Uno de los hechos curiosos de la historia de Venezuela durante el siglo XX fue la visita que le dispensara a la ciudad de Valencia el entonces presidente de la República, general Cipriano Castro en diciembre del año 1903.
Lo característico del asunto es que no fue una simple cortesía, pues la misma duró desde el 15 hasta el 22 de diciembre. Y hasta la fecha no hemos visto otro documento que contradiga el hecho de que Castro fue el presidente de Venezuela que más días permaneció en Valencia y también parece que durante su mandato Valencia fue la ciudad de Venezuela donde él pernoctó más tiempo durante una visita oficial.
De todos es conocido que entre Valencia y Castro hubo mucha cercanía y de hecho se habla de la influencia de la gente de la ciudad en el gobierno de “el Cabito”, lo cual explicaría por qué el general Juan Vicente Gómez nunca le tuvo afecto a la capital de Carabobo.
Tal fue la importancia de ese evento que en 1904 se publicó un folleto titulado Castro en Carabobo de F. Salcedo Ochoa, impreso en la tipografía J. M. Herrera Irigoyen, en el cual se relata con lujo de detalles y bajo un estilo muy “barroco” cómo se desarrolló.
En ese libelo se habla de que Castro llegó por tren a Valencia a lo que se conoce como la Estación Alemana, donde fue recibido por los señores Víctor Rodríguez, Pedro linares y Manuel Landaeta. De allí partieron a la llamada Estación Camoruco, donde esperaban las principales autoridades del estado, así como gran cantidad de personas, lo cual era de esperar pues un acontecimiento así no era común.
Una vez en el sitio y después de las salutaciones de rigor, se inició un desfile de carrozas por la avenida Camoruco (hoy Bolívar), la cual estaba adornada de arcos con flores y que en la narración del evento, el señor Salcedo “explicaba” que al pasar el presidente Castro los árboles se “inclinaban” para honrar a tan importante visitante. Ese día Castro pasó su primera noche en la casa de don Pedro Francisco del Castillo.
Entre los actos que se organizaron por supuesto estuvo el Te Deum que se realizó el día 16 por la mañana en la Catedral de Valencia y al concluir partieron al Capitolio de Valencia, donde se hizo una recepción oficial para luego pasar al almuerzo que se celebró en Camoruco en los alrededores de la cervecería.
Además del paseo militar, también se organizaron actividades con toros donde se construyó una cerca de 300 mts de extensión donde se realizaron tardes de “corridas de toros coleados” y en la noche el gobierno del estado y la ilustre municipalidad ofrecieron una fiesta en la casa de habitación del general Víctor Rodríguez.
Durante esa visita también se programó una inspección al conocido Puente Morillo, el cual había sido construido en la época de la Colonia por el general español Pablo Morillo y se había derrumbado. Castro prometió reconstruirlo y colocó la primera piedra expresando que de ahora en adelante lo llamasen Puente Restauración, nombre que por cierto fue olvidado en el tiempo para regresar al original.
También se relata que los comerciantes de la ciudad, encabezados por Ernesto l. Branger en la quinta del señor Mariano Revenga, tuvieron un encuentro con el presidente y en la noche asistió a una velada en el Colegio Nacional, cuya directora la profesora Isabel Salón ofreció un recital de poesías y música.
También se planificó un encuentro con la juventud en la casa del señor Passios donde Castro ofreció un obsequio en conjunto con los señores AI Guruceaga, Francisco Mandry, R. Paz Cortes y Víctor Rodríguez.
Ya para finalizar la larga estadía en la ciudad, el presidente Castro organizó una fiesta para rendirle tributo a Valencia en la sede del Club Centro de Amigos, donde estuvo presente toda la sociedad valenciana y también parte de la sociedad caraqueña que fue invitada por el propio Castro y su esposa.
Poco antes del fin de su visita, el presidente Castro realizó varias donaciones a las siguientes instituciones:
1. Bs. 2.000 al Asilo de Huérfanos.
2. Bs. 4.000 al Asilo de Pobres.
3. Bs. 4.000 al Asilo de la Beneficencia.
4. Bs 2.000 a las Hermanitas de Los Pobres.
5. Bs 2.000 a las Hermanas de San Francisco.
6. Bs 2.000 al Hospital Civil
7. Bs 2.000 al Colegio de Lourdes.
Sobre la partida vamos a dejar que el propio F. Salcedo Ochoa la relate:
“A la 5:45 am del martes 22 partió el tren que conducía al presidente de la República. Valencia queda triste. Valencia se había acostumbrado a la presencia de Castro. Pitó la máquina, se puso en marcha el tren y el general Castro, irguiéndose, lleno de santa emoción dijo con potente voz: ¡Viva Carabobo!”.
Como dijimos al principio, durante el siglo XX después del Presidente Castro ningún otro primer mandatario pasó tantos días seguidos en nuestra ciudad.