A María Corina Machado
En artículos anteriores he escrito sobre el famoso cuadro de Eugène Delacroix (1798-1863), La Libertad guiando al pueblo. Delacroix fue el pintor por excelencia del romanticismo francés, quien plasma en el lienzo una alegoría sobre la Revolución de julio de 1830, acontecida en la ciudad de París, contra las transgresiones constitucionales realizadas por Carlos X, en la llamada Segunda Restauración. Esta insurrección sucedió durante los días 27 28 y 29 de julio de ese año y es llamada en la Historia Trois Glorieuses o Las Tres Gloriosas. Las decisiones del rey Carlos X, materializadas en las Ordenanzas de julio, dieron al traste con su reinado y comenzó así el período histórico conocido como la Monarquía de julio.
En el cuadro, los personajes fueron distribuidos magistralmente en una estructura triangular: en la base de la pirámide fueron situados los caídos. Los lados del triángulo encauzan la mirada del observador hacia el vértice superior; justamente, este es el punto donde sobresale la bandera francesa. Conceptualmente, los elementos clave para comprender la alegoría son los personajes que representan la libertad y el pueblo.
Quiero centrarme en la figura de Marianne. ¿Quién es Marianne? ¿Qué representa en Francia? Si usted, amigo lector, busca en Internet le aparecerán muchos enlaces donde hay un elemento común, a Marianne se le define como «una mujer que simboliza la República francesa y la libertad. Esta figura alegórica apareció durante la Revolución francesa. Originalmente llevaba un gorro frigio, símbolo de libertad. Este tocado rojo lo usaban principalmente las sans-culottes. Posteriormente fue representada con una tiara o corona». (Marianne est une femme qui symbolise la République française et la liberté. Cette figure allégorique est apparue pendant la Révolution française. A l’origine, il portait un bonnet phrygien, symbole de liberté. Cette coiffe rouge était principalement portée par les sans-culottes. Plus tard, elle fut représentée avec un diadème ou une couronne).
Delacroix pinta miembros de diferentes grupos de la sociedad francesa, identificados por su vestimenta, y que marcharon bajo el liderazgo de la libertad. Dicho liderazgo está representado por una mujer con la parte superior de su vestido rasgada, dejando al descubierto sus senos. Lleva un gorro frigio, símbolo de la libertad, sostiene una bandera tricolor francesa en la mano derecha y en la izquierda, una bayoneta. Delacroix actualizó para ese siglo la alegórica figura.
Esta mujer no es una diosa poseída por el orgullo, no; es una mujer de ese momento en Francia, que se instaura en el corazón del pueblo francés. De esta manera, Delacroix le deja al mundo una imagen apasionante, poderosa e independiente que abre camino sobre los caídos y guía al pueblo hacia la victoria. Una mujer que batalla por la Libertad.
Hace unos días, vi unas imágenes que me trajeron a la mente el cuadro de Delacroix y decidí escribir este artículo. Esa imagen responde al contexto de 194 años más tarde, 2024. ¡Una mujer, con unos pantalones vaqueros, usados por todos los grupos sociales de Venezuela, era sostenida prácticamente en el aire por sus acompañantes! Ella blandía un micrófono, no un arma, como Marianne; el micrófono es un símbolo de libertad de expresión; ondeaba la bandera tricolor de Venezuela; se resbalaba sobre unos equipos de sonido que nada tienen que ver con barricadas, abajo, los brazos del pueblo le garantizaban que, si caía, ellos la sostendrían, la atajarían. Esa mujer también ha calado en el corazón de un pueblo que lucha por su Libertad. No se oyen gritos de «tenemos hambre», que sí la hay; no se oyen gritos de venganzas, se oye «Libertad».
Y, como aquella Marianne se ha convertido en el símbolo de un país, de una República que lucha por recuperar la Democracia, abrir las puertas a los hijos que se fueron. Esa mujer representa a la madre que, al igual que Marianne, cuida de los hijos de la República. Esa mujer, junto a millones de mujeres venezolanas, está pariendo a Venezuela y las manos de millones de compañeros la sostienen. Esa mujer quiere devolverle la dignidad a Venezuela.
Esa mujer, María Corina Machado, es La Libertad guiando al pueblo venezolano.