Según el Pentágono, por información recogida en varios medios como Washington Examiner, CNN, The Hill y otros, Rusia avanza lentamente y de forma desigual; también afirmaron que las tropas rusas tienen “problemas de moral y cohesión”.
Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, esto era previsible; una vez que Rusia fracasó en la invasión rápida que pretendía y que Ucrania reaccionara con valentía y eficiencia resistiendo el embate ruso para provocar que la guerra sea larga, pues es de la única forma que puede ganarla. Ahora la victoria parece más factible. Entre otras razones porque, querámoslo o no, a partir de este momento una derrota no sería solo de los ucranianos sino de todo Occidente, con consecuencias letales para todo el mundo, en beneficio de los países dictatoriales, gamberros, tramposos y dañinos para las democracias, la libertad y los derechos humanos en el mundo.
En función de lo que pase en la invasión de Ucrania, China se animará o no a presionar o incluso atacar o invadir Taiwán. Los países conflictivos se apoyan fuertemente unos con otros. El problema es que los democráticos que son más, más fuertes, eficientes y con muchos más medios, van a su aire, no son suficientemente solidarios y procrastinan en exceso. Al final, siempre la democracia, la libertad y los derechos humanos triunfan históricamente, pero con más dolor, sufrimiento y barbarie de la necesaria para superar los problemas.
Procrastinamos en demasiadas cosas, en 1945 se creó la ONU, vamos a cumplir 77 años, desde entonces no hemos avanzado un centímetro en democratizar la organización. Es una estructura burocrática, anquilosada, sin la más mínima representatividad democrática. Mantiene incluso privilegios en manos de dictadores y criminales como el caso de Rusia y China, dos de los cinco países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad que es la entidad con más poder de la ONU.
Nadie debe tener derecho a veto, menos aún los países dictatoriales, tramposos y gamberros. Como ya he comentado otras veces el mundo necesita gestionar los temas ecológicos mundiales como lo relacionado con el agua, el subsuelo, la atmósfera y la estratosfera, el cambio climático, los océanos y los polos, la salud mundial y la pandemia, el control del crimen internacional, el narcotráfico, los piratas internacionales, los oligopolios y monopolios y otros.
¿Cómo es posible que monopolios y oligopolios que están prohibidos y perseguidos en los países, estén permitidos a nivel mundial?
La OPFP debería estar prohibida como el resto de los oligopolios y más los que son contaminantes. Debemos aprovechar la oportunidad de poner en marcha, a la máxima velocidad, la transición energética para pasar de la generación con combustibles fósiles a energías limpias y renovables. Ganaremos por muchas vías, parar a Rusia en la invasión, menor contaminación, mejor salud, lucha contra el cambio climático, la reforestación de la tierra, controlar a los países dictatoriales, tramposos y gamberros. Como consecuencia de ello, un más justo y democrático reparto del acceso a las fuentes de energía y previsiblemente tener un mundo con más libertad, democracia y derechos humanos.
A corto plazo, la transición energética cuesta dinero; a mediano plazo se ahorrará y a largo plazo tendremos una energía mucho más barata e incluso camino de ser casi gratuita. La clave es hacer el balance económico a medio y largo plazo, cuyo resultado a corto es de endeudamiento y a largo de beneficios. Pongámonos a ello de inmediato.
Con ocasión de la invasión de Ucrania, Estados Unidos ha avanzado en su forma de apoyar a sus aliados implicándose menos en la confrontación armada, pero estando permanentemente en la retaguardia apoyando en inteligencia, información, formación bélica, logística, satelital y, por supuesto, con dinero y armas. Europa, que en muchos temas es una especie de Torre de Babel, parece que ha avanzado en entenderse y actuar conjuntamente en un tema de seguridad y relaciones internacionales.
Con la ONU solo pretendo que vayamos concienciando del grave problema que tenemos, pienso que ellos están muy contentitos de estar como están, ni siquiera se les pasa por la cabeza evolucionar ni cambiar nada, mucho menos ser mínimamente democrática. En la pandemia, ni la ONU ni la OMS ayudaron en nada, ni en previsión, ni en su control, ni en conocer su origen. El director de la OMS, a pesar de todo, sigue siendo Tedros Adhanom, de Etiopía.
Hoy, día 65 de la invasión, Putin sigue con sus amenazas, en este caso con responder rápidamente contra quien desde el exterior sea una amenaza contra Rusia. Alude a su armamento hipersónico del que dice “nadie puede presumir”, la verdad es que Rusia no tiene capacidad de hacer más daño del que le puedan hacer a ellos. Podrán dar el primer golpe, pero a partir de ahí todo será perder. Ni siquiera está pudiendo con un pobre pero valeroso país como Ucrania.
No creo que ni él mismo se crea sus mentiras. Amenaza en múltiples sentidos, frente a sus ciudadanos, como todas las víctimas de una autocracia viven en una falsa realidad paralela, por alimentar a los colaboracionistas y para los que a partir de las acciones agresivas de Putin puedan sacar alguna ventaja.
Es una sinvergonzonería ser el invasor y el cruel asesino criminal de lesa humanidad y simultáneamente pedir, exigir y amenazar a los demás para que nadie ayude a las víctimas de sus terribles tropelías. Los colaboracionistas son dañinos y peligrosos, se venden por dinero o determinados intereses ideológicos o partidistas, están en línea con las ideas estratégicas de Putin. Justifican la invasión, dan por ganada la guerra de forma inmediata y fulminante por Putin, meten miedo con la capacidad armamentística de Rusia, sus bombas atómicas, sus misiles hipersónicos y el peligro de una Tercera Guerra Mundial, sobrevaloran los daños económicos para Occidente y muchas más tretas. Todos ellos aconsejan una rápida negociación en total desventaja de Ucrania y que proporcione una salida airosa y triunfante a Putin. Afortunadamente, esto último ya no parece demasiado posible, pienso que es imposible, si no es que nuestros líderes de Occidente nos traicionan. Poco a poco, líderes, políticos, sociedad y ciudadanos del mundo van viendo la necesidad, la importancia y los grandes beneficios de ganar esta guerra.
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