Por Freddy Millán Borges
El pasado 08 de mayo se cumplieron 87 años del nacimiento de la Unión Nacional Estudiantil (UNE), un movimiento social de importante trascendencia en la historia contemporánea de Venezuela. Nos recuerda Naudy Suárez Figueroa, reconocido historiador de la contemporaneidad y de este movimiento estudiantil, citando a su gran inspirador Manuel Aguirre Elorriaga SJ, cómo 1936 es un año revolucionario en la educación, la política, la economía y en el desarrollo de las ideas sociales, a tal punto que Mariano Picón Salas afirmó que el siglo XX históricamente se inaugura treinta y cinco años después de su inicio cronológico. Esta diferencia entre tiempo cronos y tiempo histórico vuelve como duda razonable durante el siglo XXI, por causas similares narradas por el militarismo, el aislamiento, el atraso, la pobreza y el déficit democrático. (1)
La promulgación del “Programa de Febrero” el 21 de febrero de 1936, con las consignas “sanar, educar y poblar”, por parte del presidente Eleazar López Contreras, trae un proyecto de país, con la creación de instituciones y un aggiornamento de la cosa pública, financiado por la renta petrolera, conocido como el proceso de modernización. En una apertura política e ideológica, se comienzan a discutir ideas en los medios impresos, las organizaciones políticas y sociales, todas incipientes, en las que una élite, con pretensión hegemónica, amalgamada con una discursividad liberal, positivista y anticlerical, quiso imponerse como una ficción de consenso y legitimidad.
En medio de este proceso, en el Congreso de origen gomecista, del que Rómulo Betancourt había dicho que debía tolerarse “con un pañuelo en la nariz”, el senador por el estado Nueva Esparta y presidente del gremio de maestros, Luis Beltrán Prieto Figueroa, introduce el proyecto de Ley de Educación, que contenía el concepto de Estado Docente que resulta rechazado por parte del Senado de la República, el 4 de mayo de 1936. Una inmensa reacción sacude al país y la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) convoca una Asamblea en el Teatro Municipal el día 6, para fijar posición, derivando el debate al asunto religioso y la mayoría termina aprobando un acuerdo con solicitud de la expulsión de la orden de los jesuitas, desempolvando los decretos de dictaduras decimonónicas de José Tadeo Monagas y de Antonio Guzmán Blanco. (2)
Un grupo de estudiantes formados escolarmente en los colegios religiosos e inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia, reivindicaron los derechos educativos de la familia, la Iglesia y los particulares, se oponen con fuerza al monopolio educativo del Estado y se escinden, constituyendo Unión Nacional Estudiantil (UNE), que asume como consigna: “Por los legítimos ideales del estudiante venezolano”, dirigido por un triunvirato llamado Núcleo Directivo, en contraposición al personalismo que atribuían al presidente de la FEV., Jóvito Villalba.
La UNE existió entre mayo de 1936 y finales de 1945, cuando se disuelve para formar sus dirigentes en enero de 1946 el Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei), Partido Socialcristiano a partir de 1948. El movimiento uneista participó con sus aportes en la discusión de las políticas públicas, fundó el Semanario UNE para difundir su ideario, escrito por jóvenes entre 18 y 22 años en promedio, con 313 ediciones desde el 5 de septiembre de 1936 hasta el 17 de octubre de 1945. Su director fundador fue Rafael Caldera, su último director Luis Herrera Campins, ambos designados en su momento, por el Núcleo Directivo de la organización para tal responsabilidad, con 20 años de edad. Allí dejaron escrito lo que decían y hacían, lo que pensaban y proponían. También Fundaron un liceo, una escuela nocturna para obreros, cooperativas de uniformes y libros, que funcionaban en la ciudad capital, para noviembre de 1942, de Tejar a San Martín No 88, tenían programas de radio, celebraron congresos en Caracas 1939 y en Mérida 1942, publicaron en libros sus “Consignas”, tal como denominaban sus líneas programáticas, que difunden por distintos medios.
Sus líderes más destacados fueron: Rafael Caldera, Lorenzo Fernández, P. J. Lara Peña, Francisco Alfonzo Ravard, Carlos Rodríguez Uzcanga, Víctor Giménez Landínez, Pedro Pérez Perazo, José Antonio Pérez Díaz, Andrés Sucre, José Antonio Rodríguez Herrera, Rafael Ángel Cartaya Godofredo González, Edecio La Riva Araujo. Luis Herrera Campíns, Los hermanos Vargas Salerno, tratando de seguir una línea cronológica entre sus directivos y los colaboradores más activos con textos en el Semanario.
El discurso de la UNE fue original, coherente y pertinente, inspirado en la Doctrina Social de la Iglesia, los pensadores católicos y la identidad nacional, se opuso al discurso liberal-positivista decimonónico en el ámbito político y pedagógico del momento: estatista, ilustrado y anticlerical. Abogaron por una educación integral; intelectual, física y espiritual, la reforma universitaria, del bachillerato y la escuela primaria. Fueron defensores de la democracia pluralista y con sentido social, la libertad religiosa y la integridad territorial de la República. Fijaron posición ante los conflictos bélicos, condenaron toda forma de imperialismo, apoyaron las políticas nacionalistas petroleras, respaldaron los programas innovadores de salud pública y proclamaron la opción preferencial por los pobres.
Sus principales planteamientos los testimoniaron con su acción social, sus compromisos políticos, con su arraigo en el país y que pueden ser revisados en los documentos que nos legaron más allá de las especulaciones y denuncias infundadas. Fueron una pléyade de jóvenes veinteañeros que actuaron con valentía y madurez, sin subordinarse a la mayoría, perseveraron y trascendieron.
“La UNE, inspirada en la Doctrina Social de la Iglesia Católica, constituida por estudiantes formados escolarmente por los jesuitas y con la influencia decisiva y reconocida del Pbro. Manuel Aguirre Elorriaga SJ, luego sedimentada en la filosofía personalista de…Maritain, es el antecedente primigenio del socialcristianismo venezolano, a tal punto que el primer y el último director del Semanario UNE, Rafael Caldera y Luis Herrera Campins, fueron presidentes de la república, electos constitucionalmente, ejerciendo tres periodos constitucionales, durante la segunda mitad del siglo XX y sus dirigentes ocuparon altas dignidades en las diversas ramas del poder público, la academia, la acción social y la economía, cuestión que evidencia la trascendencia de su discurso.” (3)
Luego de disuelta la organización estudiantil, la mayoría de sus antiguos integrantes constituyeron la organización política Copei en enero de 1946 y la Juventud Revolucionaria Copeyana (JRC) en 1947, tema historiográfico que escriben sus protagonistas en ejercicio de la indispensable conciencia histórica.
Referencias
(1) Unión Nacional Estudiantil, UNE. (1975) Por los Legítimos Ideales del Estudiante Venezolano. UNE: Gestación de una idea revolucionaria. Estudio introductorio Naudy Súarez F. Caracas: Ediciones Nueva Política.
(2) Decreto del 31 de agosto de 1848, de José Tadeo Monagas, decreto 21 de septiembre de 1872 de Guzmán Blanco, por el cual extinguieron los seminarios clericales. Ley de 5 de mayo de 1874. Acerca de la extinción de los conventos. (FEV; en El Universal. Caracas, 8 de mayo de 1936. p.10).
(3) Millán Borges, F. (2021) El Discurso Pedagógico de la Unión Nacional Estudiantil (UNE) a través del Semanario UNE (1936-1945). Lógoi. Revista de Filosofía, (040).
https://revistasenlinea.saber.ucab.edu.ve/index.php/logoi/article/view/5131
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