OPINIÓN

La organización ciudadana: un factor determinante en la conquista de la libertad de Venezuela

por Tannous Thoumi Tannous Thoumi

Foto: @ComanditosVzla

A pocas semanas de las elecciones más importantes en Venezuela —luego de las dos en las que nos enfrentamos al chavismo con Henrique Capriles—, comienza a notarse la desesperación en la campaña de Maduro, después de años, vuelven a sonar los jingles de campaña de Hugo Chávez; el recuerdo de un líder histórico que comienza a borrarse de las paredes corroídas por el paso del tiempo. Por otro lado, las calles vuelven a llenarse de venezolanos manifestando su deseo de salir del régimen, una imagen que vuelve a generar esperanza en un país que viene de atravesar diversas decepciones políticas, pero que está convencido de que esta vez será diferente. ¿Pero por qué en esta oportunidad podría ser diferente?

Hablar de Venezuela en futuro siempre será un tema complejo, no importa la experiencia de los analistas políticos, los escenarios que pueden desencadenarse son un completo misterio; lleno de teorías que van desde el pesimismo, a un optimismo que nunca antes fue tan necesario como en este panorama político en el que nos encontramos. Y es que el mayor reto dentro de la campaña electoral de Edmundo Gonzalez y María Corina Machado fue precisamente recobrar la esperanza del país, para poder —luego de años— defender las actas electorales y cada voto emitido a favor de la oposición; ahí nace la mayor apuesta de la campaña opositora, contar con una organización ciudadana que sea capaz de proteger una inminente victoria de la oposición en las próximas presidenciales.

Aunque el oficialismo se ha encargado de hacer ver el proceso como una campaña electoral más —reviviendo antiguas derrotas usando la imagen de su líder histórico—, la realidad es que en muchos años no habían sentido una amenaza tan grande como la que se está viviendo en las calles de cada estado del país. Pasamos de las grandes concentraciones en la capital, a presenciar multitudes de gran magnitud en el interior del país: Apure, Delta Amacuro, Táchira e incluso, Cojedes, un bastión fuerte del chavismo en años pasados. Pecando de reduccionista, nos encontramos con una mayoría capaz de proteger los votos como nunca antes se había visto. Ahí recae la mayor responsabilidad de los partidos opositores, ir más allá de las banderas y las pancartas para generar una estructura sólida de ciudadanos organizados que sean capaces de defender los votos.

Nuestra historia nos ha visto caernos, aún con todas las de ganar, un ejemplo de ello fue el intento de liderar una transición a través del interinato, un mecanismo constitucional que contó con el apoyo de la sociedad, gobiernos extranjeros y nuestras leyes, pero que no contó con las fuerzas armadas. Luego de ver el ascenso y la caída del gobierno interino —debido al grave error de perpetuarse como una presidencia paralela y no abocarse a una transición—, debemos tomar como ejemplo la importancia de ver estas elecciones como un movimiento de liberación nacional y no una simple renovación de liderazgos; eso lo tiene muy claro nuestro candidato, a lo que debemos apelar es a que la sociedad comprenda lo que representa este proceso electoral y no caer en el juego de que estamos ante una simple elección de candidato.

Nicolas Maduro, a través del CNE, busca dar visibilidad a otros candidatos porque es consciente de que su derrota electoral va a ser producto de una organización ciudadana formidable como la que está armando María Corina Machado con los comanditos. De ahí nace la importancia de crear en la conciencia de la ciudadanía lo que representa esta elección y su rol fundamental en la reconquista de nuestra libertad. Este artículo busca definir conceptos y esclarecer la estrategia opositora a pocas semanas de nuestra elección más importante.

La libertad de Venezuela solo será alcanzada por la organización de la sociedad. Confiado del buen manejo y desempeño de nuestros dos líderes y representantes políticos, queda solo aspirar a que los venezolanos comencemos a organizarnos y a que los demás partidos políticos que integran la plataforma unitaria se comprometan en algo más que enarbolar banderas; en generar responsabilidad y compromiso en nuestra organización ciudadana en defensa de los votos.

¿Qué vendrá después de ganar y demostrarlo? Ahí comienzan los nuevos retos de nuestros líderes, pero sea lo sea, solo habrá un cambio si logramos aprender del pasado y estar a la altura de un nuevo episodio en nuestra historia. Pero con una sociedad decidida a alcanzar su libertad, no habrá caudillo, general ni nadie capaz de detenerla. Recordemos que somos millones, somos un país entero y esta vez —con la fe puesta en Dios— será distinto.