OPINIÓN

La sombra de la indecencia

por Armando Martini Pietri Armando Martini Pietri

La impudicia se agranda sumiendo a millones en una crisis de higiene política, pudrimiento ético y desgano humanitario. La concentración de poder, corrupción desenfrenada, violación sistemática e incivil de los derechos humanos y el colapso económico-social, socavan las bases democráticas, generando justificada desconfianza en las instituciones.

Las raíces se entrelazan en un laberinto de confusión multifacéticas. Entre los factores relevantes están los sistemas políticos moldeados por conflictos ideológicos, desigualdad social e injerencia no deseada ni solicitada de vigores extranjeros. El ascenso de líderes patrañeros y carismáticos escapados del manicomio, vociferando peroratas populistas para consolidar poder y carcomer las instituciones. El robo del dinero público se ha convertido en un modo de operar, desvalijando los recursos para debilitar el Estado de derecho. Políticas económicas erráticas, agravan el escenario. La represión política, el acoso, persecución de opositores, adversarios y contrarios, censura y violencia estatal, restringen las libertades, instaurando un clima de miedo y terror.

Las consecuencias, abarcan todos los ámbitos de la vida. Crisis humanitaria, ciudadanos desnutridos, padecimiento enfermedades prevenibles y la falta de acceso a los servicios básicos. Éxodo masivo, migración forzada de niveles históricos, formando una crisis en los países vecinos. Destrucción, polarización, violencia e inseguridad deterioran el tejido social y debilitan la cohesión nacional. Putrefacción e impunidad minan la confianza de la ciudadanía.

¿Cuál es el futuro? ¿Posibles escenarios? Los autoritarios podrían consolidarse, perpetuando el conflicto y la represión. Un estancamiento prolongado, quizás una transición gradual, un cambio progresivo hacia la democracia, a través de reformas institucionales, un diálogo nacional inclusivo. O una lamentable transformación abrupta, repentina, provocada por una crisis. Y, lo indeseable, lo que nadie quiere, un conflicto devastador para la población.

¿Qué se necesita para una transición pacífica y democrática? Unidad de la oposición y de los diferentes sectores en torno a un proyecto político común. Fortalecimiento de la sociedad civil, de las organizaciones no gubernamentales; movimientos sociales y sindicatos juegan un papel clave en la defensa de los Derechos Humanos y promoción de la democracia. La comunidad internacional debe ejercer apremio e influencia sobre los arbitrarios y abusivos regímenes dictatoriales apoyando a los movimientos democráticos. Por último, las reformas que permitan construir instituciones sólidas y transparentes, que garanticen la separación de poderes y protección de los derechos. Finalmente, la transición democrática debe ir acompañada de un proceso imparcial y justo de reconciliación nacional que permita superar las divisiones políticas y sociales. Para ello, la impunidad es inaceptable

En Venezuela, la situación es grave, pero no irreversible. Todos son importantes y necesarios, tienen un papel fundamental que desempeñar en el desarrollo de la democracia. Cuestionar diplomáticamente al autoritarismo, fortalecer la sociedad civil, proporcionar apoyo logístico, financiero y técnico a las organizaciones que trabajan por la libertad, democracia y derechos ciudadanos. Promover, facilitar el diálogo, la negociación entre los diferentes sectores y actores políticos. Y, posterior al teatro insostenible del triunfo oficialista sin mostrar una sola prueba, construir una agenda común y desarrollar una estrategia regional de naciones que aborde la crisis.

La transición hacia la democracia es un proceso de voluntad política y determinación, lleno de desafíos, obstáculos, largo, complejo y sin discursos baratos. Sin embargo, es primordial no perder la esperanza y seguir trabajando por un futuro de excelencia. La crisis es un llamado a la acción y todo indica que viene presión fuerte, muchos países abrieron los ojos al problema de Venezuela, porque les afecta en sus territorios, migración, bandas armadas, financiamientos indebidos e ilícitos acuerdos políticos

La ciudadanía tiene el compromiso para superar dictaduras, y construir sociedades ecuánimes, modernas, respetuosas, solidarias. Criticar desde la oscuridad, en la comodidad sin amenazas, es una vileza intolerable, despreciable. La historia enseña que la lucha por la libertad y la democracia es un proceso espinoso que toma tiempo, pero, al final, siempre triunfa la voluntad soberana de los pueblos. 

@ArmandoMartini