La ciencia occidental avanza cada vez más hacia un cambio de paradigmas de proporciones sin precedentes, que cambiará nuestro concepto de la realidad y de la naturaleza humana. En este nuevo paradigma deben tener cabida, ubicación y sistematización todos los conocimientos bien establecidos, ya sea que provengan de la física cuántica y relativista, de la neurociencia, del estudio de las estructuras disipativas, de la psicología humanista y transpersonal, de la filosofía y la teología, o de cualquier otra fuente cognoscitiva, y todos formarán un macrosistema integrado que reflejaría aquella armonía del Universo, la cual – según nos revela Einstein – lo guió hacia el descubrimiento de la teoría general de la relatividad. En efecto, podríamos, incluso, decir que los grandes hallazgos científicos del siglo XX son una aplicación de la teoría general de la relatividad a las diferentes manifestaciones de la naturaleza, a las distintas disciplinas y sus variadas áreas del saber
Miguel Martínez Miguelez – Nuevas fundamentos en la investigación científica –
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I La suprageocomunicacionalidad avasalla, transforma y orienta los componentes educativos tradicionales: Hacia nuevas plataformas y estructuras del conocimiento y del aprendizaje
El avance indetenible y complejo de la neotecnología, y con mayor impacto en tiempos poscovid, ha trastocado considerablemente las funciones del conocimiento y las redes, y que si algo había hecho el Covid-19 era aumentar las brechas del conocimiento entre nuestras naciones y las tecnológicas. En la actualidad, vale más un certificado de una universidad en la autollamada Inteligencia Artificial -IA- o redes, o de los cursos que brindan Google, Microsoft, Apple, Meta, – que un título universitario – sin obviar que se ha multiplicado el piraterismo académico sobre la base de páginas e “instituciones” que intentan validar tales conocimientos sin los soportes, ni las experticias correspondientes.
Todos los días, aparecen nuevas y múltiples páginas de la autollamada IA que desde nuestra perspectiva, siguen siendo respuestas tecnológicas, porque jamás darán respuestas precisas, sino ajustadas con lo que respondemos como sociedad humana ante el futuro, o hechos del pasado o presente. La IA es una gran plataforma mejorada de Google porque absorbe todos los buscadores en texto e imágenes, mientras comprime y resume lo que otros ya han hecho, y hasta nos hace «presentaciones» y «libros» que en la praxis terminan siendo plagios escondidos. Al final, todas estas páginas son limitadas en sus “créditos” – no hay nada gratis – y lo que buscan es la venta de lo que otros han realizado, en ese enorme conglomerado que encuentra cualquier “IA” en toda la red.
Igual pasa con las grandes empresas neotecnológicas y universidades de máximo prestigio, las cuales otorgan «gratis», las primeras fases y hasta certificados de cursos digitales, pero cuya validez «certificada» se alcanza, después de pagar costosos cursos, es decir, cualquier certificado que sea autenticado por las validadas neotecnológicas, o universidades reconocidas en el área del aprendizaje tecnológico, queda sin registro de acta, aunque este avalado «digitalmente»; porque al final, la dimensión de la suprageocomunicacionalidad tiene un enorme costo financiero, y mantenerlo para que otros alcances sus metas, hacia el encuentro de su “conocimiento” requiere cubrir sus costos y generar ganancia, o sea, la lógica del capital, y que en este caso, se asocia con los nuevos esquemas de plataformas educativas.
De hecho, Irlanda, ha creado la carrera de «influencer», intentando apelar al boom sobre las lecturas de lenguajes informáticos, las cuales puedan hacerse desde cualquier estructura de comunicación. Incluso, estamos viendo el cómo la también denominada “ingeniería de prompt”, que no es más que emplear con palabras adecuadas lo que se busca responda la IA ante lo que se está planteando en contextos específicos y/o situaciones determinadas, se está asomando como una nueva profesión desde los posgrados que actualmente ejecutan naciones como Japón.
Del mismo modo, otras plataformas en el campo del conocimiento y del aprendizaje como Moodle y Genially, quieren ir a la cabeza de la educación en nuestros países para vender sus programas, a partir de sus videos demostrativos, y que de alguna manera vienen a ser las reducciones, ampliaciones o modificaciones de contenidos, basados en estéticas digitales, y con un mayor control de la información, lo cual sería la relativa diferencia en términos de la ciber-seguridad, aunque al final todo concluya en la “nube”. Es decir, cualquier programa o herramienta que sea ofrecida o vendida con alguna sujeción de características innovadoras, realmente son las reducciones de Microsoft Office o Google Classroom, pero que toda responsabilidad lo hagan con solo mencionar dos o tres palabras.
La realidad es que tales plataformas, no son programas de creación de conocimientos, son simplificadores del trabajo docente – sobre todo en planificación, evaluación y realización de clases -, y también para los estudiantes, las cuales generan espacios de clasificación automáticos para los contenidos de las áreas del aprendizaje, o registrar las acciones y actividades que se llevan en las distintas etapas del conocimiento de los estudiantes, y por supuesto, también en anexión, reflejando todos los datos estadísticos básicos y complejos que son realizados durante el proceso educativo.
II ChatGPT, Microsoft Copilot, Meta AI, Gemini (Google), Perplexity AI, Apple Intelligence: ¿Cuáles son sus niveles de “inteligencia artificial”? Posicionamiento de la IA en la educación contemporánea
Las nuevas plataformas de búsqueda que están empleando las trasnacionales de la suprageocomunicacionalidad, y que por razones estrictamente de la lógica del capital, y también como posicionamiento de mercado digital han llamado “Inteligencia Artificial”, sin que surjan discrepancias informáticas entres ellas, y menos de discusión epistemológica, y menos, entre sus ingenieros y creadores, tiene la clara unificación del dominio pensativo en este campo, lo que por supuesto, resulta, una marcada influencia y hegemonía del poder que se esconde en la suprageocomunicacionalidad, y que nos llevará hacia los estadios de lo que hemos propuesto como el cosmoestadismo.
Ahora bien, el inicio que propone Martínez (2012) de todo este “macrosistema integrado” (p.115), apunta hacia una transformación absoluta del aprendizaje y del conocimiento, o sea, los cambios de estructuras curriculares, con nuevos enfoques epistemológicos, y donde la neotecnología marcada por esa “inteligencia artificial” debe encontrar en los docentes las herramientas que complementen y refuercen los sistemas de aprendizaje, pero que jamás los sustituyan, porque esa concepción, sólo eliminaría el conocimiento, y por ende, las formas de aprender y discernir ante cualquier área de la educación.
Así tenemos que las principales de estas plataformas: ChatGPT, Microsoft Copilot, Meta AI, Gemini (Google), Perplexity AI, Apple Intelligence – próxima en anunciarse, y exclusivamente para sus equipos – están condensadas sobre una férrea lucha, pero sin distinciones en la búsqueda del dominio pensativo, en cual de ellas, obtiene la preferencia de venta, que se puede observar en el resto de la miles de páginas creadas con este propósito, pero que no tienen como finalidad la hegemonía del razonamiento, sino en ser parte del enorme mercado neodigital.
ChatGPT, Microsoft Copilot, Meta AI, Gemini (Google), Perplexity AI, Apple Intelligence se van a convertir en el próximo lustro es herramientas fundamentales de una educación que tiene que replantearse por completo, lo que conocíamos desde un aula y laboratorios, o trabajos de campo. Los videos en la actualidad son parte esencial del cómo hasta con la grabación de drones, promueven y matizan en tales imágenes, aprendizajes reales, que a su vez, soportados con la redacción de ensayos o documentos, sobre los cuales, las planificaciones curriculares también, podrían exigir que sean grabados los momentos de escritura y consulta de los estudiantes antes sus trabajos y, por ende, disminuir de manera significativa, cualquier ejecución “pedagógica” o de “aprendizaje” que altere los niveles de conocimiento sobre los estudiantes.
Por otra parte, los educadores de cada especialidad están obligados, en mayor o menor medida, a generar sobre ellos, no sólo en replantearse el cómo ha sido su propio aprendizaje profesional en sus niveles de conocimiento, es que tienen que convalidar con tales herramientas, la validez o no, de lo que éstos componentes y plataformas están secundando como principios de una verdad educativa y epistemológica, sobre los cuales contenidos geohistóricos, lingüísticos, matemáticos, físicos, químicos, y de cualquier índole sobre las ciencias sociales, materializan otras realidades en los componentes del arte, la cultura y el neorrealismo,
Hoy, el posicionamiento de la IA en la educación contemporánea, permite estudiar geografía e historia llevando a los estudiantes al sitio virtual del componente curricular en tiempo y espacio. Esa IA, permite verificar la pronunciación de los idiomas – propios o secundarios -. La IA también facilita que el docente pueda explicar los procedimientos de la matemática o materias de razonamiento abstracto; mientras incluso podemos revivir hasta en clases virtuales a los expositores de cualquier siglo en la discusión educativa.
Los esquemas de las plataformas de IA como enormes buscadores de información nos están proponiendo, no un simple “corta y pega”, como fueron los inicios de la educación digital; éstas se encuentran en una estructura para que también desde nuestra malograda concepción del aprendizaje, puedan recomponerse las fuentes del conocimiento, mientras repotenciamos en los educandos, múltiples saberes que ahora pueden ser articulados en sus fases de aprendizaje, aunque para ello, se requiere que los planificadores educativos, comprendan que las antiguas estructuras deber ser sustituidas, si bien gradualmente, tiene que haber un punto de sustitución absoluta.
En consecuencia, los Estados que no asuman con máximo racionalidad y comprensión el significado de la suprageocomunicacionalidad, simplemente estarán condicionando los aprendizajes por “aprobación” de materias con seudo-conocimientos, y que en vez de potenciar el aprendizaje, continuará abriendo enormes brechas entre los sectores sociales, y con más fuerza en las naciones de América Latina.
Estamos pisando un nuevo campo, y muy minado, en el terreno de la suprageocomunicacionalidad, la cual comienza a dividirse hacia los campos de la sociedad, y la primera torta del enorme bocado es la educación. Necesitamos modificar todos los aspectos del aprendizaje y del conocimiento, sino queremos al final, ser devorados por esa suprageocomunicacionalidad.
Referencias
Martínez, M. (2012). Nuevos fundamentos en la investigación científica. Trillas
Swissinfo.ch (22 de octubre de 2024). La carrera de influencer llega a la universidad en Irlanda. https://www.swissinfo.ch/spa/la-carrera-de-%27influencer%27-llega-a-la-universidad-en-irlanda/87779002
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