Cuando Volodimir Zelenski aparece en pantalla, de inmediato sentimos que están hablando los ucranianos. Su voz resuena con un estertor de unidad, expresión de la fuerza de los ciudadanos en su lucha por la libertad. “Queremos ser libres como ustedes”, le dice a Occidente.
Es la pregunta que ronda en la cabeza de cada venezolano. ¿Qué pasa? Por qué con el ejemplo de Ucrania no logramos concentrar nuestras aspiraciones en un mensaje directo, claro, que exprese los interrogantes que llevamos por dentro y la imperiosa y angustiosa necesidad de tener claras las metas, de estar representados. La contraposición negativa de argumentos entre los liderazgos conduce a un abismo, a una pérdida total de fuerza para cambiar un presente que detestamos.
Es imprescindible distanciarnos de los que pretenden hablar en nuestro nombre, los que se atreven a proclamar que los venezolanos apoyamos al invasor de Ucrania, a los que rezamos porque el ejército ruso no pueda aplastar esa valiente nación que debate en una relación de fuerzas como David contra Goliat, pero que sin embargo logra detener el monstruo totalitario impidiendo cumplir un objetivo que parecía muy claro. El ejército ruso entraría, tomaría a Kiev y las principales ciudades y el pueblo aplaudirían.
Pero, sucedió lo contrario como hemos vivido. Las caravanas de carros de combate de cientos de kilómetros se atascaron, hasta ahora no han podido lograr su objetivo y permanecen en una situación penosa ante lo que consideraban una presa fácil.
Cada día vemos a Zelenski hablando al mundo, es la voz de Ucrania en resistencia. Ucrania está efectiva y realmente representada
Cuando nuestros líderes reconocidos hablan ¿tratan de hacerlo por todos nosotros? De allí la inquietud por reafirmar a quién nos represente ante el mundo y ante nosotros mismos. Reconocer quién se mueve con la intención de lograr una unidad que nos fortalezca, que nos acerque a una solución de los graves conflictos que nos azota en todas sus dimensiones materiales y morales.
Creo que en estos momentos la gran pregunta al liderazgo sería ¿son capaces, se mueven ustedes en la búsqueda de un compromiso unitario o simplemente se trata de un torneo donde cada uno pretende tener la razón para acaparar una mayor cantidad de fuerza que respalde su liderazgo al margen de los requerimientos más urgentes y profundos de nuestra gente?
Tenemos que encontrar la fórmula Zelenski capaz de convertir a los venezolanos en una sola voz que luche por recuperar el camino de la paz y la recuperación de las condiciones que nos conviertan en un país donde volver y crecer las nuevas generaciones.
Encontrar esa fuerza unitaria no puede hacerse simplemente con una medición de tipo electoral, mostrar quién tiene más seguidores, quién puede ganar unas elecciones primarias por números insignificantes. Se trata de algo más complejo, pero sencillo, generar los argumentos con la capacidad de unirnos.
Por qué nuestros candidatos a competir en unas elecciones primarias no ponen sobre la mesa sus propuestas, plantean qué vamos a hacer en la mesa de negociación, ¿cuál es nuestra posición política frente a las fuerzas armadas?, ¿buscamos un acuerdo que funcione como mecanismo de rechazo frente al abandono de los deberes constitucionales de las FAN? ¿Permitimos o nos oponemos a la conversión del poder judicial en una pieza subordinada al poder ejecutivo? ¿Cuál es la ruta para garantizar elecciones limpias? Cómo acabar con la usurpación de los partidos políticos por entidades fraudulentas.
Se trataría de proponer al país una agenda para reconstruir las instituciones que han sido demolidas por el régimen, empezando por el cese al acoso a los medios de comunicación y la restitución de la capacidad de funcionamientos de periódicos, cadenas radiales, televisivas destruidas por el gobierno y la libertad de acción para los comunicadores en sus distintos terrenos.
Proponer los esfuerzos necesarios para emprender la reconstrucción de la economía, la libertad y seguridad de los productores de alimentos, el clima para reanimar la industria y el comercio fuera de las presiones y chantajes de los intereses ligados al régimen y a la corrupción patrocinada por militares y otros personajes corruptos ávidos de riquezas materiales a cualquier precio.
A los venezolanos hoy les importa poder permanecer en su país, reunir a las familias, tener oportunidades de trabajar, emprender caminos hacia la prosperidad. Para lograrlo es imprescindible que recuperemos el estado de derecho, la justicia, la salud pública, las instituciones cuya tarea es crear capacidades, nuestras escuelas, maestros y la red de universidades, devolver el INCE a su tarea primordial de formar trabajadores capacitados en sus áreas vocacionales.
Se trata de dar una voz, un camino sencillo que sea el fundamento de la fórmula Zelenski, ideas compartidas sobre las tareas por hacer, cómo recuperar las instituciones. Un mensaje para difundir en todo el país, sencillo y fuerte. Necesitamos maestros preparados, escuela e instituciones educativas de máxima calidad, militares que cumplan con su deber de defender nuestro territorio, policías que velen por nuestra seguridad personal y patrimonial, jueces que hagan cumplir la ley sin doblegarse ante ningún poder, empresarios y trabajadores que produzcan en libertad eficientes y productivos. En síntesis, un país de ciudadanos libres y responsables, esa es la clave de la fórmula Zelenski.