Con gran sorpresa vimos cómo los ministros de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Carmen Meléndez, y de Obras Públicas, Raúl Paredes, inspeccionaron el miércoles 4 de noviembre los trabajos de rehabilitación en el Internado Judicial de la Región Capital Rodeo I, en Guatire, estado Miranda, que permanecía cerrado desde 2011.
Recordemos que en ese recinto carcelario se escenificó uno de los hechos más dantescos de la historia penitenciaria venezolana, cuando en junio del año 2011 un cambio de gobierno, de los pranes de la cárcel, ocasionó un gigantesco motín, que luego se extendió a la cárcel Rodeo 2, al lado una de la otra y donde los presos mantuvieron el control total bajo el liderato de Yoifre Ruiz alias “el Yoifre” y Yorvis Valentín López Cortez alias “Oriente”, pranes de estos centros de reclusión, por casi un mes. Este hecho fue lo que motivó que tan solo un mes después se creara el Ministerio para el Servicio Penitenciario.
Volviendo a la visita de los ministros de Interiores y Obras Públicas, nos sorprendió porque en ella no participó la ministra de Servicio Penitenciario o algún delegado, ni ningún miembro del Fondo Nacional para Edificaciones Penitenciarias (Fonep), que es el ente encargado de las reparaciones que se hacen a los recintos carcelarios, así como la construcción de nuevas cárceles.
La ministra Meléndez, al parecer, decidió cerciorarse por ella misma de los avances en las reparaciones que desde hace años se están haciendo en dicha cárcel, sin concluir aún, porque según se tuvo conocimiento, aspiran a habilitarla antes de que termine este año 2020 para recluir a presos que se encuentran en Centros de Detención Preventiva o Calabozos Policiales.
Muchas veces hemos escrito sobre el caos que se vive en esos sitios, debido a que no reúnen condiciones para albergar a detenidos por lapsos mayores a 48 horas, cuando deben ser presentados a un tribunal de control en materia penal y una vez dictaminada la privación de libertad, ser trasladados al centro de reclusión que dictamine el juez, mientras se le sigue el proceso.
El 3 de agosto de 2011, la entonces ministra de Servicio Penitenciario Iris Varela, de una manera completamente arbitraria, ilegal e irresponsable, prohibió el ingreso de nuevos reclusos a las cárceles que ese ministerio dirigía si no era autorizado por ellos. Esta es la razón de la grave situación que se vive en los centros de detención preventiva o calabozos policiales que se han convertido en las nuevas cárceles venezolanas.
Particularmente veo como un avance que la almiranta Meléndez se inmiscuya en este grave problema y haya decidido buscarle una solución al problema de los detenidos en los calabozos policiales, que afecta la labor de estos cuerpos, pues tienen que destinar a un buen número de sus funcionarios a cuidar presos en vez de estar en las calles protegiendo a los ciudadanos, que es su verdadera responsabilidad.
Para finalizar, quiero recomendarle a la ministra Meléndez que, así como visitó Rodeo I, se dé una vuelta por las cárceles que el Ministerio Penitenciario cerró con la promesa de reabrirlos con prontitud y nunca ocurrió. Especialmente, debería ir al Internado Judicial de la Región Insular en el estado Nueva Esparta, el Centro de Detención Judicial de Amazonas, Sabaneta en Zulia, el Internado Judicial de San Fernando de Apure, la Penitenciaría General de Venezuela (PGV) y otras más que han sido abandonadas.
Tal vez esas cárceles, con unas reparaciones y acondicionamiento, podrían servir para descongestionar un poco los calabozos policiales y que el Ministerio Penitenciario asuma su responsabilidad de velar por los derechos humanos y condiciones de vida de los presos venezolanos.
@cnietopalma