En su momento, y siendo personalmente víctima de las mismas, me pronuncié en contra de las nefastas, de suyo discriminatorias listas “Tascón” y “Maisanta”. No podía ser de otro modo, el silencio entonces me hubiera convertido en cómplice de semejante práctica criminal.
La deleznable “política” rojita, con la anuencia de aquel desquiciado milico golpista, desde luego, significó una evidente muestra de racismo político, de apartheid del siglo XXI. Pensar distinto no es delito y en este sentido recuerdo un conocido principio de derecho penal que reza “Nullum Crimen Nulla Pena Sine Lege”, es decir, no existe delito ni pena no previsto en la ley. Si no está en la ley, ni es delito ni tiene pena. No existe.
Con el aludido apartheid a la criolla, la administración en manos del ch… abismo despedía, descalificaba, excluía, discriminaba, suprimía, eliminaba a todo aquel que pensara distinto. Nadie que apareciera en tales listas seudodelictivas podía participar en procesos de licitación ni en concursos para optar a cargos públicos. Hasta sacar la cédula de identidad resultaba toda una odisea. Tal circunstancia nos desfavorecía por ser considerados opositores, enemigos o adversarios políticos.
Se trató –y dudo que se haya acabado– de una indiscutible discriminación política, que pareciera ser uno de los peores males que ha perjudicado a gran parte de la población venezolana. Uno de los eventos más repudiables de la vida nacional, de la historia política de nuestro país.
Por lo que llevo dicho supongo que convendrán conmigo en que las firmas de cualquier especie deben eliminarse e inventar un sistema automático de convocatoria que no signifique la muerte civil de quienes aparezcan respaldándolo. Me refiero a cualquier convocatoria, protesta o lista de respaldo a cualquier iniciativa democrática, legítima y constitucional, sin el fantasma de la persecución, acoso ni criminalización oficial.
Así como cualquier otra práctica que excluya a la población por el solo hecho de no comulgar con una orientación o parcialidad política; por no ser lamesuelas ni aduladores del poder; por no ser parte de la claque que aplaude hasta rabiar a los aposentados en Miraflores.
Apartheid, que no es otra cosa que separación en afrikaans, variante surafricana del holandés, apareció oficialmente en Suráfrica en 1944 y sirvió para designar la política de segregación racial y de organización territorial aplicada de forma sistemática en África del Sur, un Estado multirracial, hasta 1990. El apartheid perseguía separar las razas en el terreno jurídico (Blancos, Asiáticos, Mestizos o Coloured, Bantúes o Negros), estableciendo una jerarquía en la que la raza blanca dominaba al resto (Population Registration Act) y en el plano geográfico mediante la creación forzada de territorios reservados: los Bantustanes (Group Areas Act).
En 1959, con el Self Government Act el apartheid alcanzó su plenitud cuando la población negra quedó relegada a pequeños territorios marginales y autónomos y privada de la ciudadanía surafricana. Hasta aquí el dato histórico de esa deleznable práctica que pugna ante la conciencia humana.
Pues, bien, resulta que en Venezuela hemos visto una forma particular de segregación o separación que afecta a un buen número de conciudadanos, que habiendo ejercido en un momento determinado el sagrado derecho de manifestar su voluntad en un proceso refrendario, hoy padecemos los males que significa estar incluidos en una nefasta lista «cuidadosamente» resguardada por un diputado.
¿Y la que se avecina?
El señor Maduro anuncia vacunas para el personal médico y el aparato del chavismo en Venezuela. El país comenzará la campaña de inmunización este jueves (18 febrero), tras recibir 100.000 inyecciones.
Se lee en El País de España, reportaje de Alonso Moleiro: https://elpais.com/internacional/2021-02-18/maduro-anuncia-vacunas-para-personal-medico-y-el-aparato-del-chavismo-en-venezuela.html
“Venezuela recibió el fin de semana el primer lote de 100.000 vacunas rusas Sputnik V para enfrentar la pandemia de coronavirus y el presidente, Nicolás Maduro, anunció la puesta en marcha de un proceso de vacunación a partir de este jueves del personal médico y los militantes chavistas que, afirmó, estarán ‘protegiendo a la gente en las calles’. Las prioridades en la vacunación incluirán también a los miembros del aparato bolivariano: personal militar y altos cargos del gobierno, miembros del partido oficial, gobernadores, alcaldes y policías. Este anuncio ha generado irritación entre muchos civiles y en políticos opositores”. (Fin de la cita)
Con el propósito de reconciliación, de verdadero respeto a las libertades públicas y a los derechos humanos; de reconocimiento del contrario y la tolerancia política, deben actuar muchos Nelson Mandela, mítico militante antiapartheid, quien tras pasar veintisiete años en la cárcel, ascendió a la presidencia de la República de Suráfrica en libérrimos comicios, cuya admirable actuación política pacifista le valió el correspondiente Premio Nobel.
Por ahora recurriré a dos vacunas infalibles, un libro y una oración nunca están de más.
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