Todo los venezolanos dentro y fuera de Venezuela están enfocados en las primarias y en su derecho a elegir, pero en esta oportunidad la situación es muy diferente a las primarias de 2012. Debido a la usurpación del poder en Miraflores y su control sobre todos los poderes del Estado, incluyendo el Consejo Nacional Electoral, los venezolanos están en una lucha desigual contra un régimen violador de los derechos humanos y por supuesto todo esto incluye el derecho otorgado por la Constitución de elegir de manera democrática a quien será el encargado de dirigir los destinos del país. Debemos diferenciar los objetivos de las primarias de las elecciones presidenciales.
Las primarias deben ser entendidas como el camino para elegir un nuevo liderazgo que sirva de guía para la salida de la dictadura. La responsabilidad en todo este proceso por parte de la Comisión Nacional de Primarias es histórica. Aunque los venezolanos hemos sido engañados una y otra vez, lo cual ha producido la pérdida de credibilidad en cualquier proceso electoral, y estemos decepcionados porque en más de 23 años la dictadura ha utilizado todo tipo de artimañas y trampas para mantenerse en el poder, a pesar de todo seguimos en la lucha porque deseamos libertad y ese sentimiento es más fuerte que cualquier sucia estratagema que se esté organizando nuevamente desde La Habana, pasando por Miraflores y para completar, con la ayuda de políticos que se dicen de la oposición, pero que en realidad solo son fichas serviles del régimen.
Mientras más nos acercamos al 22 de octubre, más será el empeño de la cúpula roja y de sus socios internos y externos para mover los engranajes de esa máquina endemoniada que les ha permitido mantenerse en el poder durante las últimas dos décadas. El usurpador de Miraflores no piensa dejar su mina de oro y los países invasores han hecho, hacen y harán de todo para mantenerlo en el poder. Estamos hablando de los intereses de una mafia internacional que incluye a China, Rusia, Irán, además de los grupos irregulares que explotan el oro y otros minerales preciosos y se reparten el botín entre todos los socios. Aunque no es el tema de este artículo, para tener una idea de esta telaraña de corrupción, está la pelea entre bandas por el caso de Petróleos de Venezuela. La realidad es que lo de Pdvsa es simplemente una repartición que no llegó a todos los miembros de la cúpula y por eso se aplicó un castigo ejemplar. No son los 3.000 millones de dólares: de acuerdo con la organización Transparencia Venezuela existen 127 casos conocidos de presunta corrupción por 42.000 millones de dólares. Entonces, nos preguntamos, aun así ¿creen que habrá algún venezolano que quiera votar por esa mafia? Por eso el interés de incluir al CNE en las primarias, para que el régimen pueda mantenerse en el poder y poder imponer un candidato de la oposición que les convenga. El curtido político y diplomático Diego Arria es de la opinión que “el régimen escogerá el que le sea más útil”, y menciona a Henrique Capriles, Benjamín Rausseo y Manuel Rosales.
Por otra parte, el destape de los petrodólares también le sirve al régimen, además de castigar a los que los traicionaron, como una estrategia para tapar con esta noticia de primera plana el descontento popular que comenzó con las protestas de los maestros y que ahora ha crecido como un gran tsunami, uniendo a todos los sectores laborales, inundando a todas las redes sociales, las cuales no pueden ser controladas por el régimen.
Con relación a los venezolanos que están en el exterior, que son claves en el resultado de las primarias y posteriores presidenciales si es que llegamos a ellas, se han tratado como si fueran venezolanos de segunda, tratando de sembrarles en la mente que no pueden ejercer el derecho al sufragio, esgrimiendo falsos postulados como el que no están actualizados sus datos en el Registro Electoral Permanente o el de los jóvenes que llegaron siendo niños a diferentes países en el exterior y que hoy tienen la edad para participar en cualquier proceso eleccionario, tal cual como lo establece el artículo 64: “Somos electores y electoras todos y todos los venezolanos y venezolanas que hayamos cumplido 18 años de edad”, por supuesto, que no estén sujetos a una intervención civil o política. De los más de 7 millones de venezolanos en el exterior, casi 5 millones estarían en capacidad de ejercer su derecho al sufragio. No hay ninguna excusa para que los venezolanos en el exterior no participen en las primarias. El CNE no tiene absolutamente nada que ver en este proceso de las primarias, porque en este momento de lo que se trata es de elegir un nuevo liderazgo de la oposición. Ya para las presidenciales se verá, pero ahora nada ni nadie puede prohibir la participación de la diáspora porque sencillamente es un proceso interno. El único interesado en la no participación de la diáspora es el régimen. Hay que insistir en que para este proceso no se necesita la intervención del CNE en ningún sentido. Los especialistas calculan entre 5 a 8 millones de dólares el costo de la primarias en el exterior. La idea es crear una plataforma tecnológica que permita la consulta asequible a todos los venezolanos en el exterior. Los líderes que más apoyan las primarias en el exterior son María Corina Machado, Juan Guaidó y Andrés Velásquez.
El régimen le tiene miedo a la participación de la diáspora porque sabe que son millones de venezolanos que desean elegir un nuevo liderazgo, lo cual, por supuesto, no le conviene. Imaginemos por un momento los países de residencia de los venezolanos desplazados por todo el mundo cuando los vean a todos concentrados un mismo día, eligiendo un nuevo líder, acto cívico que tendrá por supuesto el reconocimiento internacional y que a la dictadura no le interesa. Por eso insistirá en que los venezolanos en el exterior no participen en las primarias, pero igual solo con el hecho de que la diáspora se organice por cuenta propia será suficiente para crear la matriz de opinión que será de gran ayuda para recuperar el apoyo internacional que ayudará a la salida del régimen.
La importancia de la diáspora en este proceso es vital, porque los venezolanos en el exterior suman aproximadamente 20% de la población total de Venezuela. No podemos creer en cuentos de hadas y pensar que la dictadura va a permitir que se hagan las primarias de forma libre, sin CNE; pero sí podemos garantizar que con la participación de todos los venezolanos, dentro y fuera del país, lograremos nuevamente la atención de la comunidad internacional sobre el conflicto venezolano y en esta oportunidad tendremos a un líder escogido por los venezolanos y no por las cúpulas partidistas, encabezadas por el G3. Tampoco servirán de nada los esfuerzos del régimen por imponer un candidato de su preferencia que le facilite mantenerse en el poder. Los venezolanos en el exterior podrán dirigirse a las autoridades de esos países para que presionen al gobierno venezolano y no obstaculice este proceso de primarias porque, como ya dijimos, es un proceso interno que deberá ser dirigido por los venezolanos, donde quiera que nos encontremos.
“Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificar todo por la libertad de su pueblo”. Nelson Mandela.