Xiomara Castro, la primera dama de Honduras, no ha dado mucho de qué hablar. Pero que vivan los habitantes de Cuba, Venezuela y Colombia.
“Corran, zurdos de mierda”, grita una voz femenina desde un balcón en Buenos Aires y ese grito resuena en todo el continente con el eco que hace desde la Argentina.
Pero volvamos a Iris Xiomara Castro Sarmiento, quien va a recibir a 88 médicos cubanos en su viaje a Tegucigalpa. Estos médicos no van a ver a sus familiares en los próximos años y tendrán decomisados sus pasaportes, recibirán pagos ínfimos por sus labores, como también amenazas contra ellos y sus familias si abandonan el programa asignado.
El aeropuerto de Tocontin es uno de los más peligrosos de los 7 países de Centroamérica; solamente recuerdo que la moneda es la Lempira; la gente del común es la de los catrachos y la comida corriente es la de las baleadas.
También recuerdo la isla de Roatán, aunque primero hay que tomar un vuelo de Tocontin a San Pedro Sula, una de las ciudades más violentas en Centroamérica y del mundo.
Tegucigalpa, no sobra recordarlo, tiene como departamento anexo a Comayagüela, sitio de Comayagua o sea lugar de mucha agua, y su nombre en original del español, Managua, quiere decir lugar de minas de plata.
Por otro lado, tenemos el huracán Mitch de 1998, el cual arrolló los puentes de Mallol y Soberanía y la colonia Soto, cuyos remanentes se agolparon y formaron un dique que arrasó con las casas de la calle Real.
San Pedro Sula o la Ciudad de los Zorzales, que así se llama por la gran cantidad de esas canoras avecillas, es la más violenta de toda Centroamérica y la razón es muy sencilla. Allí, como en cada ciudad de la hermosa Guatemala, los índices de muertes violentas por cada 100.000 habitantes son muy altos, con la Mara Salvatrucha y la pandilla Calle 18 acusadas de ser las principales causantes de tales asesinatos.
Xiomara Castro, desde que su marido, el expresidente Manuel Zelaya, fue depuesto por militares hondureños en 2009, ha venido desarrollando una campaña populista que tiene mucho que ver con el Partido Liberal y de Refundación, LIBRE, el partido de su esposo, su asesor principal.
Así pues, a Iris Xiomara no le faltan pergaminos, solo que su apellido la denuncia: Castro. Los Castro son una ralea que pelea contra la democracia en esta parte del mundo.