El Derecho Romano, por ejemplo, permitía explícitamente golpear al niño y a la esposa cuando se hacía con el fin de corregir su conducta (animus corrigendi). De igual modo, el Corán alentaba a los maridos no solo a “reprender” sino “azotar” a sus mujeres cuando estas mostraban “indocilidad”, una prerrogativa que podían ejercer en virtud de la idea de que “los hombres son superiores a las mujeres”.

Luis Zaballa, Polis

I Quid Juris entre lo fenomenológico y social

¿Por qué se habla sobre la existencia de injusticias sociales, pobreza y exclusión de seres humanos? ¿Por qué se debate que tenemos en nuestra sociedad una permanente crisis moral y ética? ¿Por qué existen las desigualdades en los niveles de vida de las personas si el planeta es uno solo? ¿Por qué las fronteras dividen y condenan a unos seres sobre otros, y aún se habla que tenemos sentimientos? ¿Por qué algunos Estados aún no pueden garantizar la alimentación, la educación y la salud de toda su población? ¿Cuál es el mejor sistema económico para eliminar la pobreza? ¿Cuáles son las razones de los orígenes de la delincuencia, aún en sociedades “educadas”?

Dar respuestas a todas esas interrogantes pudiera convertirse en una situación apofántica husserliana, propia de un pensamiento que a nuestro juicio, si bien ha sido considerado de un importante trascendente epistemológico, su venia de ausencia ontológica en su concepción pensativa, es parte de los desequilibrios en el ser para convertirse en pensadores regeneradores, y no solamente en pensadores analíticos de hechos y realidades sociales, cuyos problemas pretenden sólo ser resueltos con base en posturas de divisiones de la ciencia, y más aún pretender “liberar” la filosofía de componentes que según Husserl son especulativos para la construcción del conocimiento.

De hecho, las pretensiones de Husserl para que la fenomenología se convirtiera en la base fundamental de cualquier ciencia, resultaría por analogía, el concepto equívoco que mantiene el más encorvado positivismo, y que de una u otra manera, se asocia con las decisiones de los Estados en sus hechos y acciones políticas sobre la población, sólo atendiendo espacios que vinculen la atención de lo que consideran, según ellos, serían derechos “esenciales”, olvidando que lo esencial estaría dado por el factor ontológico: verbigracia, ¿sería posible (de)constuir los actuales problemas sociales desde una perspectiva fenomenológica que ignora la libertad del esencialismo del ser.

Desiatto (2009) señalaba que debe estudiarse la liberación como la figura de Zaratustra todo ello envuelto en resoluciones de enigmas. ¿Y qué viene a ser la regeneración del pensar? Sencillamente, darle respuesta a las múltiples preguntas que han surgido en la modernidad como consecuencia de una sociedad que no mejora la vida de los absolutos en su conjunto, sino que sirve de condicionante para los grandes intereses financieros, conjugados en una lógica del capital, cuya asociación con los entramados del poder político, aún ignoran (¿u omiten?) que esa liberación del ser no viene de hechos sociales circunstanciales, sino de hechos ontológicos permanentes.

Asimismo, la combinación de lo fenomenológico y lo social como construcción teórica y praxis social ¿en qué se ha convertido? ¿En el estudio de las conductas (d)evolutivas de los gobiernos y sociedades de forma aislada o complementaria?

¿En qué ha derivado la tan aceptada fenomenología o acaso se ha convertido en una reversión del fenomenismo? ¿O será que la fenomenología pretende seguir ignorando en su praxis la doctrina sobre la dianoiología o la aletiología?  Por ello, se busca articular los sentidos del pensamiento desde la pensilosofía como una teoría que pretende escudriñar dentro y fuera de las aulas, los sentimientos de los absolutos, es decir, no es el estudio de las relaciones sociales con los seres, sino la (des)vinculación de los seres con el plano social en sus corrientes pensativas, interpretadas éstas dentro y fuera de las aulas con los planteamientos de las letras, los lienzos, las palabras, los colores y los sentimientos convertidos en múltiples pensamientos.

II Quid Juris entre lo teleológico y educativo

Desde la aparición de la teoría funcional religiosa propuesta por Kidd (Evolución Social), pasando por la historicidad de las diferentes visiones sobre Dios, elaborada por Lalouette, o el estudio de la Kenosis y secularización de Vattimo, resulta evidente que el ejercicio teológico en la praxis educativa resulta “existencial” para el dominio religioso, pero lo que independientemente de las condiciones o características que sean profesadas por los grupos referidos, convendría preguntar: ¿Son las distintas creencias religiosas estrictamente vinculadas por aspectos esenciales del ser, o por dominios sobre el pensar en quienes las practican desde el poder de cúpulas teleológicas sobre sus miembros y éstos en asociación con los Estados? ¿Se busca la obediencia de la teonomía? ¿Con cuáles fines o propósitos?

Sobre lo anterior, Marx señalaba que las religiones podrían convertirse en factores de alienación; en consecuencia, no es casual, que por ejemplo el llamado “Pacto de Letrán” (1929) firmado entre la jerarquía papal de la época y Mussolini haya tenido convergencias de dominio sobre la sociedad en función del equilibrio por intereses mutuos de poder y reconocimiento recíproco de ambas “instituciones”, aunque ello hubiese significado parte de los detonantes que condujeron a la humanidad hasta una Segunda Guerra Mundial.

¿No deberíamos revertir los actuales preceptos religiosos, quienes con unas llamadas “santas escrituras”, incluso han puesto en evidencia la partición de la historia mediando con Cristo sus “testamentos”, y a su vez dejando muchas interrogantes, sobre el transcurrir de la vida de éste, entre los 12 y 30 años? En tal caso, ¿en los escritos de la biblia, tenemos o no una sujeción de pensamientos por parte de las religiones, cuando menos en lo que atañe a las escrituras de origen hebreo, y expandidas hacia parte de oriente y casi la totalidad del occidente?

Es por ello, que Fromm (1973) vincula el conocimiento, es decir, la praxis del pensar con el sentido de la fe en los siguientes términos donde Bruno murió quemado en la hoguera y Spinoza sufrió la excomunión. Así, desde las interpretaciones de Fromm, educación y religión, religión y educación irían sin cortapisas al terreno de la sociedad como factores complementarios, pero ¿complementarios sobre o cuáles intereses? ¿Estrictamente religiosos, estrictamente educativos, estrictamente sociales, estrictamente conductuales? ¿Cómo saberlo? ¿Acaso no será investigando?

Y si partimos de esa premisa ¿Deben o no llevar las investigaciones presunciones de fe? ¿Y si no se tiene confianza (fe) sobre lo que se investiga o pretende exponer en relación con nuestra realidad social? ¿Quién determina o puede determinar los niveles de confianza en arbitrio sobre una investigación en las áreas sociales, integrada con los factores biológicos, psicológicos y sociales del pensar, sujetándose de una razón positivista o estructuralista? ¿O se pretende con el pensar, conjugar el llamado porvenir de la ilusión que Freud señalaba como parte del desarrollo humano, verbigracia, el fracaso del futuro? ¿O es qué acaso no estamos viendo el cómo el presente se hunde en guerras, incluso desviadas por la “fe” y en “nombre de cada Dios”?

En síntesis, el Quid Juris de la Regeneración del Pensar y las Texturas del Pensamiento, requiere desde la Trans-Onto-Complejidad como esencia de lo esencial en el ser humano, un modo diferente de estudiar los diversos elementos que componen y se explanan de manera conjunta o aislada en el plano de la realidad educativa, y por ende, extrapolada hacia la realidad social en todos sus órdenes. Configurar los aspectos ontológicos, sobre los espacios del conocimiento movidos por la ciencia, lo cotidiano, y también lo metafísico para establecer una concepción diferente entre el pensar y los pensamientos, que éstos se encuentren plenamente orientados en su epicentro epistemológico en las Ciencias en la Educación. Mientras tanto seguirán las guerras hasta por saber cuál es el “mejor Dios”.

@vivassantanaj_

 


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