OPINIÓN

La poesía y sus formas

por Alberto Jiménez Ure Alberto Jiménez Ure

[Su desconocimiento

No exime a los hombres

De reconocerla: sentir

Su investidura, edad vetusta,

Sabiduría e incandescencia]

 

POESÍA, EN «PARTO DE IDEAS NACIDA»

Su disfrute siempre

Dependerá de quien exhibe

Una conciencia ilustrada, reflexiva.

Poesía, la infame (épica):

Apologista de la violencia y asesinos

Quienes, en las contiendas, lucen corajudos & arrogantes:

Esos que celebran el número de muertes que se atribuye.

 

POESÍA, LA INICIÁTICA

Cuya escritura fue, en la Antigüedad,

Reveladora de conocimientos intuitivos,

Y, en el presente, desmitificadora (racional) o tabú.

 

POESÍA, LA CONSENTIDA DE BACO REY

Que se leyó (lee) o recita (recitó)

En los convites. La que, en alianza

Con las pócimas, ostenta la inteligencia,

Virtudes y miserias de bien o malintencionados

Habitantes de Caos Perpetuo:

Mundo sin voluntad ni representación que destruimos.

 

POESÍA, LA HOLÍSTICA

Pupila de la Ciencia Social,

Que justificó el propósito

De pensadores durante la Ilustración

O nacimiento de la Historia y su desarrollo

 

Caracterizada por el imperio

De las abominaciones y muerte

Por encima de la equidad, paz,

Respeto, fraternidad, igualdad  y solidaridad.

 

POESÍA, LA IMPERECEDERA

Como los dioses, cambiante y eterna.

Profana, hereje y blasfema: fomenta el amor,

Pero también el odio y el resentimiento entre

Los moradores de Caos Perpetuo para

Experimentar alegrías, suplicios y ultrajes.

 

POESÍA, OBJETO DE LA ACADEMIA

Que oficializa las remuneraciones

Del docto y otorga licencia al degenerado,

Ebrio, dopado y demente cuya residencia

Es la calle plagada de inmundicias y forajidos.

 

POESÍA, LA TRÁGICA

Que une a todos los mortales

Cuando se convierte en «epitafio».

La que notifica la partida del hacedor,

Por volición, hacia otra realidad y tiempo.

La desencantada que ilustra el fracaso

De los intelectuales cobardes ante la barbarie.

 

POESÍA, LA DEL MITÓMANO

Efímera, que redactan

Los discípulos o aprendices

Soberbios para —fatuamente—

Arrogarse la invención del Verbo.

Esa que delata la prisa de quienes

Pretenden se les reconozca

Haber superado a sus maestros:

Pueril, nerviosa, sin fundamentos.

 

POESÍA, LA MORTUORIA

Que dignamente ofician

Los sacerdotes en las extremaunciones.

 

POESÍA, LA DEL SOFISTA Y EL CÍNICO

Que parece ser y no es, la aparencial,

Habilidosa, satisfaría al adepto de cretinos.

 

POESÍA, LA MÉTRICA

Intenta parecerse

A la geometría y matemática,

Y pretende se le indexe,

Le otorguen «rango académico».

 

POESÍA, LA FRÍVOLA

Esa vigorosa, pero pueril:

Se limita a exponer la fascinación visual

Que la naturaleza inspira. Irreflexiva, tonta

Y encantadora, materia prima de la cursilería.

 

POESÍA, LA METAFÓRICA

No discierne mediante el ingenio,

Tampoco produce sacudimientos a la conciencia.

Fascinante cuando re-escribe la realidad confiriéndole

Rasgos alucinatorios, transfiriéndola hacia lo imaginario.

 

POESÍA, LA SANADORA Y ANATEMÁTICA

Que venero porque, mediante mi adhesión a ella,

Soy vindicado perdonándome el hecho de estar

Vivo en un holograma: paradojalmente realidad

Ajena a mi psique, ilícita, ilógica, irreconocible.

 

POESÍA, LA MÍA, AFORÍSTICA

Que bebe de la [«pócima»]

Cognición Filosófica.

Ejercicio de avocamientos.

La inequívocamente fiel a mis

Principios de Razón Suficiente y Apriorística:

Percibir, analizar lo experimentado por los sentidos,

Argumentar las hipótesis alrededor de la existencia

De las cosas captadas y los acaecimientos para

—Finalmente— formular enunciados inteligibles.

 

albertjure2009@gmail.com