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La necesidad de una Comisión de la Verdad: enfrentar la ruptura constitucional en Venezuela

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La necesidad de una Comisión de la Verdad: enfrentar la ruptura constitucional en Venezuela

El nuevo secretario general de la OEA plantea reconsiderar la membresía de Nicolás Maduro en la organización. Sin embargo, ni la OEA ni la oposición denunciaron el golpe de Estado ocurrido el 28 de julio. No condenaron los artículos constitucionales violados ni señalaron que este golpe tuvo un carácter institucional, es decir, que involucró a todos los poderes del Estado.

Pero en Venezuela, el golpe dejó decenas de muertos, cientos de desaparecidos y miles de arrestados. Sin embargo, Edmundo González no denunció formalmente la ruptura constitucional hasta seis meses después, el 10 de enero. La narrativa ha debido ser la instauración de un gobierno de facto, con un dictador usurpando el poder.

Esa falta de definición dejó a la oposición en el vacío. Ahora está dividida: algunos han optado por participar en las elecciones falsas de Maduro, validando su dictadura en lugar de enfrentarla.

Los artículos de la Constitución violados por cada poder del Estado durante el golpe de Estado:

1.Ministerio de la Defensa (Vladimir Padrino López)

Artículo 328: Prohíbe a la Fuerza Armada Nacional tener militancia política. El 30 de julio, el Ministro de la Defensa violó este artículo al tomar partido político a favor de Maduro y declarar su lealtad a él.

2.Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)

El 22 de agosto, el TSJ certificó las actas fraudulentas del CNE, violando:

  • Artículo 5: La soberanía reside en el pueblo, no en el TSJ ni en el CNE.
  • Artículo 63: Garantiza el sufragio libre y transparente, lo cual fue anulado por la decisión del TSJ.
  • Artículo 138: Declara nula cualquier autoridad usurpada. El TSJ avaló un fraude, convirtiéndose en un poder usurpador.

3.Fiscal General (Tarek William Saab)

Ordenó arrestos arbitrarios sin debido proceso el 28 de julio y días siguientes, violando:

  • Artículo 44: Derecho a la libertad personal, prohibiéndose detenciones arbitrarias.
  • Artículo 49: Derecho al debido proceso, presunción de inocencia y defensa legal.
  • Artículo 55: Seguridad ciudadana sin violaciones de derechos.
  • Artículo 19: Respeto y garantía de derechos humanos.
  • Artículo 26: Derecho a la justicia y un juicio justo.
  • Artículo 256: Funcionarios del sistema de justicia deben actuar con imparcialidad.

Violaciones al Derecho Internacional:

  • Artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: Prohíbe detenciones arbitrarias y exige juicios justos.
  • Convención Americana sobre Derechos Humanos (Art. 7 y 8): Protege la libertad personal y el debido proceso.
  • Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional: Persecuciones políticas y detenciones arbitrarias pueden constituir crímenes de lesa humanidad.

El fiscal Tarek William Saab actuó como ejecutor de la represión, violando la Constitución y el derecho internacional al ordenar detenciones sin pruebas ni garantías judiciales, criminalizando la protesta y persiguiendo a la oposición.

El 10 de enero de 2025, la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela violó los artículos de la Constitución Nacional:

  • Artículo 233: Establece que, en caso de falta absoluta del presidente de la República, el presidente de la Asamblea Nacional debe asumir la presidencia de forma temporal. Si Maduro no tiene legitimidad debido al fraude electoral y la violación de la Constitución, su continuidad en el poder sería un acto inconstitucional.
  • Artículo 232: Relacionado con el ejercicio de la presidencia, este artículo menciona que el presidente debe cumplir con las condiciones constitucionales para poder asumir el cargo. Al no existir elecciones libres y justas, el régimen de Maduro estaría violando este principio.
  • Artículo 7: Establece que la soberanía reside en el pueblo. Si el pueblo no ha podido ejercer su derecho al voto en condiciones democráticas y libres, se estarían violando las bases de la soberanía popular.
  • Artículo 350: Este artículo establece que el pueblo de Venezuela tiene el derecho de desobedecer a los gobiernos que no respeten la Constitución. Si la Asamblea Nacional, y el sistema en general, sigue permitiendo que Maduro se quede en el poder a pesar de los actos de fraude y abuso de poder, estaría incurriendo en una violación al derecho de los ciudadanos a restablecer el orden constitucional.
  • Artículo 131: Señala que la Asamblea Nacional tiene el poder de autorizar o denegar la ratificación de ciertas decisiones, incluyendo la designación del presidente. Si el poder legislativo valida la continuidad de Maduro en el cargo, estaría incumpliendo su responsabilidad constitucional.

Reflexión sobre la falta de entendimiento de la situación por parte de la oposición en Venezuela

Una de las principales fallas de la oposición es que no han comprendido que el problema central no es simplemente el fraude electoral, aunque este también ocurrió́. El verdadero problema radica en la ruptura constitucional. Han equivocado la narrativa y el reclamo político, convirtiendo lo que es un delito constitucional en algo menor, como un fraude electoral. Al hacerlo, han trivializado la magnitud del problema en Venezuela y, en consecuencia, han destruido gran parte del potencial de un reclamo histórico.

Al enfocarse solo en el fraude electoral, han contribuido, sin querer o queriendo, a preservar el régimen de Maduro. Su discurso ha ignorado por completo los hechos de la ruptura constitucional y ha sacrificado a miles de víctimas en el proceso. De alguna manera, su narrativa ha terminado favoreciendo al régimen, al reducir un golpe de Estado a una simple disputa electoral.

La historia los recordará como aquellos que, si bien denunciaron el fraude, no entendieron que Maduro ya había dado un golpe de Estado y que, con su gobierno de facto, la lucha por las elecciones libres ya no tenía sentido. Al centrarse únicamente en el «reconocimiento» como «ganadores» de unas elecciones que no tenía validez en un régimen dictatorial, han dejado de lado lo más importante: la restauración de la Constitución y la recuperación de la democracia.

Si en algún momento la oposición decide reorganizarse bajo una resistencia política, debería entender que en Venezuela no hay solución electoral mientras Maduro siga en el poder. Esta es una dictadura, no un gobierno legítimo, y cualquier lucha debe enfocarse en la restauración constitucional, no en simplemente ganar una elección que ya fue adulterada.

Los líderes deben enfrentar la realidad del golpe de Estado. Al no tomar una postura clara, su legado será el de aquellos que no fueron capaces de defender la Constitución y los derechos del pueblo venezolano, y al final pueden ser responsable, ya sea por acción o por omisión, de la perpetuación de esta dictadura. Esto no solo debilita sus liderazgos, sino que les condena a ser vistos como cómplices de un sistema que oprime a la gente, más que como los defensores de la libertad y la democracia que deberían haber sido.

¿Qué sucede con la oposición venezolana?

  1. Negación y Miedo: ¿Por qué no aceptan que es una dictadura?

En psicología, la negación es un mecanismo de defensa que permite a las personas evitar una realidad dolorosa. En este caso, muchos dentro de la oposición prefieren seguir fingiendo que hay un camino democrático porque aceptar que Venezuela es una dictadura implicaría tomar medidas más radicales y asumir riesgos reales.

Esto se relaciona con el síndrome de la rana hervida: si pones a una rana en agua hirviendo, saltará; pero si calientas el agua lentamente, se quedará hasta morir. La dictadura ha escalado su represión poco a poco, y la oposición ha permitido que esto ocurra, sin reaccionar con la contundencia necesaria.

  1. ¿Cobardía o Intereses Personales?

Muchos líderes de la oposición han aprendido a sobrevivir en la dictadura en lugar de enfrentarla. Esto no es solo cobardía, sino también pragmatismo egoísta. Prefieren seguir en su rol de «oposición domesticada» porque les permite recibir financiamiento internacional, tener cierta visibilidad política y evitar el exilio o la cárcel. Si declararan abiertamente que Venezuela es una dictadura y se convirtieran en una resistencia real, perderían esos privilegios.

  1. Maduro y el Privilegio de No Ser Comparado con Otros Dictadores

¿Por qué a Maduro no lo ponen en la misma categoría que Gaddafi o Saddam?

  • Porque la oposición y la comunidad internacional aún le otorgan un estatus de gobernante «legítimo» en lugar de tratarlo como un dictador militarizado.
  • Porque no ha habido una rebelión en su contra. Tanto Gaddafi como Saddam Hussein fueron derrocados. En Venezuela, la oposición sigue atrapada en la lógica electoral y de diálogos inútiles.
  • Porque hay intereses externos que prefieren mantener a Maduro en el poder de forma controlada en lugar de provocar un colapso total que genere una crisis migratoria aún peor.
  1. ¿Quién es el verdadero culpable?

La oposición tiene una gran parte de la culpa porque ha servido de válvula de escape para la dictadura.

  • Usan a la gente como escudos humanos en protestas, pero no asumen riesgos reales.
  • No construyen una estrategia de resistencia organizada, solo reaccionan a los eventos sin un plan claro.
  • No denuncian el golpe de Estado con la contundencia necesaria, lo que normaliza la dictadura y permite que Maduro se mantenga en el poder con apoyo militar.
  1. ¿Qué se debería hacer?
  1. Aceptar la realidad: Venezuela es una dictadura y la oposición tradicional ha fracasado.
  2. Formar una verdadera resistencia política: dejar de lado la lógica electoral y actuar como lo hacen las resistencias en dictaduras reales.
  3. Internacionalizar la lucha: denunciar no solo la dictadura, sino también la complicidad de la oposición y exigir sanciones contra quienes juegan a la falsa democracia.
  4. Deslegitimar totalmente a Maduro: no como un simple «fraudulento», sino como un dictador militarista que debe ser tratado como tal.

Hasta que no se asuma esta postura, la oposición seguirá siendo parte del problema en lugar de la solución.

No hay solución electoral

No hay solución electoral en Venezuela. Esa es la realidad que hay que aceptar. Cualquier mensaje que diga lo contrario es una mentira peligrosa que solo fortalece a la dictadura.

Mensaje final al pueblo venezolano:

Venezuela ya no es una república, es una dictadura militar.

  • Maduro no es un presidente, es un usurpador que gobierna por la fuerza.
  • No habrá elecciones libres mientras él controle el CNE, los militares y la represión.

El camino electoral ha sido cerrado, hay que cambiar de estrategia.

  • El fraude del 28 de julio no fue solo una trampa electoral: fue un golpe de Estado.
  • Seguir apostando por elecciones en dictadura es una trampa que solo desgasta y desmoraliza a la gente.

La oposición tradicional ha fracasado y debe ser reemplazada por una resistencia real.

  • No se puede confiar en líderes que siguen fingiendo que hay una salida democrática.
  • La resistencia no es solo protestas: es organización, estrategia y lucha constante para recuperar la libertad.

La comunidad internacional no va a salvarnos, la solución depende del pueblo venezolano.

  • El mundo reacciona cuando un pueblo lucha con determinación, no cuando espera soluciones externas.
  • La resistencia política debe demostrar que Venezuela no se rinde, sino que se organiza.

El sacrificio es inevitable, pero la recompensa es la libertad.

  • Maduro solo caerá cuando el pueblo y la resistencia actúen con la misma determinación que él usa para mantenerse en el poder.
  • La dictadura ha destruido todo lo que tenemos, pero no puede quitarnos la voluntad de luchar.
  • Ya no se trata de elecciones, sino de resistencia y liberación nacional. O enfrentamos la dictadura con la verdad, o nos condenamos a seguir sometidos indefinidamente.

Parte del problema

María Corina Machado y Edmundo González han sido parte del problema al negar la verdadera situación país de ruptura constitucional. Su insistencia en reclamar una «victoria electoral» dentro de una dictadura es, en el mejor de los casos, una ingenuidad peligrosa y, en el peor, una irresponsabilidad que pone en riesgo a miles de venezolanos.

El error fundamental:

  1. Negar que en Venezuela ya no hay República ni Estado de derecho.
    • Desde el 28 de julio, Venezuela es una dictadura militar consolidada.
    • No hay garantías constitucionales: el pueblo está indefenso ante la represión.
    • El fraude no fue solo electoral, fue un golpe de Estado.
  2. Seguir actuando como si Maduro respetara algún proceso democrático.
    • ¿Acaso en las dictaduras de Gadafi, Saddam Hussein, Franco o Pinochet había opositores pidiéndoles «respeto electoral»? No.
    • En dictadura no se negocia, se resiste.
    • En dictadura no se exige elecciones, se lucha por el poder.
  3. Exponer a su militancia sin prepararla para la realidad.
    • Miles de venezolanos han salido a las calles sin un plan realista de defensa.
    • La dirigencia sigue alimentando falsas esperanzas electorales en lugar de asumir la verdad.
    • La falta de una estrategia de resistencia organizada es una traición al pueblo.
  4. No diseñar un plan para el derribo de la dictadura.
    • Sin estrategia de resistencia, no hay forma de salir de la dictadura.
    • El primer paso es aceptar la realidad: 
      • Venezuela está bajo una dictadura militar sin posibilidad de elecciones.
      • Se requiere una resistencia real, con organización.
      • Seguir fingiendo que Maduro va a ceder solo prolonga el sufrimiento.

María Corina y Edmundo han cometido un error histórico al no decirle la verdad a la gente, al no declarar abiertamente que Maduro es un dictador que solo caerá con presión y resistencia real. Peor aún son aquellos de la oposición que se prestan para participar en las elecciones de Maduro, convocadas para elegir gobernadores y alcaldes. La historia los juzgará por su negacionismo.

Ahora, el pueblo tiene dos caminos:

  1. Seguir en la ilusión electoral y permitir que Maduro se consolide aún más.
  2. Aceptar la verdad, organizarse y construir una resistencia que enfrente la dictadura sin falsas esperanzas.

 

Sólo con el apoyo de los países se puede salir de Maduro

Es importante entender que, en la historia de las caídas de las dictaduras, la resistencia política ha contado con el apoyo de potencias y países internacionales. En el caso de Nicolás Maduro, su régimen puede catalogarse como una dictadura híbrida, que utiliza las elecciones como fachada para ocultar su verdadero estado de poder.

La oposición atrapada en el juego de Maduro

La oposición se encuentra en una fase de comprensión de su situación real frente al dictador, pero aún no lo confronta en los términos propios de una dictadura. En lugar de ello, sigue atrapada en un imaginario juego de poder basado en litigios electorales que no conducen a nada. Para el dictador, esta es una estrategia clara: entretener a la oposición con falsas promesas de elecciones confiables, cuando ya sabemos en qué termina siempre este proceso: fraude y violencia política.

Por eso, lo primero que debemos cuestionar es a aquellos dentro de la oposición que se prestan para participar en estas elecciones, pues son ellos quienes, indirectamente, fortalecen el régimen de Maduro. Quienes siguen este juego operan como parte de la estructura de poder de la dictadura, traicionando a sus propios compañeros y entregándolos al régimen.

Maduro también agrede al hemisferio – Guerra asimétrica

Una de las características principales de esta dictadura es su uso de la violencia y el terrorismo como herramientas para atacar a otros países. Maduro promueve una guerra asimétrica a través de dos métodos. El primero es la promoción de la migración masiva de ciudadanos venezolanos, en su mayoría de los sectores más pobres y aquellos que han estado asociados al régimen. Entre ellos se infiltraron delincuentes liberados de las cárceles de Maduro, quienes llegan a países anfitriones con el objetivo de causar caos, cometiendo delitos y creando un problema para esos países.

El segundo aspecto de la guerra asimétrica de Maduro es la venta de petróleo. Maduro ha utilizado el petróleo como una herramienta de extorsión, comprando apoyo político a cambio de recursos. Así, mantiene relaciones comerciales con países que, a pesar de reconocerlo como dictador y usurpador, se ven forzados a negociar con él debido a su control sobre los recursos energéticos. Esto ha permitido que Maduro siga ejerciendo poder, incluso a nivel internacional, mediante la compra de influencia y el intercambio de petróleo por apoyo político.

La oposición venezolana ha fallado en reconocer la magnitud del poder de Maduro y el carácter de su régimen. En lugar de declarar a Maduro como lo que realmente es, una dictadura feroz, continúan participando en el sistema electoral corrupto que él ha creado. Si la oposición hubiera adoptado una postura más seria, podrían haber entendido que Maduro no está interesado en negociar ni en ofrecer elecciones libres. Deberían haber reconocido el carácter dictatorial del régimen y actuar en consecuencia, organizándose como una resistencia política y no como una parte más del juego de Maduro.

En situaciones similares, como en Libia o Irak, las dictaduras petroleras fueron derrocadas por coaliciones internacionales. Libia fue intervenida por países aliados en una acción militar, mientras que en Irak, una coalición internacional derrocó a Saddam Hussein. Maduro, al igual que Gadafi y Hussein, utiliza su poder petrolero para mantenerse en el poder y evitar ser derrocado, lo que convierte a su dictadura en un problema global.

La oposición debe ser consciente de que Maduro es una dictadura feroz, y la única forma de derrotarlo es reconocerlo como tal y buscar formas de aislarlo políticamente. La resistencia no debe participar en un sistema electoral que no es más que una fachada. Este es el verdadero desafío que enfrenta Venezuela: la falta de unidad y de acción concreta contra la dictadura. Sin un cambio de enfoque, el régimen de Maduro continuará fortaleciéndose y prolongándose.

Propuesta: Creación de la Comisión de la Verdad en Venezuela

El primer paso para confrontar la nueva realidad política de Venezuela y darle un rostro a la situación es la conformación de una Comisión de la Verdad que se encargue de esclarecer los hechos ocurridos en Venezuela durante el golpe de Estado iniciado el 28 de julio de 2024. Esta comisión debe tener como objetivo investigar la naturaleza del golpe institucional, desde su inicio hasta su consolidación el 10 de enero, y establecer responsabilidades.

¿Por qué la Comisión de la Verdad?

  1. Reconocimiento del Golpe de Estado: Es fundamental que se reconozca oficialmente lo que sucedió en Venezuela como un golpe de Estado institucional, que implicó una ruptura del orden constitucional, la violación de garantías fundamentales y el abuso de poder por parte de las instituciones estatales. Esto incluye la violación de derechos humanos a través de arrestos arbitrarios, persecución política y la eliminación de las libertades individuales.
  2. Responsabilidades de los Actores Involucrados: La comisión debe identificar y señalar a los responsables de este golpe, no solo a los actores del régimen, sino también a aquellos que, dentro de la oposición, no denunciaron a tiempo la situación y actuaron como cómplices por omisión. Entre ellos, destaco la responsabilidad de Edmundo González por no haber declarado que Venezuela estaba bajo un golpe de Estado, lo cual ha dejado a las víctimas de la represión sin el reconocimiento adecuado.
  3. Investigación de los Hechos: Es crucial que la Comisión de la Verdad investigue los eventos claves, como la proclamación de Nicolás Maduro el 28 y 29 de julio, a pesar de la violación del Artículo 7 de la Constitución, que establece que la soberanía reside en el pueblo. Si el pueblo no pudo ejercer su derecho al voto de manera libre y democrática, se estaría violando la soberanía popular.
  4. Violación de Derechos Constitucionales: A lo largo de este golpe, se han violado artículos clave de la Constitución Venezolana:
    • El Art. 328 fue violado por el Ministro de Defensa el 30 de julio, al intervenir en los asuntos del poder civil y usar las Fuerzas Armadas para sostener un régimen ilegítimo.
    • El Art. 138 fue violado por el TSJ el 22 de agosto, al certificar las actas fraudulentas, actuando como un poder usurpador y validando un fraude electoral.
    • El Art. 232 fue violado por la AN al juramentar a Maduro sin las condiciones constitucionales necesarias para asumir el cargo de presidente.
  5. Restauración de la Verdad y la Justicia: La Comisión de la Verdad debe ser una herramienta para restaurar la justicia en Venezuela, identificando las violaciones de derechos humanos cometidas por todos los actores involucrados, y estableciendo un camino hacia la reparación de las víctimas. Además, debe servir como un recordatorio de la importancia de mantener la defensa de la Constitución y la democracia en el país.

@estebanoria

 

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