OPINIÓN

La extinción de los yerbateros

por César Tinoco César Tinoco

Coursera es lo que ciertas taxonomías llaman un «unicornio», es decir, un start-up privado valorado en más de mil millones de dólares norteamericanos. De acuerdo con la firma CB Insights, para julio de 2020 y en el mundo, solo había 483 unicornios.

El tema con Coursera es que ya está disponible en su portal su Índice Global de Habilidades 2020 (IGH). Con 65 millones de alumnos, mismos que representaron un incremento de 71% con relación a 2019, y más de 5.800 cursos de las mejores universidades del mundo, Coursera, utilizando sus propios datos en esta segunda edición del IGH, compara 60 países, 10 industrias y 11 campos de estudio en tres grandes áreas que constituyen lo que Coursera denomina sus principales dominios en adiestramiento de habilidades: negocios, tecnología y ciencia de datos.

En dichos dominios y en el IGH 2020, la Venezuela de las matas de acetaminofén y malojillo ocupó los lugares 57 de 60 en negocios, 46 de 60 en tecnología y 47 de 60 en ciencia de datos. El hecho de que Venezuela “aparezca” en el ranking debe ser visto de manera super-positiva: aún en las actuales circunstancias, existen quienes se preocupan -y se ocupan- en formarse en las áreas y habilidades más demandadas por el mundo en la actualidad. Por supuesto que no conocemos quienes son los que se ocupan. Sin embargo, sí tenemos total certidumbre sobre quienes ni se preocupan ni se ocupan.

Más allá de reportar la situación de Venezuela en el contexto del IGH 2020 quiero, con este artículo, hacer referencia a un punto que plantea en su carta de introducción al IGH 2020, el director ejecutivo (CEO) de Coursera, Jeff Maggioncalda, mismo que resulta importante para entender el impacto de la pandemia por coronavirus en el tema del adiestramiento de habilidades.

De acuerdo con Maggioncalda y en el pico de la pandemia, la Unesco informó que 1.600 millones de estudiantes se vieron afectados por el cierre de escuelas, incluidos más de 200 millones (12,5%) en la educación superior. Para mitigar el impacto, las instituciones educativas materializaron una rápida la transición, de la noche a la mañana, a la enseñanza remota de emergencia en línea, para impartir clases y conferencias, administrar exámenes e incluso celebrar actos de graduación. Cuatro meses después, tales instituciones se han adaptado, de alguna forma, al aprendizaje virtual a pesar de no haber estado preparadas para un cambio tan brusco. En dicho cambio también estan inmersas las empresas de diverso tipo, enfrentando una transformación acelerada y reinventándose mediante una fuerza laboral que opera desde sus casas mediante la colaboración virtual.

El punto importante, según Maggioncalda, es que debemos aprovechar este impulso para motorizar un cambio duradero para las causas que importan y dos de ellas son la igualdad de acceso a la educación y las habilidades o destrezas requeridas por los trabajadores para un mundo pospandemia.

El caso es que el coronavirus ha expuesto, todavía más, muchas desigualdades con respecto a la educación y al empleo. Por ejemplo, la crisis de desempleo a causa de la pandemia, ha afectado más desproporcionadamente a los trabajadores poco calificados. Al respecto, la Organización Internacional del Trabajo estima una pérdida de 435 millones de empleos en el primer semestre de 2020.

Y es que, continúa Maggioncalda, el progreso en un mundo post-coronavirus se basa en equipar a las personas con habilidades relevantes para el trabajo. La responsabilidad de las instituciones es priorizar el desarrollo de habilidades, permitiendo vías más diversas para que la fuerza laboral pueda dinamizar las economías del mundo. Ahora más que nunca, el aprendizaje en línea ha demostrado ser efectivo para cumplir esa promesa. De marzo a junio de este año 2020, más de 15 millones de nuevos estudiantes se registraron en Coursera.

Si bien la necesidad es clara y está allí, los líderes todavía luchan por identificar cuales son las habilidades y la pandemia ha aumentado aún más la necesidad de comprender qué habilidades comandarán los trabajos del futuro. Sin embargo, aquí es donde reside la importancia del IGH: apunta a que al menos tres dominios de habilidades fundamentales del futuro son negocios, tecnología y ciencia de datos.

Un corolario derivado de esa realidad recogida por la data dura de Coursera es que este mundo, de cuarta revolución industrial y post-coronavirus, deja cada vez más, menos espacio para los yerbateros de todo tipo: los de oficio y los de pensamiento.