidad es un producto, es la forma en que nos movemos para acceder a nuestras necesidades que finalmente están ligadas a su ubicación y por ende a la forma de la ciudad.

El auto es una gran herramienta para acceder a nuestras necesidades y desafortunadamente muchas veces es la única y la mejor opción. El problema es que comenzamos a tomar decisiones bajo esa lógica y es donde el sistema el ciclo se retroalimenta y terminamos profundizando más el problema de la dependencia del auto.

—¿Es directamente proporcional la congestión en el tránsito rodado en las principales ciudades al crecimiento económico de los países? Y si es así, ¿entonces es el precio que hay que pagar?

—Depende de cómo lo medimos. Me gustaría ver una gráfica de congestión per cápita y ver ahí no sólo el crecimiento económico sino la calidad de vida de las personas. Muy posiblemente nunca nos desprendamos de la congestión, pero si podamos lograr una ciudad en donde tengas la opción de no estar atorado en el tráfico. ¡Gran pregunta!

—A su parecer, ¿cuáles podrían ser las lecciones aprendidas que se desprendan para la gestión urbana, en el escenario pospandemia?

—¿Podemos echarle la culpa de todos nuestros problemas en movilidad a las autoridades?

—Nunca. En gran medida las autoridades son un reflejo de la comunidad.

—Por su propia experiencia, ¿cuál cree que será el enfoque de los proyectos que en los próximos años cuente con mayor impulso a nivel mundial?

—Proyectos con enfoque en movilidad activa.

—¿A quién olvidamos en esta entrevista? ¿Hay algún actor o temática que no hayamos mencionado, que debería considerarse como relevante en los temas de ciudad?

—El rol de la salud pública y la epidemiología social.

—Siendo consciente de su rol en la sociedad latinoamericana como actor relevante en la movilidad urbana, ¿cuál considera puede ser su aporte en este momento? ¿Qué le falta por explorar y cuál cumbre conquistar?

Concluye esta interesante entrevista con Javier, quien nos dedicó espacio de su apretada agenda para mostrarnos un panorama general del deber ser la movilidad urbana, para hacerla sustentable en la actualidad y su casamiento con la planeación urbana, para poder lograr resultados tangibles, exitosos y trascendentes. Compartimos el gusto por las ciudades y la pasión por brindar soluciones a los problemas que se padecen en las urbes, y el hecho de ser catalizadores de la transformación para lograr alcanzar los objetivos. Javier es un visionario y seguramente acumulará muchos éxitos profesionales a lo largo de su ejercicio. Gracias a nuestro invitado, por esta conversación tan agradable y muy técnica, pero con lenguaje coloquial. Espero haberles contribuido, ¡hasta la próxima entrega!

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