OPINIÓN

La ley de entropía y los sistemas políticos  

por Albert Geovo Albert Geovo

La entropía es una ley que existe en todo lo material e inmaterial, donde los conceptos y sistemas abstractos no escapan de ello, mucho menos las ideologías y creencias.

Esta ley inevitable consiste en que todo proceso en su desarrollo tenderá al desorden para luego alcanzar el equilibrio en el constante cambio permanente, como elemento o sustancia creadora de todo lo existente.

Dico lo anterior, tocando lo concerniente a los sistemas políticos se puede deducir por qué, durante siglos, la humanidad viene pensando en cuál es la mejor organización social para el entendimiento entre las personas. Dado que, a lo largo de la historia se viene observando cómo los sistemas políticos como cualquier organismo, tiene el mismo desarrollo de nacimiento, desarrollo y fin; sabiendo que dentro de estas etapas existen una serie de acontecimientos propios que se dan en toda la naturaleza.

De ahí que, a lo largo del tiempo, se ha visto cómo caen los imperios, los reinos y todas las civilizaciones, a tal punto de que muy poco se sabe aún a pesar de las investigaciones, sobre las civilizaciones antiguas y ancestrales que hoy sólo quedan monumentales ruinas, historias, leyendas y mitos; lo que sí es un hecho es que ya muchos de esos reinos e imperios no existen; al nivel que muchas naciones han dejado de existir, quedando sólo el mestizaje disperso en la humanidad.

De allí la importancia de observar cómo las organizaciones y sistemas políticos vienen degenerando o renovando cada día los procesos, viendo cómo mejorar los errores, las caídas, las intolerancias propias de cualquier sistema u organización, sujeto a las leyes de entropía, debido a que la experiencia viene mostrando que institución, modelo, sistemas de creencias, organización que no se revalorice, con el paso del tiempo tiende a regenerarse hasta desaparecer para luego olvidarse que alguna vez existió y abrir paso a una nueva creación en perfecto orden con las leyes universales de la naturaleza.

Dado que el órgano, organismo u organización que no se renueva por simples leyes de la física están destinadas a desaparecer o sustituirse, de la misma manera sucede con los sistemas políticos o sistemas en sí, ya que todo absolutamente todo está sujeto a los procesos de corrosión, porque sin su pertinente mantenimiento que implica la sustitución, y reparación de las piezas que conforman el gran organismo de la sociedad en constante cambio y autorrenovación, no existiría la humanidad.

Esto explica por qué las poblaciones en general vienen degenerando en procesos antropológicos, científicos y políticos, a pesar del desarrollo de la tecnología; ¿la razón?, sucede que los sistemas políticos a lo que no escapan los antisistema tiranos totalitarios, antisistémicos, no soportan una revalorización, por tal motivo no dan para más, a pesar de que la gobernanza prefiera permanecer en el poder hasta fenecer con él, por ignorar las simples leyes universales de la naturaleza.