Los especialistas en esta área aseguran que “el big data está abriendo las puertas en muchas áreas ofreciendo múltiples posibilidades para su utilización, como en el caso de la política. Los partidos políticos son cada vez más conscientes de que el uso del big data es necesario en estos tiempos que corren porque dota a los partidos de la posibilidad de conocer a su organización y a la vez acceder al votante de manera directa. La tecnología big data se ha convertido en algo esencial en una campaña electoral porque, de esa manera, los partidos políticos conocen mejor al electorado para dirigir su mensaje”.
Ahora bien, entre los beneficios que aporta el big data en la política son: predice el comportamiento electoral porque conoce mejor al electorado. Potencia la comunicación y la interactuación digital porque hay una mejora en la escucha-participación del ciudadano. Y por último se personaliza el mensaje.
El big data permite a los partidos políticos conocer todos los perfiles de los votantes. Se considera el punto de partida del uso de la tecnología big data en política, cuando Obama utilizó su potencial para ganar las elecciones de Estados Unidos en 2008. Fue el primero en reconocer el potencial del entorno digital y las redes sociales porque el equipo de Obama optimizó la comunicación y mejoró la respuesta del electorado afín, de esta forma no malgastaron ni tiempo ni dinero ni recursos.
A partir de este momento, todos los partidos políticos comenzaron a seguir la senda de Obama utilizando el big data para dirigirse y convencer a sus votantes potenciales.
Para Alves, M. (2020), con la herramienta de big data se pueden construir realidades para conducir y manipular el mundo físico y sus interacciones sociales, controlando y distorsionando procesos de cualquier índole, lo cual puede llegar a dominar, influenciar y modelar el comportamiento del cerebro humano desde el mundo digital, empleando la ciencia con interferencia de los valores.
Han Byung-Chul define big data como: un instrumento eficaz y eficiente que permite la obtención de un conocimiento integral de la manera en que se establecen las relaciones sociales en el entramado mediático de la ciber sociedad, viabilizando la búsqueda y análisis de grandes datos para generar tendencias y perfiles a nivel de país, de carácter regional e incluso mundial. La significación del tema radica en que su comprensión permite estar alertas de los riesgos políticos de las transformaciones tecnológicas en la dinámica de los momentos históricos.
El gobierno de Nicolás Maduro gana muchas elecciones en minoría con un peso específico gracias al análisis y al cruce de su robusta big data, es una verdad que el PSUV y el régimen conoce de manera muy exhaustiva al ciudadano venezolano, sus características, preferencias, necesidades y deseos. Esta herramienta le permite al régimen acercarse de manera estratégica y efectiva determinados estratos sociales de la población, en este caso D/E. Esta gente produce a través de las redes una gran cantidad de datos significativo incluso para el control social. Maduro tiene un gran desafío el próximo 28 de julio, día del proceso electoral presidencial 2024, sabe que no son tiempos de la marea roja y menos de los petrodólares. Sin embargo, se maneja sobre la base de una big data que mueve a su capital político en los momentos de votaciones para ganar y apuntalar un proceso agotado y sin futuro, según todos los estudios de opinión pública. Es evidente, la esperanza de la reelección presidencial de Maduro, esta puesta en su big data.
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