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La Mujer Prometida

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«The Albatross fell off, and sank / Like lead into the sea»* (S. T. COLERIDGE)

No deberíamos creernos todo lo que vemos en una pantalla. Digo esto por varias razones. A veces las cosas no son lo que parecen. Hoy, es como si el mundo estuviese formado por varias capas superpuestas que cubren un núcleo interior que no se ve y que sería la realidad verdadera. Lo que está pasando en el siglo XXI es que casi nada de lo que sucede o de lo que contemplamos en una pantalla es cierto o seguro al cien por cien. Pongo un ejemplo; lea este titular de periódico: «Un hombre viaja desde Estados Unidos a Colombia para conocer el ‘amor’ de su vida y se lleva una amarga experiencia»** ¿Qué le parece? ¿Cree que la historia tiene final feliz?  Todo indica que no. Las comillas que escoltan la palabra «amor»delatan cierta ironía; además la conclusión avanzada «y se lleva una amarga experiencia» refuerza nuestra idea de un desenlace negativo. Si buscamos el término «amargo» en la RAE, leemos, entre otras acepciones:

amargo, ga

De amaro2, infl. por amargar.

  1. adj. Que tiene el sabor característico de la hiel, de la quinina y otros alcaloides; cuando es especialmente intenso, produce una sensación desagradable y duradera.
  2. adj. Que causa aflicción o disgusto.
  3. adj. Que está afligido o disgustado.
  4. adj. Áspero y de genio desabrido. (…)

La noticia viene fechada del día 4 de enero de este año que comienza, es decir, los hechos son recientes. Un internauta maduro inicia una relación de amistad -podemos interpretar, amorosa- virtual con una desconocida. Ella es una mujer bien parecida, suponemos. La mujer interactúa con él. Le convence, con el paso del tiempo, para tener una cita en su país. Suponemos también que es la mujer quien sugiere el encuentro en Santa Marta (Colombia) para pasar una temporada juntos.

Según leemos, la relación de ambos era todavía reciente, ya que llevaban tres meses conectados a través de una plataforma en Internet. Se acerca el período navideño y este podría ser un buen momento para conocerse un poco mejor en la vida real. El enamorado incauto se dice en voz alta, qué demonios, ¿por qué no? Coge dinero, algo de ropa y se hace ilusiones de cómo será vivir con ella.

Inicia la travesía desde Los Ángeles (California) a la Tierra Prometida, a una ciudad septentrional de Colombia bañada por el mar Caribe en la que ella le espera: la Mujer Prometida. Imagino, y esto es solo una suposición mía, que a Eduardo Villarreal (así se llama el protagonista del relato) le decepcionó el hecho de que ella no le recibiese sola, sino acompañada de otra mujer. Así no se puede tener un encuentro desinhibido. Después, no sabemos mucho más de la historia. Cabe pensar que la mujer y su cómplice decidieron el lugar y el momento oportuno para robarle el celular y el dinero, dejándolo abandonado y solo en un país extraño. Aunque, eso sí, dejándolo como al viejo marinero de Coleridge, también un poco «más sabio y más triste».

__

*‘el albatros cayó y se hundió / como plomo en el mar’ (Balada del viejo marinero.-COLERIDGE)

**

20minutos.es/amor.L.A.SantaMarta/

20minutos.-4.1.2023

 

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