El componente comercial del Acuerdo de Asociación (ADA) entre la Unión Europea (UE) y los países de Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá) entró en vigencia el primero de diciembre de 2013, hace diez años. Desde entonces, el intercambio comercial entre ambos ha aumentado, pero continúa estando muy lejos de su tamaño potencial.
Las políticas comerciales, fiscales y económicas diferentes y a veces contradictorias de los países centroamericanos han sido el principal factor que han impedido al componente comercial del ADA su pleno potencial, lo que impide obtener los beneficios posibles para el desarrollo económico de Centroamérica.
El actual SICA (Sistema de la Integración Centroamericana), que data de 1991, es insuficiente para lograr una coordinación efectiva de sus políticas, que permita a los países de Centroamérica desarrollar su potencial comercial con la Unión Europea.
Con base en el Acuerdo de Asociación y los acuerdos de la Unión Europea con la Celac en julio de 2023, es necesario pasar a un nivel superior de coordinación entre los países de Centroamérica, después de más de treinta años del SICA, pasando a conformar la Unión Centroamericana similar a la Unión Europea, con las correspondientes diferencias, haciendo notar que su integración con seis países en vez de veintisiete y una lengua en vez de varias en Europa, facilitaría enormemente su funcionamiento.
Ese acuerdo preservaría la soberanía de cada uno de los seis países miembros, pero desarrollaría plenamente el potencial económico de ellos, lo que no se puede hacer con el SICA actual, por insuficiente y obsoleto.
El compromiso de la Unión Europea con la Celac en julio de 2023, de invertir 45.000 millones de euros en los próximos años en la región, sería determinante para impulsar este cambio, ya que aseguraría una importante inversión en infraestructura, energía y modernización productiva para los países que integrarían la Unión Centroamericana.
Debemos tener una visión acorde al siglo XXI y a los desafíos que enfrentan países pequeños, como los de Centroamérica, para lograr tamaños de mercados que permitan hacer viable volúmenes de comercio atractivos para el enorme bloque de países miembros de la Unión Europea, que tanto en población como en extensión geográfica representan diez veces la población y extensión de los seis centroamericanos. Es hora de actuar para maximizar el beneficio que ofrece el ADA (Acuerdo de Asociación) con la UE.
El autor es presidente de honor del Partido Conservador de Nicaragua, partido miembro de la IDC (Internacional Demócrata de Centro).