Hoy, día 67 de la invasión, la presidenta del Congreso de Estados Unidos, Nancy Pelosi ha viajado a Kiev para entrevistarse con Zelenski y agradecerle la lucha por la libertad que a su juicio es la libertad de todos, le dijo y nos dijo: “Nuestro compromiso es de estar ahí con ustedes hasta que la lucha termine”. Zelenski reconoció el liderazgo de Estados Unidos en el apoyo de la lucha contra la agresión rusa. Cada día que pasa me siento más seguro del compromiso de Estados Unidos y Europa con Ucrania y con su ayuda suficiente para ganar la guerra. Sigo siempre en estado de alerta permanente ante una posible traición. Dado cómo evolucionan las cosas, las declaraciones políticas, las visitas a Kiev, las medidas de aislamiento y castigo económico y social a Rusia, casi estoy seguro del apoyo hasta el final, de Estados Unidos y la Unión Europea. Más claro, fuerte e incluso más eficaz el de los americanos. En Europa todavía siguen siendo más melifluos, diletantes y dubitativos, aunque en comparación con las últimas décadas han dado un paso de gigantes.
En esta criminal invasión nos están ofreciendo mucha credibilidad tanto Biden como vonderLeyen. El problema en Europa es que el poder estructural está en los países con demasiadas dificultades para tomar decisiones conjuntas en diferentes cuestiones, sobre todo en temas de seguridad y relaciones exteriores. La Unión Europea sigue sin tomar la necesaria medida de cortar el suministro de hidrocarburos con Rusia, también con más apoyo armamentístico estaría mejor. Putin se empieza a dar cuenta que va perdiendo la guerra, su propio equipo y sus asesores le estaban mintiendo, escondiendo datos e información como suele ser muy habitual en sistemas autoritarios y dictatoriales, en muchas ocasiones por miedo e incluso pánico.
Los hechos ya son innegables, el ejército ruso va camino de hacer el ridículo. Por ello ha lanzado una campaña de amenazas, centradas en armamento nuclear, los misiles hipersónicos y la posibilidad de una tercera Guerra Mundial. No creo que pueda, ni quiera, además cualquier actuación de Rusia en ese sentido sería totalmente destructiva para ellos. En mi criterio es una total jugada de farol, no imposible pero casi imposible. Esta acción de amenaza y chantaje tiene un claro mensaje, meter miedo, conseguir que los colaboracionistas en Occidente lo den por bueno, eficaz y comiencen una campaña para que todos cedamos a la presión de sus faroles y les dejemos quedarse con parte de Ucrania en este momento, salir de rositas de su invasión y sus crímenes de lesa humanidad y proclamar su gran victoria, tomar fuerza en el mundo, ser reelegido fraudulentamente en el 24 y repetir en un cierto tiempo nuevamente sus jugadas.
Nuestro problema es que siempre hay colaboracionistas y tontos útiles. Hoy han salido en más de un medio de comunicación avisándonos de una espiral internacional de consecuencias impredecibles y habla incluso de riesgo de choque entre potencias nucleares, este mensaje es claramente de los que buscan un acuerdo rápido que favorezca a Putin, aun cuando va a perder la guerra. Lo dicho, son colaboracionistas, tontos útiles o ambas cosas. Después de dar la victoria a Putin podríamos dejarle que invadiera Finlandia, Estonia, Letonia o Lituania, Polonia, Moldavia, Bulgaria. A Corea del Norte que invada Corea del Sur, a China o Taiwán y un trozo de Japón, el otro trozo se lo dejamos a Corea del Norte. A los países totalitarios, tramposos y gamberros hay que pararles, no significa en ningún caso que se les invada pero que no se les permita invadir a nadie.
Ahora los colaboracionistas sacan un mensaje de pedir la paz, la paz consiste en no invadir, no en que dejemos que Rusia invada Ucrania. En el símil de la violación no podemos estar ante la violación y pedirle al violador y la víctima que negocie la paz pero que de momento no pare nada y que el violador siga violando. Que se negocie simultáneamente, aunque la violación continúe y qué más da que el violador obtenga recompensas y éxitos mientras la víctima, acabe violada, posiblemente muerta y con sus pertenencias en parte destrozadas y el resto pasando a ser propiedad del violador. Esperemos que la mayoría de los ciudadanos y nuestros políticos no sean colaboracionistas. Son colaboracionistas en otro orden de cosas el foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, así como la mayoría de sus integrantes.
Hoy en los medios hay algunos que prácticamente dan por segura la guerra nuclear, lo único seguro es que sus exageradas exacerbaciones favorecen a Putin y le hacen el juego. Algunos reivindican que ellos estaban seguros de la invasión de Ucrania, en ese caso coinciden con la mayoría del mundo, incluso los norteamericanos explicaron puntualmente y con exactitud lo que iba a ocurrir en cada momento. Lo que también es seguro es que si nos plegamos a lo que pide Putin veremos más invasiones a corto plazo, sobre todo en Europa y Asia. Es lógico pensar que con la invasión de Ucrania hay una especie de estatus quo o un pacto no escrito en el que por un lado Occidente no participa de forma física y personal de la defensa de Ucrania y Rusia acepta lo que pueda ocurrir sin sacar las cosas excesivamente del contexto de la ya una brutal invasión. Realmente es un seudo pacto totalmente favorable a Rusia, como todo dictador, tramposo y criminal solo sabe jugar con las cartas marcadas, aun así, como ve que va a perder quiere ganar de cualquier forma. Como ya hemos dicho no nos queda otra que ganar la guerra y parar los pies al nuevo nazi, mitad Hitler y mitad Stalin. No podemos colaborar para destruir el mundo, las libertades y la democracia.
Alemania acaba de confirmar su apoyo al corte de hidrocarburos procedente de Rusia, avanzamos lentos, pero en buena dirección, toca hacerlo pronto y trabajar de forma urgente en la transición energética. Hay que tener en cuenta además que las nuevas tecnologías digitales entre otras cuestiones con el teletrabajo, el telestudio y en general con la comunicación digital ahorran movimientos de transportes personales que pueden generar ahorro energético. También una revisión de los sistemas de energía y la búsqueda de mayor eficiencia puede ayudar en esa línea.
En mi anterior ensayo de La pirámide la libertad decía “es triste y abusivo que empresas que controlan la información y el conocimiento como Google y las antes mencionadas (me refería a Facebook, Instagram, WhatsApp y Twitter) no solo sean un oligopolio, sino que sean las que controlan los contenidos, que sean juez y parte y además impongan su código ético e ideológico a los usuarios”. Es evidente que Twitter además de controlar indebidamente los contenidos, lo hacía de forma sesgada ideológicamente. Lo ha confirmado su nuevo propietario, Elon Musk, espero y deseo que de verdad sea defensor de las libertades y actúe y haga que Twitter sea imparcial y neutral. En todo caso hay que romper los monopolios y oligopolios digitales.
Hoy se ha conseguido evacuar 100 civiles mujeres y niños de la empresa de altos hornos de Azovstal con la colaboración de la ONU y la Cruz Roja en Mariúpol. Aquellos que tan alegremente hablan y potencian la utilización de armas nucleares por parte de Rusia les preguntaría si no les parece terrorismo amenazar con bombas atómicas contra población civil que nada tienen que ver con la invasión de Ucrania, realizada solo a mayor gloria del dictador Putin. La sola amenaza es terrorismo.
http://carlosmalodemolina.com/
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