OPINIÓN

La única amenaza 

por Julio César Arreaza Julio César Arreaza

La única amenaza al ecosistema criminal la constituye la líder del coraje. Por eso le temen. Restan 52 días para las primarias de la gente. Es un verdadero desafío realizar unas primarias sin maquinitas ni control del CNE oficialista. Es una herramienta para los ciudadanos que tenemos algo que decir sobre la dirección del liderazgo. Hacer valer la opinión de la mayoría es el reto de hoy.

La inhabilitación autoritaria, fuera de todo orden legal, apunta a una elección no competitiva.

Nos da risa Maria Luisa oír hablar de la oposición institucional que es, nada menos y nada más, funcional al régimen. Lo de su apellido “institucional”, en dictadura, es un oxímoron. En correspondencia la gente los batuqueó con un silencio atronador. Ha vendido a sus representados por sus intereses, con arreglo a la oscura distribución pactada. Favorecen siempre al status quo: ellos en la opolaboración y el régimen en el poder. Son como perros que ladran mucho pero no muerden. Prefieren seguir siendo comparsa del Estado socialista patrimonialista. Se trata de una obra de teatro con final resuelto: gana el status quo.

Ellos validan a la tiranía, la cual acaba siendo su mejor escenario. De la degradación comen muchos truhanes reaccionarios, porque son conservadores del ecosistema criminal. Se niegan a competir y a rendir cuenta. Ellos son así, no tienen coherencia entre la palabra y acción. Pretenden seguir siendo representantes a juro, por eso dificultan las primarias. Desde hace tiempo su representatividad es fallida.

El país se empina sobre mil dificultades y se va cohesionando, con entusiasmo, alrededor de un proyecto liberador, cuyo eje es el reencuentro de la familia con el regreso de los venezolanos de la diáspora: fuerza creadora y trasformativa para construir país y democracia.

La ruta electoral transparente es sin arbitrariedades. Articulando el descontento y haciendo valer unas reglas equitativas, distintas al modus fraudulento, la potente primaria, no tutelada, es una señal a todo el sistema de que la voluntad popular clama por un cambio. Estamos hablando de las tres cuartas partes del país.

No seguiremos jugando con las reglas del régimen. La unidad falsaria, degradada y comparsa del status quo, no interpreta la voluntad de cambio y por eso estamos ante una seria crisis de representatividad. La vamos a resolver con la soberanía popular, contando voto a voto. Un venezolano un voto. Que el voto refleje tu decisión, sin intimidación. Es imperativo dilucidar que piensa la gente sobre el liderazgo opositor.

Avanzan las investigaciones en la Corte Penal Internacional y la usurpación vive su peor momento de debilidad política y económica. La única amenaza frente a él es quien encarna el descontento popular, según todos los estudios de opinión.

La pregunta fundamental de hoy día es si estamos dispuestos a pagar el costo de rescatar la libertad.

¡Libertad para Javier Tarazona y Emilio Negrín! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!