Mutaciones y variantes del coronavirus, covid prolongado, reinfecciones, creatividad con el uso de las nuevas vacunas, curva epidémica, ivermectina, remdesivir… La lluvia de información sobre el covid-19 a ya casi un año de su aparición arrecia en vez de amainar. Las polémicas resultantes pueden producir un efecto de decepción en el público, aturdido ante tantas contradicciones. Con la difusión de noticias en las redes sociales aumenta la sensación de vivir el «efecto zigzag de un yoyo» en los conocimientos. Lo que el público no entiende es la incertidumbre, que digamos que no sabemos, pero ello no es algo que deba sorprender. Intentaremos dar al público una simple revisión de algunos temas más controversiales del momento:
Mutaciones del virus de SARS-CoV-2. Los científicos de todo el mundo se esfuerzan por aprender más sobre las variantes resultantes previamente desconocidas del coronavirus que parecen transmitirse de persona a persona con más facilidad que otras versiones del patógeno causante del covid-19. Los virus mutan constantemente. Las mutaciones surgen a medida que el virus se replica, por consiguiente las mutaciones del virus no son nuevas, son esperadas y estas son dañinas para el virus o no tienen ningún efecto de una forma u otra. Pero varias de las mutaciones encontradas, como la variante identificada por primera vez en el Reino Unido, aunque parecieran ser más contagiosas, no parecen causar una enfermedad más grave. Lo importante es señalar que las mutaciones no alteran la eficacia del distanciamiento social, las mascarillas, el lavado de manos y la ventilación. Todavía no está claro en qué se diferencia la enfermedad provocada por estas nuevas variantes de las que circulan actualmente.
Covid prolongado. Según un estudio chino publicado en la revista Lancet, en 1.700 pacientes se encontró que las tres cuartas partes de los adultos hospitalizados con covid-19 reportan al menos un síntoma persistente a los 6 meses. Entre los más frecuentes debilidad o fatiga muscular, dificultad para dormir, ansiedad y depresión.
Reinfecciones. Un consenso emergente es que las personas pueden contraer covid-19 dos veces, aunque las reinfecciones aún son relativamente raras. Hasta ahora, el fenómeno no parece estar generalizado, pero es probable que esas cifras aumenten a medida que la pandemia continúe. Tal posibilidad demuestra que recuperarse del coronavirus SARS-CoV-2 no es una excusa para deshacerse de las mascarillas y burlar las reglas de distanciamiento social, mientras la pandemia esté en pleno apogeo. Algunos expertos han comentado que será difícil que una nueva infección cause el mismo daño que la primera, debido a que el cuerpo ya sabe cómo responder mejor.
Creatividad en el uso de las vacunas. Se han puesto más de 20 millones de vacunas con muy pocos efectos adversos preocupantes. El mundo está discutiendo desde hace algunas semanas dar una sola dosis de las vacunas que documentaron, a través de los estudios clínicos presentados a las autoridades regulatorias de Estados Unidos y Europa. Otra propuesta es retrasar la segunda dosis más tiempo. ¿Es preferible proteger con una sola dosis y un porcentaje menor de eficacia al doble de personas, estudio que aún no está hecho, o proteger a menos personas, pero con 90% de eficacia? Es asunto de debate obligado, en un entorno de problemas en la capacidad de producción masiva.
Curva epidémica. En este comienzo de año es evidente el aumento continuo del número de casos de coronavirus en Venezuela, tanto en teleconsultas como en las salas de hospitalización. Después del pico epidémico del año pasado, se nos presenta un segundo rebrote, como lo están experimentado muchos otros países, en los cuales la “segunda ola” ha superado con creces a la primera en número de afectados. Las cifras oficiales han sido tímidas en mostrar esta realidad, probablemente por el subregistro en las pruebas confirmatorias de PCR en el país. Este aumento es esperado después de la flexibilización y las fiestas decembrinas, donde muchas personas se comportaron como si la pandemia del coronavirus era ya cosa del pasado.
Ivermectina. En cuanto al tratamiento tenemos la controversia del uso del antiparasitario ivermectina para prevenir y tratar la enfermedad. La dosis efectiva es 10 a 100 veces más alta que la aprobada para humanos y puede ser neurotóxica. Para ver si es efectiva o a qué dosis pronto tendremos resultados de los estudios clínicos que están andando actualmente.
Remdesivir. La utilización del antiviral remdesivir sigue siendo el estándar de oro en muchos países. La Organización Mundial de la Salud recomendó en el mes de noviembre que los pacientes con covid-19 hospitalizados no reciban tratamiento con este medicamento porque no evita las muertes ni las formas graves de la enfermedad. Al igual que la ivermectina, necesitamos estudios más contundentes para ver el balance costo/beneficio del remdesivir, el fármaco antiviral más usado en la actualidad.
La pandemia del covid-19 está madurando, pero las incertidumbres siguen proliferando. Demos un tiempo prudencial para que la ciencia pueda responder con estudios de eficacia a una pandemia sin precedentes con millones de personas afectadas en todo el planeta. Podemos sentirnos orgullosos del desarrollo de las vacunas y tener la confianza de que la investigación científica aportará nuevas herramientas para enfrentar a uno de los más importantes retos de nuestro tiempo.
@santiagobacci