OPINIÓN

Lamentaciones de esta crisis eléctrica que sufren los venezolanos  

por Robert Alvarado Robert Alvarado

-¿Qué hará usted si el gobierno termina por estatizar la empresa? Y su respuesta fue -Montaría de inmediato una fábrica de velas. Oscar Machado Zuloaga ex-presidente de La Electricidad de Caracas

El servicio eléctrico en Venezuela ha sido motivo de dolor para su población, especialmente desde la nacionalización de las empresas eléctricas privadas en 2008, incluyendo a CADAFE. Aunque CADAFE, una empresa del Estado con una estructura de mando descentralizado, solía ser regular y confiable, su calidad se ha visto afectada desde entonces debido a la unificación de las empresas en una sola, CORPOELEC.

Desde entonces, muchos venezolanos han experimentado una innovación importada de Cuba: cortes de luz y suministro irregular. La crisis energética también afecta a los trabajadores de la empresa eléctrica, quienes sufren junto a los usuarios al no poder solucionar sus quejas debido a su bajo salario y la fuga de talento humano que emigra a otros países. En medio de esas circunstancias, las interrupciones del servicio eléctrico volvieron con fuerza este 2023 en casi todos los estados del país, nadie está exento de los bajones, fallas e interrupciones, valga decir, apagones. Por supuesto, hay estados donde la situación es calamitosa. ¡Insufrible! Es la exclamación que más se ajusta a las lamentaciones que genera el sistema eléctrico nacional, prácticamente lo único que genera, pues, de generar energía eléctrica otro sería el cantar.

La emergencia eléctrica en Venezuela, que se decretó el 8 de febrero de 2010 debido a una sequía, provocó una crisis que llevó a la propuesta de construir dos plantas en la zona donde se encuentra la principal central hidroeléctrica del país, la de Guri. A pesar de que Venezuela cuenta con unas 20 centrales termoeléctricas, incluyendo Planta Centro, la más grande de América Latina, la crisis eléctrica continuó y el 11 de marzo de 2011 Venezuela se quedó sin luz, lo que provocó el cierre de escuelas y empresas durante cinco días. Los adversarios del régimen dijeron que al menos 17 personas murieron a causa del apagón, pero el gobierno culpó del incidente a sus enemigos políticos sin presentar pruebas que respalden esta afirmación. Luis Motta Domínguez, entonces ministro de Energía Eléctrica, dijo que el fallo ocurrió en una central hidroeléctrica del estado de Bolívar, que abastece al 70% del territorio. Aún se desconoce la causa exacta del daño, lo sí se conoce es que la crisis energética ha tenido implicaciones en la economía del país, incluyendo una disminución del 60% en los últimos años, una hiperinflación que ha llevado a la pobreza a gran parte de la sociedad, la diáspora de venezolanos que buscan sustento en otros lugares, el hambre y daños incalculables.

Había una vez un país muy lejano llamado Venezuela, donde vivían muchas personas felices y trabajadoras. Todo parecía ir muy bien, pero un día, algo extraño comenzó a suceder. Las luces se apagaban, los electrodomésticos dejaban de funcionar y todo parecía estar en silencio. Era la crisis eléctrica. Los niños y niñas del país no sabían qué estaba pasando. Se preguntaban por qué las televisiones no encendían, por qué las computadoras no prendían y por qué las neveras no enfriaban. Pero los adultos les explicaron que había un problema con la electricidad y que estaban tratando de solucionarlo. A medida que pasaban los días, la crisis seguía sin resolverse. Las personas comenzaron a tener problemas para trabajar, estudiar y hacer sus quehaceres. Algunos se enfermaron por el calor y la falta de ventilación…

Lo anterior es un cuento, de esos de nunca acabar. Es triste ver cómo, según algunas ONG, a pesar de que desde 2010 se han destinado más de 29.000 millones de dólares para proyectos destinados al sistema eléctrico en nuestro país, no se han visto resultados positivos. A diario, los usuarios se quejan de los constantes cortes eléctricos, algo que pareciera contradictorio, puesto que el venezolano ante el mal tiempo siempre mantiene una actitud positiva con su humor característico. En este tema tan serio y real como la crisis eléctrica, incluso se han creado caricaturas y chistes que señalan a una iguana, a un rabipelao, como causantes de los cortes de energía. Si no cortan la luz, la gente se preocupa aún más, porque al día siguiente los cortes podrían ser aún más prolongados. Es una situación muy grave la que está ocurriendo con la crisis eléctrica, por eso el pueblo se lamenta y compara su situación con aquella relatada en uno de los libros de la Biblia, el Libro de Lamentaciones, que revela la patética condición de Judá después de la destrucción de Jerusalén, la cual ocurrió como resultado de los pecados del pueblo y su indiferencia ante las advertencias proféticas del profeta Jeremías. Hoy, ante la crisis eléctrica, estamos como el pueblo de Judá, expresando dolor y tristeza por la pérdida de nuestra calidad de vida.

@robertveraz