OPINIÓN

La fragilidad de las dictaduras

por Albert Geovo Albert Geovo

Es de cardinal importancia saber que los sistemas políticos todos se encuentran amenazados por sus contrarios, por la sencilla razón de la ley de los opuestos. En este tiempo se viene estudiando la vulnerabilidad de las democracias, a pesar de ser el sistema político por excelencia, junto al sistema de gobierno de república federal más estudiado en los últimos dos siglos.

Es verdad, que la democracia tiene muchos defectos, aunque, también, es verdad, que ha sido uno de los sistemas que ha permitido, en su forma parlamentaria representativa o democracia directa, ejercer hasta hoy el mejor control del poder y contrapeso contra cualquier indicio de regímenes autoritarios; hoy muy en uso, debido al olvido de los graves daños que hacen estos anti sistemas de gobiernos nobles.

Hacer un análisis prospectivo de los sistemas políticos y económicos, es de vital importancia en todas  las sociedades sin importar religión, raza o cultura, para evitar el resurgimiento de cualquier líder de las doctrinas personalistas de los sistemas políticos tiránicos de las que se valen grupos de poder para escoger algún ídolo, con claros intereses insanos, sobre las naciones que se levantan.

Empobrecer las naciones, suele ser el fin de estos grupos de poder de las doctrinas personalistas, bien sea invadiéndola o simplemente despojándola de sus riquezas, de forma violenta o pacifica, esta última, a través, de las instituciones del Estado liberal, mas estos grupos de poder, sabiendo que “la mentira tiene patas cortas y la verdad siempre la alcanza” como dice el refrán popular, acuden al cambio constante de estrategias y tácticas infatigables, en una perenne esclavitud y tortura para ellos y sus dependientes.

Pues sí, desde una óptica prospectiva, las dictaduras, bajo cualquier forma de sistema político totalitario, tiránico, autocrático, son tan quebradizas como la democracia y otros sistemas nobles de gobierno, incluso más, cuando están reducidas a la imagen de un ídolo o grupo pequeño o grande en el régimen, sin mayor importancia a los derechos universales.

El siglo XX, a través de la introducción de las doctrinas del materialismo histórico y la dialéctica de Hegel, introdujo en la academia un cúmulo de sesgos ideológicos, e incluso religiosos, que permitieron navegar en el valle de la retórica política y filosófica; para así fantasear  en disfraces carnavalescos de tiranía, auto atribuyéndose sistemas políticos distintos, denominados democracias populares, participativas o con otros adjetivos, como democracias protagónicas; pero al estudiarlas, no muy en el fondo, se percibe de forma directa, claros indicios de doctrinas personalistas concentradoras del poder con una ficción de la verdad y de la justicia, que sostiene una élite, sin más representación que la apariencia.

Hoy en pleno siglo XXI, existe la amenazadora idea, en el pensamiento de todas las personas, además de estar en el debate de la actualidad, que las dictaduras van tomando otras características más complejas y difíciles de revelar, pues con los avances tecnológicos de la era digital, la identidad digital, la barrera digital, entre otras variables, se viene consumando toda un nuevo orden tecnológico, de forma y orden global, que junto a los regímenes de gobierno del mundo, vienen instaurando otro tipo de sujeción del pensamiento, mas etéreo a la hora de identificar.

Ya no sólo la población, se hace esclava de ideologías políticas, filosóficas, religiosas, sino que ahora estas formas de doctrinas personalistas (Mesiánicas)  del pensamiento, gozan de los avances de una plataforma digital, que viene siendo señalada en lo interno del sistema, como generadores de control social, político e ideológico, e incluso emocional, contra la libertad de las personas, a través, de elementos tan simples como los del algoritmo en la red, mejor conocidos como: inteligencia artificial.

Más allá de todos los alcances de la dictadura digital, que vienen siendo ya usadas en la China continental, con mucho éxito, está la filosofía de la misma. Partiendo todo de la filosofía y los límites de la misma en cuanto a la vida, libertad y propiedad de las personas, se está en presencia de la servidumbre o del hombre libre, de una sociedad esclava o una “sociedad abierta”

Es por ello que el estudio y análisis de estas formas del pensamiento moderno arrojan los datos esenciales, que permiten observar: ¿Cuál es el origen y desarrollo de cualquier tipo de opresión? ¿Dónde nacen? ¿Por qué? ¿Cuáles son sus principios y elementos que la componen? y ¿por qué hoy, tales ideas equivocadas y nefastas para la humanidad, gobiernan la sociedad?