OPINIÓN

La otra coacción: “Dos turistas que pasaban por ahí”

por El Nacional El Nacional

José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme / Foto El Español

La madre de José María Basoa Valdovinos, el ciudadano vasco detenido en Venezuela junto con su amigo Andrés Martínez Adasme, describe así la situación de ambos: “Dos turistas que pasaban por ahí y los han tomado como rehenes, son presos políticos”. 

Veinte días después de la desaparición de Basoa y Martínez, sus familiares, que rehúyen la exposición mediática por recomendación de la Embajada española en Caracas, se conformarían por ahora con una foto, una prueba de que están bien. El Ministerio de Exteriores de España, su representación diplomática en la capital venezolana y los servicios consulares todavía esperan que las autoridades locales les informen dónde están Basoa y Martínez y de qué cargos se les acusa. El gobierno los detuvo como parte de un supuesto complot para atentar contra Nicolás Maduro y otros altos cargos.

Una amplia nota del diario El Español –bajo el título “Bilbaíno ‘rico’, bilbaíno ‘pobre’, la infancia unió a José Mari y Andrés, hoy rehenes de Maduro”– relata que aunque Basoa, de 35 años de edad, y Martínez, de 32, se criaron en barrios distintos de Bilbao y asistieron a colegios diferentes, coincidieron en campamentos juveniles en su adolescencia y desde entonces se hicieron inseparables. 

Martínez aún vive con sus padres en el barrio de Recalde, en la margen izquierda de la ría de Bilbao, una zona de obreros, como él que trabaja el metal, instala ventanas, hace soldaduras y alguna otra “chapuza”. Basoa creció en el otro lado de la ría -“el Bilbao bien”, dice el artículo-, estudió en el Colegio Alemán, aprendió el idioma y, como otros parientes, se fue a trabajar en el exterior: Alemania, Polonia y, desde hace cuatro años, reside en Suiza. Siempre regresaba a su ciudad  y  cada vez emprendía un viaje con su amigo, que gastaba lo que le entraba en esas aventuras, a Tailandia, otras naciones del sureste asiático, Colombia, donde ya habían estado.

A principios de agosto le comunicaron a sus familias que irían a Venezuela. “El lugar equivocado en un momento inoportuno”, dice una fuente consultada en el artículo en referencia. Salieron de Madrid el 17 de agosto, llegaron a Caracas, alquilaron un Mitsubishi Lancer y rodaron 800 kilómetros hasta Morganito, en el estado Amazonas, donde dejaron el auto y en una embarcación cruzaron el Orinoco hacía Inírida, capital del departamento colombiano de Guainía. Se sabe que visitaron los cerros de Mavicure, atracción turística en medio de una reserva indígena, y luego regresaron a Morganito. En este enlace de Inírida en vivo se cuenta que fueron detenidos en la base aérea General en Jefe José Antonio Páez, de Puerto Ayacucho, porque la policía los percibió “nerviosos”. De ahí fueron llevados al estado Bolívar y posteriormente a algún lugar de Caracas.

Diosdado Cabello los vinculó con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español, y a éste con la CIA, y a la CIA con los “planes terroristas”. “Por supuesto que España lo va a negar”, adelantó el teniente que dirige el Ministerio del Interior. Todo ello después de que la ministra de Defensa del gobierno de España, Margarita Robles, llamara “dictadura” al gobierno de Maduro. ¿Es o no es un intento de chantaje?