“The fundamental cause of the trouble is that in the modern world the stupid are cocksure while the intelligent are full of doubt». (BERTRAND RUSSELL)
A pesar de estar disfrutando todavía de las vacaciones estivales, a uno le parece que el tiempo pasa muy rápido. Los profesores disponemos de un descanso largo en verano: julio y agosto. Resulta cuando menos temerario escribir este primer párrafo ante la posibilidad de que lo lea un individuo de tipo tiquismiquis y descubra una actitud provocativa por mi parte. Vivimos en una sociedad hipersensible que marca unos límites a la libertad de expresión y todo lo demás. Bueno, no puedo hacer nada para caer bien a todo el mundo.
El caso es que quienes ejercemos este oficio de enseñar no nos ofendemos fácilmente. Nos gusta impartir nuestra asignatura en el aula. Hemos elegido este trabajo por varias razones. Tener vacaciones, unas vacaciones muy largas sirve, entre otras cosas, para madurar y seguir aprendiendo. Ningún profesor debería creerse suficientemente preparado en su asignatura. Siempre hay que aprender cosas nuevas y viejas. Traduciendo la cita del filósofo galés Bertrand Russell, «el principal problema del mundo moderno es que los estúpidos están demasiado seguros de casi todo mientras que las personas inteligentes están llenas de dudas». Cada vez que oigo hablar de las larguísimas vacaciones de los profesores -«pero, ¡qué bien vivís los profesores!», «¿también tenéis vacaciones esos días?»– no se me ocurre otra cosa que decir como que a mí me gustaría que todos disfrutáramos de más ocio. Sinceramente, me cuesta creer que a algún profesor le molestase ver a la gente descansar y disfrutar de la vida.
En fin, a lo que voy. He pasado unos días en mi pequeña patria. Crucé en auto el país entero desde la región de Murcia, que se encuentra al sudeste de la península, hasta alcanzar Galicia, en el noroeste español. El viaje por carretera no es corto; son casi 1.000 kilómetros de conducción. Afortunadamente, no viajo solo y me turno al volante con una conductora experimentada -y guapa-, paramos varias veces a tomar café y también tenemos en cuenta al automóvil. Dejamos que descanse un poco. Durante el largo, larguísimo trayecto uno debe permanecer atento a la carretera. De vez en cuando se abren accesos a la autovía desde el lado derecho y, si uno es cortés, señala con la luz de intermitencia su paso al carril izquierdo para que los vehículos que quieran incorporarse a la vía principal lo hagan de manera fluida. No siempre sucede así. La verdad es que hay una categoría de conductores que no.
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Para que se entienda mejor, cuento uno de los momentos en el cual dos camiones enfilan una subida. Uno de los dos, justo el que circula delante de nuestro automóvil, inicia la maniobra de adelantamiento indicando ésta previamente con el intermitente para cambiar al carril izquierdo. La maniobra está iniciada. Nosotros vamos detrás y vemos cómo en ese preciso instante un destello de luz larga proveniente del carril izquierdo por detrás a más de 70 metros de distancia de un piloto veloz que se cree el amo de la carretera hace titubear al camionero. El camionero reacciona abortando el adelantamiento y vuelve al carril derecho porque un señor con mucha prisa por llegar a su destino se cree con derecho a ocupar el carril izquierdo. La Dirección General de Tráfico española nos recuerda el buen uso del carril izquierdo en autopistas y autovías, también en Twitter: «el carril izquierdo no es el de los que tienen prisa, tienen un coche más potente o les gusta correr más. Es SOLO para adelantar. Y la #velocidad límite es LA MISMA que la de los demás carriles. Usarlo bien evita accidentes y mejora la circulación». Dirección General de Tráfico*. Esta escena se repite a menudo en un trayecto de más de novecientos kilómetros no solo con los camiones, sino también entre vehículos. Uno puede pensar que el hombre al mando del BMW rojo desconoce el reglamento de circulación o que, lo más fácil, considera que el conductor del camión es lento y debe ir más despacio que él, claro. La educación de cada piloto se demuestra en situaciones como esta. En un punto del trayecto todos tenemos que apearnos del auto lujoso, ir al aseo y caminar ante iguales.
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*@DGTes, 15.feb.2021.-9:41 a.m. »El carril izquierdo no es el de los que tienen prisa, tienen un coche más potente o les gusta correr más. Es SOLO para adelantar« .-