La habitación de al lado de Pedro Almodóvar vuelve al universo femenino del director, con la historia de dos mujeres solitarias. Una, en tránsito de morir, y la otra, en tratar de comprender su lugar en el mundo. Ambas, encontrarán una forma de redención en mitad de un relato doloroso, sutil y profundamente conmovedor, que ya se encuentra entre lo mejor del director.
En La habitación de al lado de Pedro Almodóvar, la muerte es un tema que se afronta de manera directa. Pero a diferencia de otras tantas películas o argumentos que profundizan en la idea, Almodóvar - que también escribe el guion - lo hace desde la conciencia de lo inevitable. Lo que, por supuesto, agrega capas de profundidad y complejidad al planteamiento. Más que eso, lo hace más elaborado y sublime, al comprender la perspectiva del sufrimiento que acarrea la posibilidad, como un hecho de la vida que también merece dignidad, ternura y un punto de vista elegante.
Por lo que, el director manchego hace lo que mejor sabe hacer. Explorar en personajes con un paisaje interior vasto, que, además, deben enfrentar situaciones que a menudo les superan. O en cualquier caso, más duras de las que podrían suponerse a primera vista. Mucho más, al explorar en el mundo femenino, con un tono cuidadoso que permite analizar paso a paso, la forma en que sus cuidadas percepciones sobre el sufrimiento, la búsqueda del propósito y la dignidad, se convierten en un elemento esencial para comprender el argumento.
Eso, a pesar de que esta vez, su relato carece del melodrama que suele identificar a las obras del realizador. Ingrid (Julianne Moore), es una autora que vive en Nueva York y que conoció días mejores. Mucho más, que acepta la tercera etapa de su vida con cierta pasividad amable y resignada. Por el otro lado, está Martha (Tilda Swinton), una ex corresponsal de guerra que, ahora, intenta sobrevivir al cáncer. Eso, con muy pocas posibilidades de vencer y que intenta asumir la idea, que la muerte está más cerca de lo que jamás imaginó.
Un giro intrigante, siendo que Martha, enfrentó el peligro y la posibilidad de morir en muchas formas distintas y en diferentes momentos de su vida. Pero esta vez, la muerte no está en la forma de una bomba o una bala, sino en un procedimiento experimental que se hace cada vez más complicado y que parece ser del todo inútil. Lo que la llevará a asumir el peso del miedo con una franqueza conmovedora.
Una larga conversación sensible
Ambas mujeres -distanciadas por situaciones distintas - terminan por volverse cercanas otra vez, debido al cuadro médico de Martha. Por lo que ambas, dedican tiempo, interés e inteligencia, a reflexionar sobre lo que la vida puede ser y explorar sobre el legado que se deja con el paso del tiempo. «La habitación de al lado» es, mayormente, un grupo de conversaciones existencialistas, que estudian y analizan la naturaleza del ser, la búsqueda consciente del lugar en el mundo y la alegría de vivir.
A la vez, la forma en que nuestra cultura comprende la muerte. Basada en la novela What Are You Going Through (2020) de Sigrid Nunez, la cinta tiene el mismo ritmo sosegado y amable del libro. Pero también, la percepción que la angustia existencial de Martha, que Ingrid comparte en cierta forma, es una ventana hacia temas más oscuros de nuestra época. De la incertidumbre del ser a la necesidad afanosa de asumir la derrota del cuerpo que falla y el tiempo que transcurre. La obra no disimula que su principal cuestión es el terror del fin de la vida. Pero lo hace con tanta elegancia y sensibilidad, que la cinta se sostiene sobre una serie de miradas profundas sobre el bien, el mal, el dolor y la soledad.
Para su electrizante y hermoso final, Martha toma una decisión contra el miedo. Ingrid le apoya, pero más que eso, simboliza la capacidad del mundo para contemplar la oscuridad de la razón y la desintegración de la memoria. Temas ambos que Almodóvar explora con una de las escenas más conmovedoras y bellamente filmadas de su carrera. Todo un mérito que hace de La habitación de al lado una joya rara en medio de su larga disertación sobre el sufrimiento y el motivo de vivir, punto esencial para entender la visión del mundo del manchego.