Quien esté libre de culpa, que lance la primera piedra. Proverbios Juan 8.7.
La política y la Iglesia siempre han interactuado. Pocos podrían recordar al cura don Camilo y a su leal antagonista Pepón. Iglesia y política enfrentadas con narrativa caricaturesca. Don Camilo, novela cómica plena de frases ingeniosas, de frescos y chispeantes diálogos -escritos en franco equilibrio- entre la simplicidad y la quintaesencia del humor italiano, nos llenó de ilusiones. Giovannino Guareschi logró reconciliar con humor las rencillas y los resquemores que existían entre los sobrevivientes de ambas disciplinas, luego de la Segunda Guerra Mundial. Ya han transcurrido más de cien años desde la escisión del PCI con el PS. Amadeo Bordiga y Antonio Gramsci son recuerdos. También Mussolini pasó al olvido.
La realidad ha emulado ciertas circunstancias. Jesús Barrios, párroco venezolano comprometido por la libertad, luchador incansable por las buenas causas y fiel comulgante de la doctrina social demócrata, recientemente, se fue al encuentro con el creador. Camilo Torres Restrepo, colombiano pionero de la teología de la liberación. Hombre entregado a pelear por el bienestar social. Mártir de la lucha armada en Colombia. «¿Un cura sin sotana y que iba a echar bala?”
¿Qué podrían tener en común la Iglesia y la política? ¿La fantasía y la realidad? Una sola pendejada. ¡El bienestar social colectivo! Es decir, los pre nombrados reverendos. Don Camilo, Jesús Barrios y Torres Restrepo, oincidían en su doctrina de la fe y la caridad, con diferentes perspectivas para lograrlo: humor, trabajo social y lucha armada. Todos pretendían el bienestar colectivo y luchaban contra las injusticias del poder. Podría sonar jocoso. ¿Qué edad tenías cuando te enteraste que las leyes se promulgaron para proteger a los más débiles?
El bienestar social colectivo se logra con la unidad necesaria. Se logra dejando atrás ambiciones personales y egos. Se logra dejando de competir en esa feria de vanidades, por pretender el galardón del “líder supremo”. La unidad necesaria tiene una meta en común. “El bienestar social colectivo”. Lucha épica que en Venezuela, lleva 22 años intentando rescatar y restablecer nuestros valores constitucionales. Más de dos décadas recorriendo la cruzada por reeditar nuestros derechos civiles. Nuestra identidad y hasta esa alegría que siempre nos caracterizó. Urge la unidad para el logro de los anteriores objetivos.
En la unidad opositora nadie está libre de culpa. Ni por mucha sotana púrpura, blanca, o verde que lleven. Ni por tanto acto de constricción que hayan realizado. Ya Cristo fue crucificado por todos para perdonar nuestros pecados. En la oposición hay hombres y mujeres con defectos y virtudes. Líderes con cualidades diversas, que en conjunto y unidos podrían tender a la perfección. Pero aún no han entendido el verdadero fin de la unidad.
La unidad es por el país. Por construir una nación democrática de ciudadanos libres.
Si no te gustan los líderes que hay, conviértete en uno de ellos. Ghandi.
Luego de vivir casi 5 lustros de liderazgo opositor equivocado, gracias a la estrategia del gobierno de Hugo Rafael y Nicolás, de minar el verdadero apuntalamiento de los partidos políticos, como lo fue la base organizada civil en todos esos estratos, que le dieron brillo a la democracia y a los gobiernos alternativos. – léase CTV, FCV, magisterio, gremios y demás organizaciones civiles- , y ante el florecer de los partidos políticos de base en los últimos años (AD), los adláteres de la isla y demás bellacos inmorales del continente asiático optaron por corromper a quienes militaban dentro de los partidos políticos de oposición – tenían debilidades morales y necesidades inmorales -. Los mochos se buscan para rascarse. Dijese Luis Herrera.
Os pido a todos, ¡hagamos acto de constricción! Resucitemos el liderazgo, permitiendo que sean los ciudadanos de cada rincón de nuestra geografía, quienes elijan a nuestro abanderado en la próxima contienda electoral. Barinas nos dio el ejemplo. ¡Unidos somos invencibles, y podemos cobrar el ticket ganador!
Los ciudadanos y el pueblo les clamamos a los jefes y líderes de sus partidos – de toda la oposición – que colaboren en la cruzada por defender esta geografía prodigiosa, que destrozan extranjeros.
Los militares – dueños y señores de las armas – harán irremediablemente honor al legado de Bolívar.
@CarluchoOJEDA
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