OPINIÓN

Labradores de desgracias 

por Julio César Arreaza Julio César Arreaza

Vivir lo que uno predica. Este es el meollo de la autenticidad del ser humano, particularmente al que se dedica a la política por el impacto de sus acciones en los intereses colectivos.

Cada día se comprueba que los politicastros crecen como la verdolaga. Ahora aspiran a toda costa, enajenando su dignidad, ser gobernadores de nada.

La usurpación es responsable de que el país no disponga de presupuesto. Es sabido que la caricatura de BCV no publica información completa. El régimen no publica nada. Preocupa observar que se discute sobre el CNE y se habla de elecciones para gobernadores y que ninguno de los candidatos se pregunte por el situado constitucional, es decir, el ingreso que deben recibir las gobernaciones para poder cumplir con sus compromisos. El situado constitucional según su nombre indica está en la Constitución y para conocerlo hay que contar con el presupuesto. Y no puede ser financiado por el BCV. Ir a elecciones sin preguntarse cómo se van a pagar los hospitales, los colegios, liceos y seguridad públicos es un despropósito. De cómo se mejorará la infraestructura de los estados. Todo ello resulta insólito en el único país de América Latina que tiene hiperinflación. Así será de lucrativo el torneo de simulación electoral que se contentan de ser gobernadores de nada.

La mira debe estar en concretar el urgente plan de vacunación. La curva de los contagios crece y no se aplana. Un mundo de sombras, oscuridad y opacidad ha reinado con la pandemia. Aunque haya vacunas no se dará la vacunación sin un plan que resulta imprescindible hasta para realizar las auditorías.

Es moralmente inaceptable que se invierta el orden de las prioridades y se favorezca acuerdos electorales cuestionados y se prive a la población de un plan de vacunación. La dinámica apaciguadora pone lejos la salida del régimen. Una especie de claudicación del quehacer y prácticas políticas. Hay que hacer política desde lo humano, haciendo realidad el plan de vacunación.

Inadmisible, cínico, obsceno, grotesco y falso lució el presidente de Argentina, Alberto Fernández (payaso triste). El infeliz afirma que en Venezuela han desaparecido los problemas de derechos humanos y que tener el país en la palestra resulta tóxico como dijo su desangelado canciller Solá. No vayan tan lejos, lo tóxico está a su lado, en el monumento a la corrupción de la señora vicepresidente. Visiten al corajudo capitán de navío Luis De La Sotta y percátense del crimen de lesa humanidad cometido contra él y tantos presos políticos inocentes. El delito es pensar diferente y desear democracia y alternabilidad en el poder.

Hacemos un llamado a la conciencia de todos frente a la arremetida y burda maniobra de hacer sentir que todo está perdido. Vivimos momentos duros en la que la vida nos pone a prueba para demostrar de lo que estamos hechos. Lo que no es auténtico no convence. Siempre sembrar aunque no veamos lo que tenemos que recoger. El labrador aguanta paciente el fruto de la tierra, esperando con paciencia hasta recibir la lluvia temprana y la tardía.

¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados, ni exiliados!