“Si los científicos sociales gastaran más tiempo mirando mapas, ellos le recordarían los poderosos patrones geográficos presentes en el desarrollo (…)”.
Jeffrey Sachs
La Geografía como ciencia ha estado involucrada en los procesos, cambios y transformaciones que han sucedido en la historia humana. Esta ciencia, ha sido de utilidad en acontecimientos como exploraciones, descubrimientos, conquistas, guerras y pandemias mundiales. Por ello, dentro de la Geografía existe la rama de la Geografía Humana, la cual ayuda a sistematizar la investigación geográfica desde perspectivas holísticas y globales sin menoscabar el impacto de los procesos naturales y biofísicos sobre los hechos humanos.
Esta división de la Geografía (conocida como Física y Humana) ha ayudado a una mejor comprensión de la tierra y las sociedades. Dentro de la rama humana han surgido perspectivas, métodos, instrumentos y metodologías de análisis que ayudan a la comprensión de procesos geográficos y, el entorno de las poblaciones humanas. Uno de ello, es el enfoque de la Geografía Médica, la cual se dedica (sin desligarse del análisis integrado de la Geografía) al estudio de los patrones espaciales de la morbilidad, la mortalidad de la población y, el análisis y localización de infraestructuras y equipamientos que determinan la asistencia y orientación en asuntos de salubridad y sanidad.
La orientación teórica desarrollada por Geógrafos en asuntos de salud espacial tiene fundamentos en los modelos de difusión espacial (Hägerstrand, 1968), el cual abrió amplio campo al estudio de la Geografía Médica a través de problemas de difusión de enfermedades y las migraciones (Rojas y Gómez, 2010:92-93).
Este modelo teórico de la geografía, ayudó al desarrollo del método de estudio de difusión por contagio (estudio y análisis de enfermedades y pandemias por contacto entre personas y objetos), y la expresión de los mismos a través de mapas de tendencias y simulaciones; con lo cual el trabajo geográfico logra la localización e identificación de infecciones epidémicas y patrones de distribución tanto de manera puntual como zonal.
En Venezuela, uno de los entes que administra y espacializa (acción de localización en el espacio) con mayor efectividad datos e información referente al virus SARS-CoV-2 es ESRI-Venezuela, la cual no soplo aplica modelos de difusión espacial, sino que además agrega un ingrediente de impacto en el campo de estudio de la Geografía, es la inserción de Tecnologías GIS a través de ArcGIS.
Quiere decir que, en Venezuela el ente que le da tratamiento espacial (entiéndase esto como expresión en mapas de datos e información de variables medidas) al estado actual, localización, identificación, distribución, concentración y difusión del contagio del virus SARS-CoV-2 es ESRI a través de sistemas de información geográfica.
El mapa es la principal herramienta con que se hace monitoreo y seguimiento del comportamiento espacial del virus en Venezuela. Mediante aplicaciones de geolocalización y mapas se demuestra el panorama nacional de los casos del virus en tiempo real, lo cual ayuda a tener una perspectiva espacial ante ello.
En la investigación geográfica (y aún más en la educación geográfica) este tipo de recursos (mapas en línea con mediciones de variables geográficas acerca del comportamiento del virus en Venezuela) ayuda mucho al cambio de perspectiva que se tiene acerca de la Geografía. Esta ciencia no es una pasiva disciplina que solo describe información territorial, ella va más allá, va incluso a definir escenarios prospectivos para canalizar y gestionar información efectiva para la toma de decisiones territoriales.
En ese sentido, conviene indicar que ESRI-Venezuela es una oportunidad para el tratamiento de información y ampliar la investigación y educación geográfica con aplicaciones tecnológicas que ayudan hacer Geografía Aplicada en Venezuela a través de manejo del geodato e información espacial del virus.
A través de recursos en línea, tanto investigadores como estudiantes tienen acceso a cartografía digital mediante un “dashboard” o panel de control que permite la visualización e identificación en mapas de casos de confinamientos activos, recuperados y fallecidos. Con esta aplicación, muy propia del trabajo geográfico, se revelan patrones espaciales que permiten, además, graficar y medir variables e indicadores que ayudan a agrupar información que orienten respuestas geográficas ante los riesgos de infección y propagación.
Con esta herramienta superpotente, se puede obtener información cartográfica y geográfica del virus en Venezuela. Quiere decir, que la Geografía es una ciencia de respuestas a problemas sociales y, por tanto, el llamado es que desde la Ciencia Geográfica se puede obtener perspectivas globales y nacionales del virus mediante mapas que revelan información y geodata fiable y actualizada del comportamiento nacional del virus y su distribución espacial.
En la siguiente figura, se evidencia un panel de control que clasifica la información geográfica del virus en Venezuela por variables de medición, lo cual ayuda a entender geográficamente los efectos del virus en cuanto a mortalidad, morbilidad, efectos socioeconómicos, localización de áreas con mayor contagio, vulnerabilidad y equipamientos de infraestructuras médicas, con lo cual se puede gestionar mejor información para canalizar recomendaciones y acciones desde los aportes del análisis geográfico.
Queda en evidencia que el componente geográfico permite entender elementos geolocalizables e identificables del comportamiento del virus en el país. A través de mapas, la Geografía da respuestas a diversas interrogantes que diario nos hacemos referente al tema del COVID-19. En estos tiempos, el lenguaje geográfico se ha difundido ampliamente y no se puede negar que términos como localización, difusión, escala, mapa, distribución, tendencia, región y sistema de información geográfica han sido parte del discurso informativo y analítico del mundo y el país en cuanto a información del COVID-19 se refiere.
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