La inflación consiste en un proceso de permanente alza en los precios, reduciéndose así el poder adquisitivo de una cantidad dada de dinero. La inflación ha sido una de las características de las economías en todo el mundo después de la II Guerra Mundial. Las teorías de sus causas pueden ser divididas en teorías sobre el empuje de los costos y empuje de la demanda, la cual incluye la oferta monetaria en el nivel de precios. Ahora bien, algunos analistas distinguen entre incrementos de precios por una sola vez y las alzas de precios persistentes. Los primeros resultan de perturbaciones particulares o específicas como los incrementos que ocurrieron algunas veces en los precios internacionales del petróleo, en tanto que las últimas son provocadas por algún problema crónico como un déficit fiscal prolongado y persistente. También es útil distinguir entre las inflaciones por su dureza. Así, en algunos países como Alemania y Suiza, la inflación ha sido durante décadas inferior al 10% anual. En otros, en especial en América Latina, en países como Argentina, Brasil y Perú la inflación ha superado el 100% al año durante la mayor parte de la década de 1980. Es más, en América Latina, el conocido economista Felipe Pazos determinó la existencia de una inflación permanente, en especial en Argentina (en la actualidad con peligro de caer en la hiperinflación), Brasil, Chile y Uruguay, entre los años 1949 y 1970.
Cuadro 1
Cuadro 2
En el cuadro 1 de arriba podemos constatar que América Latina ha bajado sus tendencias inflacionistas en comparación con el mundo y en especial en relación con los países de ingresos elevados. Pero, en este contexto, a pesar de la reducción de las tasas inflacionarias en América Latina, tenemos los casos de Venezuela y Argentina, en especial la inflación de Venezuela, que por cierto desde el año 1973 viene experimentando un proceso inflacionario, que se convirtió en hiperinflación en el año 2017, y el de Argentina que casi ha vuelto a caer en hiperinflación.
En el caso venezolano, durante los años 1950-98, la tasa promedio de crecimiento de los precios al consumidor fue de 14% y el lapso 1999-2018 gobernado por el teniente coronel Hugo Chávez y el ciudadano Nicolás Maduro, el crecimiento promedio de los precios fue de 228,8%.
Consecuencias de la inflación perenne
- Perjudica esencialmente a los trabajadores. El salario pierde poco a poco su poder adquisitivo. Y pierden también su único patrimonio que es su salario en dinero.
- Empobrece a quienes perciben un ingreso fijo o que no varía al mismo ritmo que los precios. En especial los que viven de sus pensiones de jubilación.
- Destruye paulatinamente la tendencia al ahorro. La inflación reduce los ahorros reales y obliga a la población a no ahorrar en dinero sino en bienes materiales, que se deprecian menos.
- Cambia de manos la riqueza. La aprovechan los gobernantes que imprimen el dinero. Toman el ahorro de la clase media y asalariada e impide que los pobres se retiren de la pobreza.
- Agranda las diferencias entre los sectores sociales y crea resentimientos. Debilita a la clase media.
- Distorsiona el cálculo económico. Impide calcular los costos reales y planificar proyectos a largo plazo.
- Produce la devaluación de la moneda nacional con relación a la de los países con monedas fuertes y con menor inflación.
- Propicia la fuga de capitales hacia países con mayor estabilidad económica y monedas fuertes. ¡No hay nada más miedoso que un millón de dólares!
- Vuelve impopulares a largo plazo a los gobernantes que, a través de la emisión de dinero y mayor gasto, buscaron la popularidad a corto plazo.10. Genera desórdenes sociales, que pueden desencadenar guerras civiles, revoluciones o golpes de Estado. En este sentido, recordamos la oleada de saqueos el 28 de febrero de 1989, en Caracas y otras ciudades.
Bibliografía
PAZOS, Felipe: Chronic Inflation in Latin America, New York, 1972.
SACHS, Jeffrey y Felipe Larraín B. Macroeconomía en la economía global, México, Prentice Hall Hispanoamericana, S.A, 1994.